Aunque el género
humano ha evolucionado de forma imparable a lo largo de su existencia, aún
conservamos unos rasgos primarios.
Según la pirámide de Maslow, que
jerarquiza las prioridades de
nuestra especie, en la base se encuentran las necesidades fisiológicas elementales, como la propia supervivencia. La amígdala, en nuestro cerebro, a modo de memoria RAM de ordenador, es la encargada de mantener estos instintos básicos.
Sin duda, en la homeóstasis
psicológica (equilibrio y bienestar) del individuo, la risa es un curioso mecanismo,
que trabaja en pro de nuestra propia supervivencia.
De ahí que reír –lejos de lo que pudiera parecer a priori- es algo muy serio,
además de tan necesario como el aire
que respiramos: reír es sobrevivir.
La falta de risa puede considerarse en sí misma un drama, la carencia de una
vacuna contra la depresión, etc.
Reír es sobrevivir. La falta de risa puede considerarse en sí misma un drama, la carencia de una vacuna contra la depresión
‘Paraguas contra la
adversidad’
El titular de la cátedra de Psicología Positiva de Saint
Louis University, Eduardo Jáuregui, afirma que, aunque no pueda establecerse
una correlación directa entre humor y
salud, sí puede decirse que es “un
paraguas contra la adversidad”. No existen datos científicos que demuestren
que las personas con mejor sentido del humor vayan a vivir más o a gozar de
mejor salud. No obstante, sobre el terreno, se constata que los estilos de humor positivos generan beneficios importantes para la salud mental. Es decir, que reír (y
reírse de los problemas) es un mecanismo
de defensa de nuestra salud mental. Por otra parte, las carcajadas ejercen un sutil efecto analgésico, que alivia el dolor
y, al mismo, tiempo reduce el estrés
relacionado con los asuntos que disparan nuestros miedos, o que percibimos como amenazas.
En el mundo laboral, “pese a que parezca contradictorio, tratar temas serios y
graves a partir del humor ayuda a resolverlos con mayor facilidad”, argumenta
el psicólogo Jáuregui, autor del libro titulado “Alta diversión. Los beneficios
del humor en el trabajo”.
Al presentar las cosas con menos seriedad, las personas se
relajan, combaten la ansiedad, prestan atención y se quedan con la información
relevante y, sobre todo, se evita generar un estrés que retroalimenta la
adversidad que afrontan las personas, y que, en no pocas ocasiones, acaba
frustrando el afloramiento del talento humano.
La risa como terapia
Reír relaja la musculatura, alivia el estrés y la ansiedad,
estimula la mente, mejora el sistema
inmunológico, neutraliza las emociones negativas y actúa como escudo protector ante la depresión,
produciendo sensaciones placenteras,
además de favorecer conductas positivas
como el aprendizaje y la socialización. Hay escuelas que organizan talleres
para aprender a reír y que imparten
‘coaching lúdico’ (entrenamiento en materia de juego). Los resultados compensan
el esfuerzo. Charles Chaplin, que
dedicó su vida profesional a hacer reír a la humanidad, sostenía que “un día sin reír es un día perdido”.
Sobre el sentido del humor y la risa nos remitimos, como último apunte, a Martin Seligman, investigador de la Psicología Positiva, que vio “el sentido del humor como una de las
fortalezas del ser humano”. Señalamos algunos efectos de la ‘risoterapia’:
-Mejora la
circulación sanguínea. Se debe a la dilatación del tejido interno de los
vasos sanguíneos, que aumenta el caudal.
-Salud emocional.
La activación de los ‘centros de recompensa’ en el cerebro emocional (amígdala)
libera dopamina, neurotransmisor que interviene en las sensaciones de placer.
-Contrarresta estados
de estrés y ansiedad. La risa, mecanismo que alivia nuestra tensión, es un
elemento fundamental en la resiliencia
(capacidad de superar los problemas y salir fortalecido).
-Regulación del
sistema respiratorio. La respiración desempeña un papel importante en la
gestión de nuestras emociones. Y la risa es un mecanismo tan sencillo como
rápido para regular la respiración y renovar el aire inspirado. La risa
profunda y larga incrementa la frecuencia cardíaca y la oxigenación celular.
Análogamente, la risa aumenta
nuestro atractivo ante los otros, ayudándonos a transmitir confianza, además de hacernos más humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario