viernes, 25 de enero de 2019

Índice de Calidad de Empleo (ICE) ‘made in Spain’

La calidad del empleo es un concepto multidimensional, que necesita definición. Asempleo, la asociación empresarial de ETT, y la Universidad de Alcalá de Henares elaboran su propio Índice de Calidad del Empleo, un modelo que se suma a otros existentes y, con ello, al debate de décadas sobre un concepto para el que no existe una lectura unívoca.



La modelización del concepto de calidad de empleo puede hacerse basándose en aspectos subjetivos: se centra en la idea de que la calidad del empleo es la utilidad que una persona obtiene de su empleo (depende de atributos del puesto como el salario, las horas trabajadas y el tipo de tareas), o aspectos objetivos: las características del puesto que satisfacen las necesidades de las personas en relación con el trabajo.

El ICE de Asempleo
Este índice, que se ha basado en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) pone el foco en seis dimensiones que han considerado vitales para hablar de la calidad de un puesto: condiciones de trabajo, cualificación y formación, combinación de trabajo y vida continua, salarios, perspectivas profesionales y estabilidad en el empleo. Los desarrolladores del modelo han puesto el énfasis en que permita “la medición de los resultados para un periodo de tiempo largo, actualizarse con una periodicidad anual y compararse entre colectivos, en particular, según su tipo de contrato; a la vez que puede aplicarse a otros países de nuestro entorno para elaborar comparaciones posteriores”.
El marco referencial para nuestro país lo tenemos en la propuesta de la Comisión Europea sobre calidad de vida laboral, que hace referencia a un conjunto de diez dimensiones:
-Calidad intrínseca del puesto de trabajo.
-Cualificaciones, aprendizaje continuado y desarrollo profesional.
-Igualdad de género.
-Salud y seguridad en el trabajo.
-Flexibilidad y seguridad.
-Inclusión y acceso al mercado de trabajo.
-Organización del trabajo y equilibrio con la vida cotidiana.
-Diálogo social.
-Diversidad y no discriminación.
-Productividad del trabajo y desarrollo económico general. 
El índice contempla seis dimensiones: condiciones de trabajo, cualificación y formación, combinación de trabajo y vida continua, salarios, perspectivas profesionales y estabilidad en el empleo
 Principales conclusiones/recomendaciones del Índice
Entre sus diversas conclusiones, el ICE de Asempleo apunta que “según las características personales de los individuos, el perfil que disfruta de mayor calidad en su empleo es el de trabajador de mayor edad, que ocupa un puesto no manual, cualificado, y que tiene estudios terciarios (superiores)”. No hace distinción entre varones y mujeres, dado que ambos sexos obtienen puntuaciones muy parecidas en todas las dimensiones.
En cuanto a recomendaciones para la calidad del empleo en España, se sugieren actuaciones en: seguridad y estabilidad del empleo, calidad del entorno de trabajo y de los puestos.
-Seguridad y estabilidad del empleo. Deberían articularse en torno al concepto de la “flexiseguridad” (la búsqueda de la competitividad no puede ir en detrimento de la seguridad laboral). La línea de trabajo principal sería “la articulación de medidas eficaces y decididas desde los poderes públicos para combatir el excesivo nivel de la rotación laboral injustificada, (persiguiendo de forma eficaz el fraude en el uso de la contratación temporal), con la colaboración de los agentes económicos y sociales para promover la estabilidad en el empleo (no necesariamente en el puesto)”, propone el ICE de Asempleo. Para dicho fin sugiere la implantación de “programas parecidos a los que se desarrollan en el ámbito de la siniestralidad laboral, como el sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que hayan contribuido especialmente a la disminución y la prevención de la siniestralidad laboral, o como el programa de adhesión voluntaria “PreVea” al que se podían acoger las empresas de alta siniestralidad laboral”.
-Calidad del entorno de trabajo y de los puestos. El objetivo es lograr una vida laboral satisfactoria “mejorando –cita Asempleo- el contenido humano del trabajo”. Para tal fin se debería incrementar la  autonomía y las oportunidades para el aprendizaje, la capacidad de decisión y la participación, así como las buenas prácticas de la dirección de las empresas y las buenas relaciones sociales en el lugar de trabajo. La calidad del puesto también requiere la limitación de la carga y la presión para realizar el trabajo así como el control de la exposición a factores de riesgo físico para la salud y de intimidación o abuso en el lugar de trabajo. Son áreas de mejora la distribución del tiempo de trabajo con vistas a mejorar la conciliación entre vida personal y profesional (evitar horarios ‘anti-sociales’), la potenciación del trabajo a tiempo parcial voluntario, o la implantación de la jornada laboral continua. Con respecto a la seguridad laboral, deben aplicarse las medidas oportunas para reducir el impacto en la salud de aspectos específicos del entorno físico.

martes, 22 de enero de 2019

Cómo dejar en el trabajo la ‘mochila emocional’

