miércoles, 6 de febrero de 2019

“He tenido que aprender a vivir de nuevo”

Conviene empezar el año con prudencia redoblada y la lección de entereza de un electricista que ha quedado lisiado para el resto de su vida tras sufrir amputaciones fatales por una descarga de 15.000 voltios. Este breve post se hace eco de sus sobrecogedoras manifestaciones.



Antonio, el protagonista del suceso trabajaba en la instalación del tendido de alta tensión en Santaella (Córdoba). El encargado de la obra le ordenó que subiera a una de los torres y que “cerrara un puente” (conectar el cableado). Antonio creía que su encargado había supervisado que la torre no estuviera bajo tensión (era una línea que sustituía a otra vieja), pero no fue así. Por eso, cuando tocó el cable, un fuerte latigazo le recorrió todo el cuerpo, quedó colgado del arnés y perdió el conocimiento. Un helicóptero de emergencias lo trasladó al centro sanitario Virgen del Rocío de Sevilla. “Desperté en el hospital –dice Antonio. Fue entonces cuando noté que no tenía los dos brazos, ni la pierna derecha. Nadie me lo dijo. Me di cuenta yo. Lo único que se me pasó por la cabeza es que estaba vivo y que si un atleta puede correr, yo también podré”.
Antonio ha pasado 26 días en la UCI, 15 en una planta de hospital y 249 en el Hospital Universitario Jiménez Díaz (Madrid), para ponerle las prótesis y hacer rehabilitación. “La empresa en la que trabajaba no me ha ayudado en casi nada. Solo uno de los jefes me llamó para preguntarme cómo me encontraba. Es increíble como en una milésima de segundo te puede cambiar la vida”, reflexiona el joven. “He tenido que aprender a vivir de nuevo”, asegura. Un juzgado de Montilla (Córdoba), que investiga si se produjo neligencia por parte de la empresa, está a la espera del acta de la Inspección de Trabajo. 
En la proximidad de líneas eléctricas se producen accidentes que pueden afectar a empleados de las compañías eléctricas como a empresas de construcción o instaladoras
Posibles consecuencias de un accidente eléctrico
Grosso modo, el choque eléctrico se da en condiciones de diferencia de potencial, cierre del circuito, contacto con material conductor; ello ocasiona lo que conocemos por accidente eléctrico, que puede ser por contacto y por arco eléctrico. Las consecuencias pueden ser:
-Fibrilación ventricular. Es la más temida, por cuanto constituye la principal causa de muerte por trastorno o arritmia de la frecuencia cardíaca de la víctima.
-Asfixia. Si la corriente atraviesa el tórax puede impedir la contracción de los músculos del sistema respiratorio, ocasionando un paro del mismo.
-Tetanización muscular. Es una contracción incontrolada de los músculos como consecuencia del paso de corriente, que anula la capacidad de control muscular e impide, en ocasiones, a la persona separarse del punto de contacto.
-Quemaduras. Se producen por la energía que libera el paso de la corriente (Efecto Joule). Las de peor pronóstico son las que afectan a órganos internos, y cuya gravedad depende del órgano afectado.
-Fallo renal. Sobreviene por los efectos tóxicos de las quemaduras, que paralizan la acción metabólica de los riñones.
-Embolia. Es la consecuencia del efecto electrolítico en la sangre.
El alcance de los daños a la salud viene determinado por factores como la intensidad de la corriente (amperaje), la duración del contacto eléctrico, la impedancia (resistencia) del cuerpo humano (variable según la humedad de la piel, la superficie y la presión de contacto), el recorrido de la corriente a través del cuerpo, la tensión (voltaje) y la frecuencia de la corriente.
La deflagración del arco eléctrico tiene un elevado potencial destructivo (ver ensayos 'Arc-man', de DuPont, en el enlace previo). Cuando se produce este accidente eléctrico, la suerte del trabajador es directamente proporcional a la calidad –y correcto mantenimiento- de su equipo de protección.

No hay segundas oportunidades
Huelga insistir en la importancia de evitar la descarga eléctrica sobre el cuerpo humano. Cuando la fatalidad ocurre, los rescatadores deben proporcionar los primeros auxilios, cuya regla de oro, antes de atender a la víctima, es cortar el fluido eléctrico.
El plan de trabajo y su preparación evitarán males mayores. La preparación del trabajo implica determinar la viabilidad del mismo, tras lo cual se han de adoptar las medidas de seguridad necesarias para reducir al mínimo posible tanto el número de elementos en tensión como las zonas de peligro de los elementos que continúen en tensión mediante la colocación de pantallas, barreras o protectores aislantes. En el caso de trabajos cerca de elementos en tensión, particularmente si tienen lugar fuera del centro de trabajo, el empresario ha de asegurarse que los trabajadores tienen conocimientos que les permiten identificar las instalaciones eléctricas, detectar los posibles riesgos y actuar en consecuencia.

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