Cada día somos más propensos a involucrarnos con los mundos virtuales. Sin embargo, no conviene perder de vista la realidad cotidiana. Puede sonar a perogrullada, pero no está de más recordar de vez en cuando que las bacterias no sólo existen, sino que incluso coexisten alojadas en nuestro propio organismo, que actúa como huésped, además de estar presentes en el medio natural (cadena trófica) y, sin duda, el laboral. Por fortuna, nuestro sistema inmunológico nos defiende. Cuando no es así, una bacteria tan insignificante como omnipresente como es la listeria se convierte en un foco de enfermedad con posibles consecuencias fatales.
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