La desconexión del trabajo al concluir la jornada es necesaria para la calidad de vida. Dependiendo de factores individuales, los trabajadores están sujetos en mayor o menor medida a prolongar el estrés del trabajo fuera de su horario laboral. En términos coloquiales, diríamos que son personas que se llevan la ‘mochila’ a casa, y en esa mochila metafórica hay una carga nociva de basura emocional. Otros, en cambio, vivimos comúnmente bombardeados por el discurso cansino del ‘yo interior’ que nos agota llevándonos por un bucle de pensamientos que, en el mejor de los casos, sólo conduce a la carga mental; en otros, al pesimismo, escepticismo, negatividad…

 Un artículo no puede solucionar problemas de estrés-ansiedad que requieren intervenciones metódicas y crónicas, pero sí divulgar algunos consejos, publicados en la Harvard Business Review, para dejar el estrés del trabajo encerrado en la taquilla, al menos hasta la siguiente jornada, o para poner fin a pensamientos que nos toman como rehén. De no hacerlo, las consecuencias se cebarán con nosotros y nuestro entorno (familia-amigos).

Estrés a raya
El estrés es un síntoma. Por tanto, habrá que intervenir en sus causas con patrones de comportamiento saludables, por ejemplo:
-Asociar el trabajo a determinados momentos y lugares, y no permitir que se rebasen esos límites. Diversos estudios muestran que aproximadamente un 50% de las personas llevan trabajo a sus casas y que la incidencia de interferencias entre el trabajo y la vida es mayor entre aquéllos que tienen empleos con más autoridad y presión. Es obvio que si el trabajo permea el hogar o ámbito privado, también lo harán las tensiones asociadas al entorno laboral.
Para las personas que trabajan en su casa (teletrabajadores) es fundamental que destierren el hábito de usar el portátil en el sofá, o en la cama. Para poder desconectar, la persona debe trabajar en un espacio determinado. Así, cuando salga de su espacio de trabajo, entrará automáticamente en un contexto mental que no es el laboral.
-Poner fin al abuso de dispositivos móviles. Estos dispositivos son auténticos ladrones de tiempo que, por otra parte, generan presión y estrés, al tiempo que dificultan la desconexión. Los estudios indican que un usuario medio puede revisar su teléfono más de cuarenta veces al día, y llegar a pasar casi cinco horas diarias usando dispositivos móviles. De ahí que un 30% de los usuarios considere a sus teléfonos inteligentes como una “cadena” a la que están unidos por una relación harto contradictoria de amor-odio.
Es conveniente contar con móviles diferentes para el trabajo y el uso personal, dejando el teléfono de empresa apartado (incluso apagado) las noches y los fines de semana. Igualmente, los expertos recomiendan no mirar el correo electrónico de trabajo dos horas antes de irse a dormir.
-Contar con una red social de apoyo. Está comprobado que el no sentirse solo cursa con niveles de estrés más bajos, pues la persona ve aumentada su capacidad de afrontar los problemas, al tiempo que crece su autonomía y, con ello, la autoestima y la perspectiva vital.
Los dispositivos móviles son auténticos ladrones de tiempo que, por otra parte, generan presión y estrés, al tiempo que dificultan la desconexión
 -Crearse un hábito de fin de trabajo. El primer hábito será establecer un horario improrrogable. Así, concluida la jornada laboral, se abre la posibilidad de establecer rutinas de ocio: ir al gimnasio, hacer ‘running’, meditar, practicar teatro amateur, bricolaje, o ese sinfín de cosas que nos divierten y, por tanto, nos sumergen en un contexto diferente del habitual. Lo que no ayuda es salir del trabajo para correr a hacer las tareas domésticas (doble jornada o doble presencia). Por ello, el texto de Harvard Business Review recomienda “crear un tercer espacio”, que significa que “ninguna persona corre de responsabilidad en responsabilidad sin respirar”.

Síndrome de la vida acelerada
Todos tenemos prisa y, aunque ésta no siempre esté justificada, lo cierto es que lo vivimos con irritabilidad, enojo, nerviosismo y ansiedad. Hay terapias de choque contundentes para ayudarnos a “bajar de vueltas” en los momentos pico. Una de ellas es un ejercicio físico (intenso pero de corta duración). La experta en estrés, Kathleen Hall, recomienda tener una cuerda en la oficina y saltar. Otros pueden preferir hacer flexiones para desestresarse. El ejercicio mejora la oxigenación, precursora de la liberación de endorfinas. Otros especialistas sugieren los estiramientos de yoga (5 segundos) que pueden hacerse incluso estando sentados en la silla de la oficina; o concentrarse en la respiración (haciendo inspiraciones profundas); visualizar mentalmente imágenes agradables (los límites los pone la imaginación); relajarse inhalando extractos naturales (aromaterapia).

domingo, 20 de enero de 2019

Minería informal: malvivir mordiendo el polvo

La Minería Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE) se refiere a las actividades informales llevadas a cabo utilizando poca tecnología y maquinaria, practicada por individuos, grupos o comunidades, usualmente de manera informal –a veces, también ilegal- y en países en vías de desarrollo.


