La visión apocalíptica de las máquinas (y los robots humanoides) que
expulsan del mercado laboral a las personas es cierta sólo en parte. Hay cualidades, habilidades y competencias
que son exclusivas del ser humano. Por tanto, las máquinas –pese a
los avances de la Inteligencia
Artificial (IA)- tienen poco que hacer en ese campo (al menos por el
momento).
El informe Pearson –en colaboración
con Nesta y la Escuela Oxford Martin- que responde al título de “Future
of skills. Employment in 2030”,
se ha preguntado lo que también se preguntan muchos trabajadores europeos: ¿qué perfiles profesionales solicitará el
mercado en una década? La inquietud subyacente es mantener y fomentar la empleabilidad, en ningún
caso retroceder en este campo pese a los incesantes y vertiginosos cambios del
mercado laboral. En este texto sintetizamos el top-ranking de las habilidades laborales para los años venideros,
siempre según la visión de Pearson.
Como ya se ha dicho, las habilidades humanas tienen futuro y son un seguro frente a la automatización creciente. No cabe el miedo en esta coyuntura, aunque sí la incertidumbre
El futuro de las habilidades
Existen unas ‘megatendencias’ generadoras de incertidumbre y, que según Pearson,
son el cambio tecnológico,
globalización, cambio demográfico, sostenibilidad ecológica, urbanización,
creciente disparidad económica e incertidumbre política.
En el horizonte laboral de mañana
(ya es hoy) cobran valor habilidades/cualidades
como la empatía, el trato personal y las
relaciones de grupo. Igualmente se imponen como norma las estrategias pedagógicas dinámicas, la
capacitación y el reentrenamiento constantes. Vamos sin dilación a la lista de habilidades en demanda (son
los datos obtenidos en el Reino Unido, aunque podemos extrapolarlos al resto de
Europa).
-Aprendizaje activo.
Comprender las implicaciones de nueva información tanto para la resolución de
problemas futuros como la toma de decisiones.
-Resolver problemas
complejos. Identificar problemas complejos y revisar información
relacionada para desarrollar y evaluar opciones y adoptar las soluciones.
-Coordinación.
Conseguir una simbiosis de nuestras acciones con las de terceros
-Pensamiento crítico.
Usar la lógica y el razonamiento para identificar las fortalezas y debilidades
de las soluciones alternativas, conclusiones o enfoques de los problemas.
-Razonamiento
deductivo. Es la habilidad de aplicar las reglas generales a problemas
específicos para generar respuestas con sentido lógico.
-Educación y
conocimiento. Conocimiento de los métodos y principios para el diseño de la
formación curricular, la enseñanza y la instrucción para individuos y grupos,
así como la evaluación de los resultados formativos.
-Fluidez de ideas.
Cualidad de generar ideas sobre una materia, sin poner el acento exclusivamente
en su calidad, corrección o creatividad.
-Maestría.
Capacidad de enseñar a los demás los conocimientos.
-Juicio y decisión.
Considerar los costes implícitos y los beneficios de las posibles opciones para
optimizar la decisión.
-Estrategias de
aprendizaje. Seleccionar y usar métodos y procedimientos de instrucción y
entrenamiento para situaciones de aprendizaje o instrucción de nuevos conocimientos.
-Monitoreo. Control
y evaluación del desempeño personal, el de otros individuos u organizaciones
con vistas a hacer mejoras o emprender acciones correctivas.
-Originalidad. La
cualidad de hacer aflorar ideas inusuales o inteligentes sobre un tema o
situación determinados, o de abrir vías creativas a la solución de problemas.
-Psicología. Conocimiento
de la conducta y la capacidad humana, la diferencias individuales de la
habilidad, personalidad e intereses, aprendizaje y motivación; métodos de investigación
psicológica y la evaluación y tratamiento de los trastornos afectivos y
conductuales.
-Percepción social.
Estar al tanto de las reacciones de los demás y entender la causa de las
mismas.
-Sociología y
antropología. Conocimiento del comportamiento grupal y su dinámica,
tendencias sociales e influencias, migraciones humanas, etnicidad, culturas,
sus orígenes e historia.
-Análisis de
sistemas. Determinar cómo debería funcionar un sistema y cómo puede verse
afectado por el cambio de las condiciones, operaciones y el entorno.
-Evaluación de
sistemas. Identificación de medidas o indicadores del rendimiento de un
sistema y las acciones que se necesitan para mejorar o corregir su desempeño en
relación con los objetivos de dicho sistema.
Implicaciones
Afectan al sistema educativo, las empresas y los propios
individuos:
-Sistema. Ir más
allá de las definiciones genéricas de “Habilidades del siglo XXI”. Los sistemas
educativos deberán potenciar la práctica
docente y evaluar las habilidades de mayor demanda.
-Empresas.
Deberán rediseñar los papeles para equilibrar la tecnología y los recursos
humanos. El camino para maximizar la
productividad será a través del uso efectivo de la tecnología que
complemente las habilidades exclusivamente humanas. En educación, hablamos de
tecnología que complementa (no suplanta) al educador para personalizar el
aprendizaje.
-Personas.
Desarrollar habilidades que son únicamente humanas. Aunque el avance de la
automatización y la inteligencia artificial puede parecer una batalla perdida para
algunos, las personas deberán enfocarse en desarrollar
las habilidades exclusivamente humanas, como originalidad, fluidez de ideas, y
escucha activa.
En pocas palabras, los humanos debemos explotar el hecho diferencial que nos separa –y nos distingue- de
las máquinas.
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