Todos tenemos el mismo tiempo. Sin embargo, no todas las personas consiguen los mismos resultados: mientras unos parecen obtener todo lo que se proponen, otros no obtienen sus metas. La causa hay que buscarla en la gestión que hacemos de nuestro tiempo, que debería ser un tiempo de calidad. Ello implica concentrarnos en las tareas en las que realmente somos más competentes. Alargar la jornada de trabajo no es la solución. Lo que debemos hacer es optimizar nuestra jornada de trabajo, y una buena forma de hacerlo es sabiendo combatir los obstáculos o ladrones de tiempo.
El 80% del trabajo productivo que hacemos lo obtenemos con el 20% de nuestro tiempo, un recurso escaso, que 'vuela'
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