 En 1999, un estudio concluía que unos 13 millones de personas estaban trabajando directamente en la MAPE, y entre 80 y 100 millones de personas tenían sus medios de subsistencia vinculados a esta actividad ejercida de la más precaria e insalubre de las formas posibles. El trabajo infantil es siempre la nota más patética de ese infra-mundo laboral.

Fisonomía de la actividad
Entre los rasgos característicos de esta minería de subsistencia podemos contar:
-Uso mínimo de maquinaria y tecnología. La minería artesanal utiliza técnicas simples que requieren de un mayor esfuerzo físico de las personas.
-Baja productividad debido al uso de técnicas ineficientes y a que usualmente se realiza en pequeñas parcelas y en terrenos de superficie o creados por aluvión de materiales. Con el objeto de aumentar sus hallazgos, la minería artesanal suele repetir sus procesos de explotación sobre las mismas áreas.
-Falta de medidas de seguridad, de vigilancia de la salud y de protección del medio ambiente.
-Práctica estacional (por ejemplo, en momentos de poca actividad agrícola) o coyuntural (en respuesta al aumento del precio de los minerales).
-Explotación de depósitos marginales o pequeños.
-Carencia de capital.
-Trabajo intensivo, con bajos índices de recuperación y rentabilidad.

En su mayoría, los explotadores de la minería artesanal son personas auto-explotadas que nutren el ‘ejército’ de pobres del mundo

Riesgos laborales
La OIT ha clasificado los principales riesgos para la salud, que son: exposición al polvo (silicosis), exposición al mercurio y otros productos químicos, los efectos del ruido y la vibración, los efectos de la ventilación deficiente (calor, humedad, falta de oxígeno), y los efectos del esfuerzo excesivo, espacios inadecuados para trabajar y equipo insuficiente.

-Mercurio. Uno de los mayores riesgos de la minería del oro es el uso del mercurio, que es extremadamente tóxico, de modo que la decantación del oro empleando mercurio (foto) se convierte en un proceso peligroso no sólo para los mineros, sino también para cualquier persona que se encuentre en las inmediaciones de las explotaciones mineras (o los lugares en los que se lleva a cabo el trabajo de depuración del oro).

-Accidentes varios. Las causas más frecuentes de la siniestralidad en la minería artesanal son los desprendimientos de rocas, falta de ventilación, uso inapropiado de explosivos, falta de conocimiento y preparación, equipo obsoleto y con manutención deficiente. Los riesgos de los mineros artesanales pueden ser significativamente mayores que los de los mineros industriales. Ello se debe a la carencia de regulación de la actividad, que suele operar fuera del marco legal y al margen de las normativas vigentes en materia de seguridad y salud laboral.

-Equipo de protección (falta de adecuación de los EPI o uso inadecuado). Los mineros artesanales son los encargados de su propia seguridad al elegir los equipos y las medidas pertinentes. Hay que tener en cuenta que en explotaciones modestas, que trabajan en un sistema de auto-subsistencia, los artículos más simples, como cascos, botas, guantes y mascarillas protectoras, representan una costosa inversión sin retorno inmediato, que no favorece su uso. Por otra parte, es frecuente el caso de mineros artesanales que incorporan equipo y técnicas mecanizadas sin adoptar las medidas de seguridad de acompañamiento que se requieren. Por tanto, quienes así actúan lo hacen con un serio desconocimiento de los riesgos que corren.

-Precariedad existencial. En su mayoría, los explotadores de la minería artesanal son personas auto-explotadas que nutren el ‘ejército’ de pobres del mundo. Carecen por tanto de las medidas de salubridad adecuadas y acceso a la sanidad. Con frecuencia, las comunidades mineras artesanales se congregan en torno a un nuevo yacimiento o se establecen en campamentos improvisados, donde es obvio que la salubridad es deficiente. Ello favorece la aparición de enfermedades relacionadas con las malas condiciones higiénicas, creándose, además, un ambiente propicio para el arraigo del delito, la prostitución y enfermedades de transmisión sexual. “En áreas remotas, los servicios sanitarios no sólo serán limitados, sino distantes de la mina o con un acceso difícil, especialmente en ciertas épocas del año. Por otra parte, los servicios de salud rurales suelen carecer de preparación específica para los problemas de los mineros artesanales, especialmente para la detección de cuadros de envenenamiento por mercurio y los tratamientos adecuados”, advierte la publicación ‘Minería artesanal y en pequeña escala’ (MMSD).

miércoles, 16 de enero de 2019

¿Existe la ceguera empresarial?

Las empresas u organizaciones sufren las mismas patologías que los humanos: anorexia, autismo, ceguera, sordera, obesidad, depresión, esquizofrenia… y, encabezando el ranking, el estrés, esa respuesta fisiológica de adaptación a realidades difíciles. Al menos así se desprende del análisis que hace la edición 2015 del Informe Tatum “Estado de Salud de la Empresa Española”.

