(PL 65) EDITORIAL. Edito65.doc. Manuel Domene. Palabras: 579
Los “gurús” de la economía –una ciencia poco exacta- tienen “recetas” diversas para salir de la crisis. Sin embargo, hay algunos conceptos recurrentes, como el de la innovación… Y a todos se nos llena la boca con alabanzas a la innovación y sus virtudes. Pero, ¿sabemos, realmente, lo que es innovar? ¿Cuántas formas y enfoques tiene –o puede tener- la innovación?
Estas dudas nos han llevado a plantear la cuestión en nuestra Sección Especial, Punto de Vista de esta publicación, por lo que nos permitimos enviar un cuestionario a una selecta nómina de empresas que lidian a diario con el reto de la innovación. Con la opinión de los partícipes, elaboraremos un reportaje que ponga en común un suculento “caldo de ideas” sobre lo que entendemos por innovación y cómo materializamos tan socorrida ‘medicina’ para los tiempos de incertidumbre. Pero no hemos querido dejar pasar la ocasión sin adelantar algunas de las conclusiones que se extraen del tema.
-“Innovar es conseguir solucionar de forma novedosa y valiosa los problemas de los clientes, llegando incluso a anticiparse a sus necesidades”.
Es el enfoque de una empresa industrial avezada en poner ‘inventos’ en nuestras vidas, soluciones de las que ahora nos resistiríamos a prescindir porque forman parte de nuestro quehacer cotidiano.
-“Desde nuestra perspectiva, la innovación está íntimamente vinculada a la sostenibilidad, la productividad y la especialización por sectores”.
Defiende la tesis de que todo avance debe ser viable (sostenible en sentido amplio) además de rentable (para quien lo promueve y quien lo disfruta).
-“Más que tratarse del desarrollo de una gran idea, se trata de un trabajo constante y duro de diferenciación para las empresas”.
Este matiz nos recuerda que innovar no implica generar entelequias revolucionarias. A veces, basta con abundar por la vía del hecho diferencial, apartarse de los caminos trillados. Ser pionero no quiere decir correr más que los demás, sino correr por otro camino.
-“Hablando de Innovación, diremos que dicho proceso no sólo se desarrolla haciendo cosas nuevas, como el diseño y desarrollo de nuevos productos, sino que también se puede aumentar el valor de los productos haciendo las cosas de forma diferente”.
Nos desvela, como el anterior opinante, la auténtica clave: hacer las cosas de forma diferente también es innovar.
-“Una innovación puede ser el utilizar métodos, técnicas o herramientas al alcance de cualquiera, pero de una manera diferente a lo que se ha hecho hasta entonces”.
Vuelve a ratificar la tesis, ya esbozada, de que podemos innovar haciendo lo que hemos hecho toda la vida, pero introduciendo nuevos métodos.
“Innovación es todo cambio que venga a solucionar una necesidad mal -o no del todo- resuelta, por lo que es posible innovar en cualquier campo de toda organización empresarial, (procesos, sistemas, organización, enfoque comercial y, finalmente, producto)”.
El corolario de esta serie de reflexiones aporta nuevos datos: puede innovarse en cualquier parcela de la organización empresarial, además del producto.
-“En todas las áreas de una empresa es posible introducir innovaciones, por ejemplo, la flexibilización de horarios laborales para favorecer la conciliación trabajo-vida familiar.
La última opinión vuelve a ratificar que todas las áreas de la empresa pueden innovar. Es obvio que la innovación también puede darse en la gestión. ¡Los estilos de dirección necesitan un profundo cambio!
Como conclusión, y glosando una idea del inefable Einstein, sólo queda añadir que no podemos hacer siempre lo mismo, si lo que queremos es obtener resultados distintos.
© Manuel Domene Cintas
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