Además de expertos escaladores, los trabajadores verticales efectúan trabajos diversos en suspensión (Foto gentileza de Jorge Lozano. Portugal) |
Protección laboral. Seguridad, salud e higiene en el trabajo. Técnicas de prevención y protección de accidentes laborales. Equipo de Protección Individual (EPI). Trabajo y salud. Riesgos laborales emergentes. Riesgo Psicosocial. El trabajo es un medio para ganarse la vida y no para perderla, una oportunidad para hacer salud...
lunes, 12 de marzo de 2012
Los competidores de las águilas
Enfrentado (con garantías) a la gravedad
Trabajo en suspensión
¿El nido del cuco?
miércoles, 7 de marzo de 2012
Protón Electrónica, una pyme sobresaliente en prevención
(PL 67) VANGUARDIA DE LA PROTECCIÓN. VGN-Protón.doc. Manuel Domene. Palabras: 3.354
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¡Y no es por casualidad,
sino por causalidad!
La prevención y la seguridad-salud de sus colaboradores
son, con la propia subsistencia de la empresa, la prioridad de Protón
Electrónica
Prevenir los riesgos del trabajo no es un coto vetado a
las pymes. Es un asunto de voluntad… buena voluntad, de anteponer la calidad de
vida laboral al afán de lucro.
Esta pyme, con siete personas, carece de representación
sindical. Pero ha recibido felicitaciones de las organizaciones sindicales por
la promoción, fundamentalmente práctica, que hace de la Ley (LPRL).
Ángel Vidal, fundador y administrador de Protón, aprecia
avances en la prevención que se hace en nuestro país, prevención que va pasando
“de ser una actividad para evitar sanciones a convertirse, poco a poco, en un
pilar de la responsabilidad social de las empresas”. Y es que las pymes no
están exentas de compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa, como
tampoco están exentas de la posibilidad de sufrir accidentes de trabajo.
Protón Electrónica aún no ha elegido Delegado de
Prevención, pero todos sus trabajadores hacen seguridad, por convencimiento y
por sentirse concernidos. Desde hace más de cinco años la empresa no ha tenido
que registrar un solo accidente laboral. ¡Y no es casualidad, sino causalidad!
Sobre la compañía
Protón Electrónica, S.L.U. es una pyme fundada en 1981 en
Bilbao y ubicada actualmente en la localidad próxima de Trápaga. Tiene por objeto
proporcionar un Servicio de Asistencia Técnica rápido y eficiente, a un precio
competitivo, en el sector de la electrónica.
En la actualidad se ha
especializado en la instalación, reparación y mantenimiento de equipos
electrónicos relacionados con el suministro, acondicionamiento y eficiencia de
la energía eléctrica. Dispone de un centro de trabajo con 7 personas.
Ha obtenido la
certificación OHSAS 18001:2007 en el año 2008
y el Premio en Prevención de Riesgos Laborales otorgado por el Instituto
Vasco de Seguridad y Salud Laboral OSALAN para empresas de menos de 50 personas
en 2009. Asimismo, es empresa candidata
a los Galardones Europeos en Seguridad y Salud Laboral 2010-2011 otorgados por
la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, participando
activamente en sus campañas, en el Foro de Prevención de la Federación Vizcaína
de Empresas del Metal y en los Encuentros para Prevención de Riesgos en el
Sector del Ferrocarril.
Riesgos, su
evaluación, mapas…
“Por la naturaleza de su actividad, el riesgo de Protón
Electrónica es el eléctrico en las tareas
específicas. El accidente eléctrico puede presentarse por contacto directo con
partes activas (en tensión) de la instalación, o por contacto indirecto debido
a un defecto de la instalación (aislamiento, puesta a tierra, etc.).
Al riesgo eléctrico cabe añadir los propios de la
asistencia a domicilio, como son los desplazamientos por carretera, así como
los riesgos diversos de los centros de trabajo a los que acudimos a desempeñar
nuestro trabajo”, indica Ángel Vidal, responsable de seguridad y salud de la
empresa.
Además, Protón Electrónica elabora un ‘mapa individualizado’
de riesgos por equipo y ubicación concretos.
Todos los prevencionistas saben que el abc de la
prevención empieza en la evaluación de riesgos, un proceso continuo que exige
actualizaciones porque el riesgo es un concepto dinámico. Por esta razón, nuestro
interlocutor subraya que “realizamos la evaluación de riesgos con apoyo del
Servicio de Prevención Ajeno. El sistema está auditado interna y externamente
como corresponde a la certificación
OHSAS 18001:2007”.
Preguntado sobre las dificultades que plantea la
evaluación de riesgos a toda empresa –máxime si es una pyme-, Ángel Vidal
corrobora que “en general, las empresas pueden disponer de los recursos
suficientes para realizar la evaluación de riesgos en proporción a su tamaño. En
nuestro caso, no hemos encontrado dificultades, pero hemos querido compartir la
responsabilidad y los puntos de vista con un servicio especializado.
Siniestralidad
Cero
Siguiendo el protocolo preventivo, la firma revisa y actualiza anualmente la evaluación
de riesgos y, de este modo, el Plan de Prevención se mantiene actualizado con
la situación de las acciones en curso o finalizadas.
El objetivo de siniestralidad cero que persiguen tantas
empresas es una realidad tangible y constatable en Protón Electrónica: cero
frecuencia y cero gravedad. El último registro negativo es un recuerdo que acaeció hace más de cinco años,
constituyendo el único siniestro relevante
con baja por accidente de tráfico “in missio” en 30 años (cumplidos en 2011).
Como cabía esperar, el responsable de seguridad y salud
de la empresa valora dichos índices muy satisfactoriamente. Aún así, es
consciente de que la probabilidad de accidentes es directamente proporcional al
número de trabajadores, por lo que en este caso, la pyme tiene ‘ventaja’. Otro
punto favorable para la pyme es el elevado grado de concienciación sobre
seguridad laboral que se obtiene con plantillas reducidas. Pese a todo, Protón
no baja la guardia ni se duerme en los laureles, pues son conscientes que
estancarse en seguridad es, sin ningún remedio, retroceder, esto es, jugar con
la abrupta posibilidad de aumentar la siniestralidad.
Protección
colectiva e individual
“El tipo de tareas que
realizamos, fundamentalmente a domicilio, determinan que las medidas colectivas
se reduzcan a un adecuado mantenimiento y control de nuestras instalaciones,
equipos y vehículos en el sentido clásico de la pregunta. Desde nuestro punto
de vista, la formación y la información sistemática en la organización, son una
protección colectiva intangible pero altamente eficaz”, argumenta Ángel Vidal.
Y, como cita nuestro interlocutor, una protección
colectiva intangible, aunque de gran valor, es el Manual de Prevención, del que
dice que “disponemos de un Manual
Integrado de Calidad y Prevención en el que se integrará este año el Medio
Ambiente. La disciplina que emana de dicho manual puede condensarse en “consolidar,
mantener y mejorar continuamente programas preventivos de gestión de Calidad y
de Seguridad y Salud Laboral, proporcionando los recursos, humanos, técnicos y
económicos, que desarrollen los programas y garanticen un alto nivel de desempeño
en la Calidad de nuestros productos y en la Seguridad y Salud Laboral”.
En cuanto al equipo de protección individual (EPI), Vidal
precisa que “distinguimos entre los EPI
propios de la actividad y los disponibles en previsión de su necesidad en los
centros de los clientes”. En la tabla que se adjunta (“Equipos de Protección
Individual”) figuran también elementos de protección que no son EPI en sentido
estricto.
EQUIPOS DE PROTECCIÓN
INDIVIDUAL
|
|
Los
trabajadores disponen de diversos EPI para la realización de sus tareas, habiendo
sido informados sobre el manejo y mantenimiento de los mismos.
|
|
TIPO DE EPI
|
NORMA
|
Guantes dieléctricos Clases: 0 (1000V) y 00 (500V)
|
EN 60903
|
Guantes de látex desechables
|
EN 455-1-1-3
|
Guantes piel cabritilla
|
EN 388:1994
|
Guantes nitrilo
|
EN 3880001
|
Guantes protección riesgo químico
|
EN 374
|
Guantes de protección térmica “Nomex”
|
EN 407
|
Pantalla facial de protección frente al arco eléctrico
|
EN 166
|
Calzado aislante de la electricidad
|
EN 50321
|
Botas de seguridad ‘Voltio’
|
EN 20345
|
Plancha dieléctrica (12.000 V)
|
VDE 0303
|
Mascarilla
|
EN 149:2001
|
Lavaojos y piel para protección química “Diphoterine”
|
Dispositivo
Médico 93/42/CE
|
Ropa laboral: Pantalón, Polo, Chaleco
|
EN 340, EN13934
|
Adicionalmente,
los trabajadores disponen de otro equipo para la prevención de riesgos
correspondiente a los centros de trabajo a los que se desplazan, habiendo
sido informados sobre el manejo y mantenimiento de los mismos.
|
|
OTROS EQUIPOS
|
NORMA
|
Casco de seguridad amarillo con barboquejo
|
EN 397:1995
|
Pantalón Ignífugo fibra carbono antiestático, con protección química
|
EN 531, EN
1149, EN 13034
|
Cazadora Ignífuga fibra carbono antiestático, con protección química
|
EN 531, EN1149,
EN13034
|
Gafas de seguridad
|
EN 166-169-170-172
|
Tapones auditivos Ultrafit
|
EN 352-2
|
Chaleco reflectante
|
EN 471
|
Organización
preventiva
Nada hay más cierto que el movimiento se demuestra
andando, hecho que ratifica Protón Electrónica con su organización preventiva,
una muestra palpable de que las pymes pueden equipararse a las empresas,
siempre que exista esa voluntad.
Así describe Ángel Vidal este aspecto organizativo de su
empresa: “sólo somos siete personas,
por lo que, inicialmente y a falta de candidatos a Delegado de Prevención,
creamos la figura del Enlace de Prevención, con las mismas funciones y créditos
horarios que un Delegado. La designación es por turnos rotatorios de seis meses,
por orden de antigüedad en la empresa. En la actualidad, y cuando todas las
personas ya han estado de “turno”, tenemos previsto llevar a cabo en breve la
elección de Delegado de Prevención.