La ceguera organizacional siembra incertidumbre en la evolución y destino de la compañía










Cada una de estas patologías se reconoce por la concurrencia de un conjunto de síntomas, más o menos manifiestos, y unas disfunciones organizativas, más o menos encubiertas, que están en el origen y son la causa de la enfermedad.
En el informe se analizan 15 patologías. Ofrecemos unas breves pinceladas de algunas:
 -Anorexia. Excesiva racionalización de costes que afectan al desarrollo y crecimiento, posiblemente por sobredimensionamiento de la plantilla en el pasado, concentración de ingresos, caída de las ventas, etc. Provoca reestructuraciones, congelación salarial, descenso de calidad, etc. El mejor tratamiento es el control de costes salariales, la diversificación, gastar mejor (no siempre, menos), eficiencia económica y humana, etc. Nivel: 5,2 en 2014 y 4,9 en 2008.
-Miopía. Falta de capacidad para reconocer cambios en el mercado con antelación, por falta de contacto con la realidad empresarial, inexistencia de estudios de mercado y de sector, priorización de lo urgente sobre lo importante, etc. Provoca que se pierdan clientes, retroceso en las ventas, productos obsoletos, etc. El tratamiento es el establecimiento de un modelo de benchmarking, investigaciones de mercado, formación sobre el sector, etc. Nivel: 5,4 en 2014 y 5,6 en 2008.
-Sordera. Exceso de autoestima, falta de escucha a los ‘stakeholders’ (accionistas), por falta de autocrítica, de orientación al cliente, excesiva burocracia, etc. Los síntomas más claros son el desprecio de la competencia, el ninguneo de los colaboradores, la falta de canales de comunicación fluidos, etc. Su tratamiento es el fomento de la humildad y de la comunicación, el asesoramiento de un ‘coach’ externo, CRM, fomento de una dirección menos rígida y más flexible, etc. Nivel: 4,9 en 2014 y 5,1 en 2008.
-Ceguera. Algunos ejemplos de malas cegueras directivas son la vanagloria, la nesciencia (ignorancia de realidades por motivos de edad, posición, preparación, etc., que tendría la obligación de conocer), la falta de formación, la pequeñez (la medianía profesional), el exceso de información, el tener alma de turista en lugar de viajero…
Puede determinarse una Ceguera Organizacional a partir de la observación de síntomas como la pérdida significativa de clientes-retroceso de las ventas, fuga de empleados valiosos a otras empresas, empecinamiento en seguir políticas que se han manifestado fallidas en la retención del talento, productos obsoletos.
Los síntomas más claros de la sordera empresarial son el desprecio de la competencia, el ninguneo de los colaboradores, la falta de canales de comunicación fluidos
-Esquizofrenia. Desde un punto de vista organizacional podría definirse como “organizaciones con comportamientos divergentes entre lo que se piensa, se dice y se hace. El discurso y la realidad no coinciden, con el inevitable malestar e hilaridad que causa esa incoherencia”.
El discurso y la realidad no coinciden ya que existen personas inseguras en la Dirección, produciéndose una manifiesta incapacidad de comunicar la realidad y gestionar conflictos. La esquizofrenia organizativa produce críticas por la espalda, falsas promesas, falta de ética, amiguismo, etc.
-Esterilidad. En el contexto empresarial, la esterilidad podría definirse como “organizaciones que cuentan con ideas, recursos, proyectos solventes…, pero no consiguen hacerse un hueco en el mercado por determinados aspectos que las limitan”. Los síntomas pueden ser: ventas exiguas, retracción y cierre de puntos de venta, retirada de determinados mercados, falta de franquicias y/o alianzas, inexistencia de nuevas iniciativas. 

Estrés en la compañía
La organización enferma es una organización patológica que facilita la propagación de diversas dolencias, siendo el estrés una de las más frecuentes.
El estrés de la organización se manifiesta por ritmos asfixiantes y trabajadores que se hallan en estado de tensión permanente. El nivel de estrés ha aumentado, pasando de 5,9 en 2008 a 6,0 en 2014. Algunas actuaciones preventivas que pueden ayudar a las organizaciones a curar el estrés organizacional son:
-Programas de “coaching”.
-Elaboración de Planes Estratégicos para una definición clara de objetivos proporcionada con los medios disponibles.
-Establecer los objetivos de forma consensuada.
-Diseño de Políticas de Conciliación de la vida laboral y la familiar.
-Programas de gestión del tiempo y del estrés. Éstos pueden beneficiarse de ‘vitaminas’ y ‘vacunas’, basadas en el vínculo-identidad de empresa, cuya contribución será mejorar el clima –haciéndolo más informal, cercano y distendido-, relajar  la tensión, potenciar la comunicación interna y fomentar la cohesión dentro de la organización.

martes, 15 de enero de 2019

‘Robo-ética’: regulación de las relaciones hombre-robot

Las “personas electrónicas”, robots colaboradores (o ‘cobots’) ya hicieron su debut en el cine hace décadas asumiendo diferentes ‘papeles’. Ahora, la realidad supera a la ficción, y los androides, con músculo de acero e inteligencia de chip, empiezan a compartir espacio con los humanos, ya sea poniendo tornillos en una cadena de montaje de automóviles, o atendiendo al personal en la recepción de un hotel.



De la mano de la inteligencia artificial, las personas electrónicas han llegado para quedarse y, puesto que tienen que convivir con los humanos, el legislador llena el vacío legal con los primeros principios robo-éticos.

