En lo más profundo de nuestros pensamientos, escondida a todos –y casi a nosotros mismos- subyace una idea clave sintetizada en un “yo quiero ser feliz”. Conscientes o no, los seres humanos persiguen, a través de sus acciones, la felicidad. La pregunta obligatoria en nuestro contexto es: ¿puede contribuir el trabajo a darnos la ansiada felicidad? De forma indirecta, sí, siempre y cuando gestionemos con eficacia nuestro tiempo. Hay un tiempo para todo, y todo tiene su tiempo. Iniciamos con este post una mini-serie sobre la gestión del tiempo, un bien escaso que no debemos desperdiciar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario