martes, 16 de abril de 2019

El FPA (Factor de Protección Asignado) y el ajuste de la protección respiratoria

La calidad del aire respirable es un asunto vital fuera y también dentro del trabajo. Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), confirman que las enfermedades respiratorias son la segunda causa de muerte en España. La protección en el trabajo es una obligación empresarial. JSP, fabricante inglés de EPI desde hace casi 6 décadas, reivindica el uso de Equipo de Protección Respiratoria (EPR), subrayando además que “el EPI tiene que ajustar bien. Pues, sin un ajuste correcto no hay buena protección, especialmente cuando se trata de las vías respiratorias”. 



La prueba de ajuste obligatoria, concepto que no existe en España pese a la recomendación favorable del Instituto Nacional de Silicosis, permite asegurar la eficacia de la protección respiratoria.

FPA, el indicador más real
En función de su categoría y características, los EPR ofrecen un Factor de Protección Nominal (FPN) ensayado en laboratorio, que indica la concentración máxima de contaminante frente a la que protege un equipo. Sin embargo, las condiciones reales de trabajo difieren mucho de las condiciones ideales del test de laboratorio. Circunstancias como la presencia de vello facial, o la falta de entrenamiento en la colocación y ajuste del EPR pueden causar fugas de aire contaminado hacia el interior del EPI y alterar el factor de protección. Por este motivo, hay países que efectúan mediciones “in situ” (puesto de trabajo) para evaluar con mayor realismo los Factores de Protección. Así, Reino Unido, Alemania o Francia tienen en cuenta el Factor de Protección Asignado (FPA), que es menor al nominal y se obtiene con mediciones en el puesto de trabajo. Un FPA de valor 10 supone que el equipo de protección, correctamente utilizado, será seguro frente a concentraciones peligrosas de hasta 10 veces el máximo permitido para un contaminante. Respecto al FPA y pruebas de ajuste, JSP hace hincapié en que “somos un fabricante inglés y, en Inglaterra, la prueba de ajuste es de obligado cumplimiento”. También añaden que “los FPA pueden considerarse un indicador fiable si se ha demostrado que existe un ajuste adecuado entre el equipo y la cara del usuario y que los trabajadores están adecuadamente formados y supervisados, mientras que los FPN deberían emplearse para la comparación de diferentes equipos de protección respiratoria”.
JSP, el fabricante independiente más grande de Europa, es un especialista de referencia en EPIs para uso por encima de los hombros (protección craneal, respiratoria, ocular y auditiva)
Silicosis, un problema sanitario de primer orden
Humo, vapores, polvo, partículas respirables, sustancias químicas, agentes biológicos aero-dispersos, etc. provocan serios daños a la salud en forma de neumoconiosis, silicosis, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón… Son muchos los escenarios de riesgo, aunque nos centraremos en esta ocasión en la silicosis. La silicosis, enfermedad pulmonar intersticial causada por la inhalación de polvo de sílice cristalina, continúa siendo causa de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, a pesar de ser una de las enfermedades de origen ocupacional más antiguas. Pocos trabajadores son conscientes de los riesgos de inhalar polvo de sílice cristalina. Las empresas de la UE deben controlar y evitar la exposición. En cuanto a los fabricantes de EPIs, el reto es desarrollar y fabricar productos que ofrecen mejor ajuste y minimizan la fuga hacia interior. 
JSP ofrece valiosas herramientas para este cometido:
-Mascarillas desechables. Se han diseñado para optimizar el ajuste, por eso incorporan clips regulables y, en el caso del modelo Springfit un endoesqueleto (estructura interna) que mantiene la forma de la mascarilla, aumentando así la calidad del sellado con la cara.

-Semi-máscara Force™8. Disponible en 3 tallas para que cada usuario encuentre un buen ajuste. Con dos filtros, incluye la válvula de exhalación Thyphoon™, que ofrece menor resistencia a la respiración, garantizando su funcionamiento incluso a muy bajas temperaturas (testada a -40º C). Se fabrica con caucho termoplástico duradero y de alta calidad, que ofrece un ajuste superior a la mayoría de las anatomías faciales. A este beneficio cabe añadir el arnés de 4 puntos de sujeción totalmente regulables y las hebillas de liberación rápida, lo que garantiza una comodidad y un ajuste excepcionales. Gracias a su tamaño compacto es compatible con la mayoría de las pantallas faciales y de soldadura del mercado. Certificada por la norma EN 140, Force8 incluye adhesivos reflectantes que incrementan la visibilidad.
-La máscara completa Force™10. Es la más ligera del mercado en su categoría. Dispone de la válvula Typhoon™ y  amplio visor con campo de visión de más de 180º fabricado con policarbonato de clase óptica 1. Incorpora los orificios de entrada sin válvula para colocar los filtros de partículas, gas, humo, vapor. Su arnés está fabricado con termoplástico elastómero, con clips de ajuste  de ABS. Aportan elasticidad, facilidad de usar, ajustar y quitar con un solo dedo sin necesidad de quitar los guantes para realizar los movimientos. La máscara distribuye su reducido peso de forma muy ergonómica  Disponible en tres tallas para ajustarse a todos los tamaños y formas de cara.
-Filtros con tecnología ‘PressToCheck™ compatibles con Force™8 y Force™10. Es una solución de auto-chequeo diario, patentada por JSP, que permite al propio usuario comprobar instantáneamente si lleva bien puesta la máscara. El ajuste perfecto a la cara del trabajador se consigue en 3 pasos (ajustar, apretar y probar) que los responsables de la compañía resumen de este modo: “Poner los tirantes y el arnés por encima de  la cabeza y ajustarlos para que estén seguros y ofrezcan confort; presionar la parte delantera y trasera de las dos cubiertas de los filtros al mismo tiempo para parar el aire que entra a través de los filtros (“Press to Check™”). Aspirar. La máscara no debe dejar entrar nada de aire. Ajustar si es necesario".

Talleres y pruebas de protección respiratoria
Según el estudio del Instituto Nacional de Silicosis (INS), el 95% de los casos de silicosis afectan a trabajadores en activo (un 40% de los mismos acabará desarrollando cáncer de pulmón). JSP crea consciencia preventiva con sus talleres ‘in situ’, donde se efectúan pruebas de ajuste que, si bien no tienen validez estadística, confirman el excelente ajuste de las mascarillas, semi-máscaras y máscaras completas de la marca.
-Kit para evaluar el ajuste facial. La prueba de ajuste cualitativa Fit2Fit. Puede servir no sólo como método para garantizar que los trabajadores están adecuadamente protegidos sino también como forma eficaz de enseñarles la forma correcta de ajustar una mascarilla. 
-Formación del personal. Sensibilización sobre los riesgos, formaciones sobre uso de EPR por personal acreditado, talleres de protección respiratoria en colaboración con entidades diversas (asociaciones, mutuas colaboradoras, etc).

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