Reglas legales civiles europeas en robótica
Anticipándose a una hipotética rebelión de las máquinas, la Unión Europea ha instado a la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento para la puesta a punto de normas de seguridad, éticas y legales que regulen los importantes avances que se están logrando en el campo de la robótica y de la inteligencia artificial.
En tanto que personas electrónicas, los robots tienen obligaciones y derechos, pudiendo hacer frente a reclamaciones por responsabilidad en caso de daños. A continuación, una síntesis de este ‘semi-decálogo’ (sólo tiene 9 puntos) en fase de borrador.
1. Proteger a los seres humanos de los daños causados por robots
La dignidad humana, lo primero. Se pide que los robots incorporen el ‘botón de la muerte’, un ‘reset’ a la brava por si la máquina comienza a incordiar, o no hace aquello para lo que se concibió.
2. Respetar el rechazo de la atención por parte de un robot
Cualquier persona humana (hijo de vecina) puede negarse a ser atendido por una persona electrónica (robot). Ciertamente, existen campos críticos: ¿qué anciano/a de geriátrico admitiría que un robot le diera de comer o le cambiara de pañal?
3. Proteger la libertad humana frente a los robots
¿Puede un robot tener ‘alma’ de dictador y coartar la libertad del ser humano con el pretexto de protegerlo? El software es rígido (ceros y unos, sin matices). Para evitar extra-limitaciones del robot, se prima la autonomía de decisión de la persona. La pregunta es: ¿cómo reaccionará el robot cuando sea desautorizado por el humano? 
A veces debemos frotarnos los ojos para empezar a asimilar, pero no hay vuelta atrás. Cada día hay más robots humanoides entre nosotros, con precios en torno a los 30.000 euros
 4. Proteger a la humanidad contra las violaciones de la privacidad cometidas por un robot
Los robots que interactúan con humanos capturan gigabytes de información de sus partners. En suma, son auténticas máquinas de espionaje… Dicha información puede plantear un escollo para el derecho a la intimidad de la persona, especialmente si alguien hace ‘cantar’ al robot.
5. Gestión de datos personales procesados por robots
Los robots que sepan hacer uso del ‘Big Data’, sabrán más de nosotros que nosotros mismos. Y, trabajando en red, pueden intercambiar información de nuestros datos con otros robots… Se vislumbra aquí una grave vulnerabilidad del género humano frente a la máquina cibernética, que requiere la intervención del legislador.
6. Proteger a la humanidad contra el riesgo de manipulación por robots
En la película ‘Her’ veíamos las consecuencias de enamorarse de una robot, y padecer las vicisitudes del amor, pero ejercidas con precisión matemática por una máquina con capacidad de aprender. Dicho de otro modo, que es mejor enfurruñarse con la parienta que con una robot de aplastante lógica cartesiana. El principio robo-ético en este caso debe proteger a las personas de intimar con robots (recuérdese que los robots pueden simular emociones… crear una ficción de amor…). El mejor consejo para almas solitarias es que sustituyan el robot de compañía por el animal de compañía. Si éste le muestra aprecio, será una emoción biológica real, no una función electrónica de una máquina.
7. Evitar la disolución de los vínculos sociales
Los humanos somos seres sociables. Necesitamos, por tanto, el contacto con nuestros semejantes. No podemos abandonarnos en manos de robots autónomos, que, al tiempo que nos prestan todo tipo de servicios, nos impiden el contacto con los profesionales humanos que nos darían los mismos servicios. En suma, el legislador entiende que el robot no puede sustituir completamente a los seres humanos.
8. Igualdad de acceso al progreso en robótica
No debería haber segundas divisiones en cuanto al acceso a los avances robóticos. Ya existe una brecha digital evidente que, si se agudiza, conducirá a una sociedad claramente distópica, alejada del ansiado bienestar.
9. Restringir el acceso humano a las tecnologías de mejora
Los ‘cyborg’ son para las películas. De momento los seres biónicos (hibridaciones de humano y sistema robótico) no se contemplan. La esencia humana y su dignidad deben ser protegidas tal como son, sin añadidos ciber-mecánicos.
A veces nos asalta el pensamiento de que la tecnología avanza más rápido que nuestra propia capacidad de comprensión. Esto es cierto para la robótica y los robots colaboradores. Ciertamente, debemos frotarnos los ojos para empezar a asimilar, pero no hay vuelta atrás. Cada día hay más robots humanoides entre nosotros, con precios en torno a los 30.000 euros.

viernes, 11 de enero de 2019

Tabaco, tóxico de principio a fin

La Enfermedad del Tabaco Verde (ETV) es un envenenamiento por nicotina que se produce al manipular la planta del tabaco. Los trabajadores corren un alto riesgo de desarrollar la enfermedad cuando su ropa se satura de tabaco que está humedecido por la lluvia, el rocío de la mañana o la transpiración. Los síntomas incluyen náuseas, vómito, mareo y dolor de cabeza, dolores abdominales y diarrea. En algunos casos, se produce postración severa, dificultad para respirar y fluctuaciones en la presión arterial y el ritmo cardíaco.


Otra sintomatología frecuente es la relacionada con trastornos del sueño o dificultad para comer. Algunos de los síntomas de la ETV son similares a los del agotamiento por calor y el envenenamiento por pesticidas, lo que dificulta un diagnóstico correcto.
Pese a su efecto analgésico, la nicotina es muy venenosa e, ingerida en estado puro, es uno de los tóxicos más potentes. La toxicidad se manifiesta a partir de los 2-4 mg, siendo mortal a partir de dosis de 40-60 mg. Para tener una idea asequible del poder mortífero de la sustancia basta pensar que es tres veces más tóxica que el veneno de la serpiente de cascabel. Dadas las circunstancias, trabajar en el cultivo del tabaco es, contra lo que pudiera parecer a priori, un trabajo de alto riesgo, con alta probabilidad de desarrollar enfermedades profesionales inducidas.
El 97% de la producción de tabaco en España proviene de Extremadura, con una extensión cultivada cercana a las 9.000 hectáreas. España es el tercer productor de hoja de tabaco de la Unión Europea, con unas 37.500 toneladas (lo que supone un 17% del cultivo en Europa). La recolección de la hoja de tabaco suele hacerse con medios mecánicos, lo que minimiza los riesgos del contacto directo con el tóxico, algo que no ocurre en todas las plantaciones tabaqueras del mundo. 

Los trabajadores se ven expuestos a la ETV y trastornos respiratorios causados por el polvo del tabaco y el humo de los hornos que se emplean para el secado y curado de la planta


La enfermedad del tabaco verde
No es necesario abundar en los problemas de salud pública que representa el consumo de tabaco. Sin embargo, no podemos olvidar su impacto también sobre la cadena de producción. Un informe de Swedwatch, organización sueca (ONG) que estudia el impacto de las empresas sobre los derechos humanos y el medio ambiente en los países en desarrollo, advierte de los graves abusos que se cometen contra los derechos humanos en la industria del tabaco en Bangladesh. La situación se extiende a otras zonas deprimidas del globo que cultivan tabaco como medio de subsistencia. 

En esta industria precaria e insalubre suele participar toda la familia, lo que tiene un grave impacto sobre la salud infantil. Los trabajadores se ven expuestos a la ETV y trastornos respiratorios causados por el polvo del tabaco y el humo de los hornos que se emplean para el secado y curado de la planta. Los niños de las plantaciones presentan síntomas de debilidad, agotamiento y bajo peso corporal, hecho que provoca un alto índice de absentismo escolar. Por otra parte, cultivar tabaco conlleva una inversión elevada para los pequeños productores, que se ven abocados a una cadena de préstamos para cumplir con el compromiso suscrito con el comprador a través de contratos que, muchas veces, carecen de la mínima trasparencia. La Unión Europea es el principal socio comercial de Bangladesh, lo que representa el 12% del comercio total de Bangladesh.

Enfermedad ignorada
Frecuente entre los recolectores y manipuladores del tabaco, la ETV se detectó por primera vez en los trabajadores de las plantaciones de tabaco en Florida, al inicio de los años 70. Los estudios confirmaron que la sintomatología observada en todos los ocupados en dicha actividad en cualquier parte del mundo estaba provocada por la absorción de la nicotina a través de la piel. Por tratarse de un tóxico soluble en agua, los científicos sugieren que la afección se da especialmente cuando la planta está mojada, momento en que su manipulación constituye un problema de seguridad laboral. Como promedio, los síntomas aparecen 10 horas después de la exposición, con una duración de entre 1 y 3 días cuando se efectúa el tratamiento adecuado. La manifestación severa de la intoxicación puede conducir a un cuadro clínico de convulsiones, disnea (sensación de ahogo por falta de aire) o el colapso vascular.
Las recomendaciones para los cosechadores son obvias: no cosechar tabaco después de una lluvia y/o manipular tabacos mojados, cubrir la mayor parte del cuerpo para minimizar el contacto del tabaco con la piel,  no trabajar descalzos, consumir abundante agua limpia y fresca, evitando en lo posible la ingesta de alimentos durante las tareas de la cosecha, no cosechar en horas de temperaturas extremas (entre las 12 y las 15 horas). Al finalizar la jornada laboral los operarios deben seguir una estricta higiene personal y cambio de ropa.

jueves, 10 de enero de 2019

En pos de la movilidad laboral segura


El manejo de máquinas entraña riesgos, y el vehículo privado es una máquina más. El desplazamiento se ha convertido en un elemento indispensable en el entorno laboral y, hoy por hoy, el transporte por carretera con vehículo es uno de los medios más utilizados. La realidad cambiante, no sólo en las ciudades sino en todo el territorio, con unos núcleos urbanos diseñados para el peatón y la velocidad reducida, y con una actividad industrial que se deslocaliza progresivamente lejos de estos centros de población, impacta de lleno en los desplazamientos de los trabajadores. 


La seguridad del trabajador en los desplazamientos trasciende el área de lo privado para devenir un asunto de alcance social.
Estamos ante un problema importante: el 36% de los accidentes de tráfico con víctimas son por motivos laborales. El 15% de los accidentes laborales son debidos al tráfico, y necesitamos reducir esta siniestralidad por muchas razones, que sintetizamos en la palabra bienestar, y cuya clave está muchas veces en las propias infraestructuras viales.

Responsabilidad colectiva
La seguridad del tráfico en general, y de los desplazamiento laborales en particular, nos interpela a todos: necesitamos planes de movilidad, transporte público, comedores de empresa, políticas de car-sharing (compartir vehículo). El conductor también tiene responsabilidad: estado del vehículo, actitud y estado para la conducción (las autopsias revelan que en el 49% de las muertes al volante se había producido un consumo de alcohol, drogas o fármacos, sustancias incompatibles con la conducción).
Entre los problemas, cabe destacar a los usuarios de las motos (el 50% de las víctimas se produce por distracción, y la siniestralidad no desciende). Otro problema es la ingesta de sustancias que modifican la atención (alcohol, psicofármacos y drogas, por este orden). Ello hace que algunos de los usuarios de las vías (especialmente los ciclistas) se conviertan en víctimas en una época en que se extiende el uso de la bicicleta –por deporte, pero también como medio de transporte para desplazarse al lugar de trabajo. 
Se necesita una estrategia global, unificada por parte de todas las instituciones/agentes implicados, que ponga el énfasis en la movilidad segura
 Movilidad e infraestructuras
Reducir la siniestralidad vial-laboral tiene un decálogo más o menos extenso que contempla aspectos como:
-Impulsar en las empresas el diseño de planes de movilidad.
-Potenciar el transporte público para que los trabajadores no se vean obligados a usar el transporte privado en áreas no comunicadas.
-Fomentar las modalidades activas (y alternativas) al transporte convencional como es el uso de la bicicleta.
-Seguridad vial. Se necesita una estrategia global, unificada por parte de todas las instituciones/agentes implicados, que ponga el énfasis en la movilidad segura. Y no hay movilidad segura sin infraestructuras adecuadas. Al respecto, repasamos algunas de las medidas del gobierno para reducir la siniestralidad vial.
-Refuerzos en zonas de adelantamiento, incluye repintado y refuerzo de señalización vertical, con balizamiento de determinados tramos para impedir la maniobra.
-Cruces inteligentes. Se activa un panel luminoso alertando al conductor de la presencia de otros vehículos en la intersección.
-Avisadores de velocidad que advierten cuando un vehículo excede el máximo fijado. Esta medida se complementa con los “tramos con avisadores de velocidad” (sólo 15 tramos). Los paneles mostrarán la matrícula del vehículo junto al mensaje “modere su velocidad”.
-Nuevo estudio de los puntos negros para mejorar su identificación y eliminación.
-Señalización de nuevas rutas ciclistas seguras.
-Guías sonoras longitudinales para evitar salidas de la vía e invasiones del carril de sentido contrario en carreteras convencionales.

Medidas discutibles
Toda mejora de las vías por las que circulamos redundará en un aumento intrínseco de la seguridad. Lo que ya no parece tan efectivo es la campaña de la DGT para transmitir el peligro de las distracciones al volante, con testimonios reales de víctimas, que causan pánico. Sensibilizar a la sociedad de la movilidad con vehículo privado utilizando el miedo no es la mejor estrategia.
También se echa de menos en los planes gubernamentales la pedagogía (de autoescuela, si es preciso): en un país que se ha sembrado con rotondas, pocos circulan adecuadamente por las mismas. Unos las cruzan más que rodearlas; otros las sortean como pueden. Sería hora de que las autoridades de tráfico recordasen a los usuarios algo básico: que la salida de la rotonda se gestiona por el carril exterior, no por el interior (muchos usuarios lo hacen desde el interior, provocando cruces peligrosos con otros vehículos, cortes de paso o, directamente, colisiones en la rotonda).
La medida estrella suele ser la punitiva, o la mera instalación de nuevos radares (fijos, móviles, camuflados) de velocidad, algo que, más que mejorar la seguridad del tráfico, asegura la recaudación del Estado por la vía de la multa. Si los radares fuesen realmente efectivos para la seguridad del tráfico, conseguirían una reducción del número de sanciones. Sin embargo, lo que es previsible es que dichos radares aumenten su ‘productividad’ mes a mes con la imposición de multas, algo que aporta bien poco a la movilidad segura.


sábado, 5 de enero de 2019

Accidentes y enfermedades profesionales en el sector del juego


Existe la impresión generalizada de que el trabajo en el sector del juego (bingos y casinos) difiere de otros en cuanto a los factores de riesgo o la incidencia de las enfermedades profesionales (E. P.) y accidentes laborales. Esa apreciación equivocada ha propiciado la frecuente falta de medidas de prevención de riesgos laborales así como una preocupante falta de actuación por parte de las administraciones públicas y, por supuesto, de las empresas, que han querido imaginar, de manera interesada, unas situaciones poco menos que idílicas, sin más problemática que la derivada de las enfermedades comunes. En el sector del juego, los trabajadores se juegan su propia salud.

Baja siniestralidad
Entre los rasgos específicos del sector juego está su baja tasa de siniestralidad (aunque no es siniestralidad cero), a lo que hay que añadir la estabilidad en el empleo (más del 70% por ciento de los trabajadores son fijos, según un informe de UGT Madrid).
La central sindical recuerda que, en el sector del juego, “existen varios riesgos importantes (humo de tabaco, toxicidad de las monedas y billetes, iluminación, estrés, etc.), cuyo tratamiento no está siendo el más adecuado para conseguir su minimización o eliminación definitiva. Y que tienen capacidad de provocar daños a la salud de los trabajadores/as y, por tanto, de producir bajas laborales que afectarían a la productividad del sector y a la calidad de vida de sus trabajadores”.
Se reconoce como una debilidad actual la falta total de formación e información sobre Prevención de Riesgos Laborales entre los trabajadores del sector. Asimismo, una de las principales amenazas es la falta de libertad (o pocas posibilidades) para organizar el trabajo, no pudiendo decidir ni su ritmo (con márgenes muy estrictos y ajustados) ni sus descansos. Se estima que la reducción de la jornada laboral produciría una disminución importante de las bajas laborales, debidas fundamentalmente a la fatiga física y la carga mental que padecen los trabajadores del sector. Otros riesgos generalizados son el ruido, iluminación, temperatura, ventilación y climatización, trastornos musculo-esqueléticos, fatiga mental, turnicidad (cambio de turnos de trabajo) y trabajo nocturno, estrés por sobrecarga / trabajo monótono y repetitivo, acoso laboral / sexual. Destacamos algunos.
Los problemas de salud empiezan por la alteración de los hábitos alimentarios y, a largo plazo, con alteraciones más graves, que pueden ser gastro-intestinales, neuro-psíquicas y cardio-vasculares
Trabajo a turnos y nocturno
El ser humano es diurno: estamos ‘programados’ para trabajar de día y descansar de noche. Nuestro reloj biológico controla la fisiología y la bioquímica del organismo sobre un patrón cíclico de 24 horas (ciclo circadiano). El cambio de turno de trabajo y, especialmente, el trabajo en el turno de noche provocan una inversión del ciclo natural actividad-descanso, obligando a los trabajadores por turnos a ajustar sus funciones al periodo de actividad nocturna, algo contrario a nuestra propia naturaleza. Los efectos adversos del trabajo por turnos se incrementan con la edad, siendo el grupo crítico de edad (en promedio) el comprendido entre los 40 y los 50 años. El envejecimiento hace cada vez más difícil dormir durante el día.
·Alteración del sueño
La mayoría de los problemas de salud de las personas que trabajan por turnos tienen relación con la calidad del sueño. Nuestra predisposición a la actividad diurna hace que, al finalizar un turno de noche, el cuerpo no se encuentre, por lo general, predispuesto para el sueño. Esta falta de adaptación degenera, con el tiempo, en fatiga crónica, que puede provocar graves problemas de salud. El deterioro suele manifestarse, en primer lugar, por la alteración de los hábitos alimentarios y, más a largo plazo, con alteraciones más graves, que pueden ser gastro-intestinales, neuro-psíquicas y cardio-vasculares. Además, el trabajo por turnos puede interferir en la vida familiar y las relaciones sociales.

Estrés y estresores en juego
Los trabajadores de bingos y casinos tienen todas las cartas para que les toque lidiar con el estrés. Éste aparecerá, dependiendo de factores individuales, cuando la persona perciba que las demandas del entorno superan a sus capacidades para afrontarlas, y valore la situación como una amenaza. Entre los factores de estrés del colectivo encontramos:
·Estresores del ambiente físico
-Iluminación. Es común en casi todos los bingos y casinos la iluminación inadecuada, focos iluminando directamente a la cara y deslumbrando, con excesiva potencia, zonas de las mesas de juego en sombra, etc.
-Ruido. Las máquinas tragaperras producen un efecto negativo en la concentración de los crupieres y el aumento de errores en su trabajo.
-Temperatura. Es frecuente el uso inadecuado del aire acondicionado y la calefacción, los cambios bruscos de temperatura y la salida de chorros de aire enfocados directamente a las zonas donde están situados los crupieres, los jefes de mesa y los cajeros, errores de diseño comunes.
·Estresores de la tarea
-Sobrecarga laboral. Tiene un impacto directo en hábitos nocivos (alcohol, tabaco), incremento de la ansiedad, baja autoestima, fatiga, frecuencia cardiaca elevada y falta de satisfacción laboral.
·Estresores de la organización
-Conflicto/ambigüedad de rol. Falta de definición en las áreas de trabajo, objetivos y responsabilidades.
-Relaciones interpersonales. Convivencia estrecha con otros trabajadores, jefes, subalternos, etc.; reparto de propinas diferente por categorías.
-Promoción y desarrollo. Es un gran estresor si se ven truncadas las expectativas personales.
Ganarle la partida a estos estresores pasa por dejar de considerar al juego como un sector seguro.