Sin duda, la seguridad laboral es materia que concierne a
todos, máxime en una pequeña empresa. Por eso, Vidal señala que “ninguna
persona de nuestra organización se dedica de manera exclusiva a las labores de
seguridad. Ahora bien, de un modo
parcial, e integrado en las tareas diarias, todos hacemos seguridad.
Sobre el presupuesto destinado
a protección, el responsable de seguridad y salud laboral de Protón responde
que “es difícil contestar a esa pregunta con propiedad. Si consideramos
protección laboral la reposición de EPI, sería poco más de 1.000 € por año. Si
valoramos el tiempo dedicado, las auditorías necesarias para mantener la
certificación OHSAS, la selección y mantenimiento adecuado de equipos de
trabajo e instalaciones, la coordinación empresarial…, se superará con
facilidad los 12.000 € / año. Lo que no es ni poco ni mucho, simplemente lo que
nuestra organización necesita para funcionar óptimamente.
Y para ese funcionamiento, la empresa también actualiza
la seguridad. Para ello participa en las
actividades formativas e informativas que promueve OSALAN, el INSHT, la Agencia
Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, el Foro de Prevención de la
Federación Vizcaína de Empresas del Metal, los Encuentros de Prevención de
Riesgos del Ferrocarril, las actividades que convoca el Servicio de Prevención
Ajeno…
Política en
materia de seguridad
Como sus hermanas mayores, esta pyme equipara calidad y
seguridad-salud laboral, convirtiéndolas en partes ‘sine qua non’ de sus
Política de Seguridad.
“La calidad y seguridad y salud
laboral y su gestión es responsabilidad de la dirección y los mandos de la
empresa, que tienen la obligación de aplicarla en el mismo grado que el resto
de las funciones profesionales encomendadas. Para ponerla en práctica, Protón
Electrónica realiza la prevención de riesgos laborales mediante la integración
de la actividad preventiva y adoptando las medidas necesarias para salvaguardar
la protección de los trabajadores. En este contexto, uno de nuestros
compromisos es identificar, evaluar y mantener actualizados los riesgos de
seguridad y salud laboral dentro de nuestras actividades, al igual que aquéllos
que surjan de cambios y modificaciones en las mismas, y en particular de las
variables que introducen los trabajos a domicilio, procurando eliminar los
riesgos o, al menos, tenerlos bajo control”, sentencia Ángel Vidal.
La política descrita lleva a
afrontar con el mismo énfasis la prevención de accidentes y la salud
ocupacional, pues, esta pyme “cree en la seguridad y salud laboral como un
conjunto indisociable”.
Las actitudes y comportamientos preventivos se
evidencian, según declaran, en “la ejemplaridad y rigor por parte de la Dirección. Compartir buenas prácticas y fomentar
el cumplimiento de la normativa en las actividades diarias”.
Entrevista
Ángel Vidal,
Responsable de Seguridad y Salud de Protón Electrónica:
“La Ley de Prevención de Riesgos
Laborales nos ha ayudado a generar una sistemática de trabajo que no teníamos”
Nadie nace
enseñado. Por eso, esta pequeña empresa ha obtenido, con el cumplimiento de la
LPRL, una sistemática de trabajo que no
tenía y que le ha valido premios y reconocimientos por su labor preventiva.
Ha sido el convencimiento y el deseo de hacer las cosas
bien, pues las ayudas institucionales han sido escasas: los Servicios de
Prevención Ajenos ofrecen servicios poco personalizados rayanos en mínimos
legales, mientras que la Inspección de Trabajo dispone de escasos recursos para
desarrollar actividades preventivas, optando por una labor de investigación y
sanción cuando –muchas veces- el daño en la salud de las personas ya es
irreparable.
A renglón seguido, el coloquio
de Manuel Domene con Ángel Vidal, en su papel de Responsable de Seguridad y
Salud de Protón Electrónica.
-¿Qué opina de la
Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-Ángel Vidal. Que es necesaria
y que precisa fomentar su aplicación de un modo proactivo, simplificando,
concretando y apoyando su aplicación en las pymes. La iniciativa
Prevencion10.es del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo va
en ese sentido.
-¿Qué destacaría
de la misma? ¿Les ha ayudado en algo?
-A. V. Es el
marco de referencia. En la actualidad, promover su cumplimiento, nos está
originando más problemas que beneficios desde el punto de vista de
competitividad de la empresa.
-¿Cuál es el
espíritu de la reforma del marco normativo de la LPRL (Ley 54/2003) y cómo
afecta a su empresa?
-A. V. A nuestro entender, -y no somos profesionales de
la Prevención que se aprenden los números de los artículos de memoria- la
reforma plantea una redacción inicial de la Ley, que es voluntariosa en los
objetivos, pero poco específica en la aplicación práctica.
-¿Ha chocado la
aplicación práctica de la Ley (L.P.R.L) con la burocracia o la organización
interna de la empresa?
-A. V. No. Ha
precisado generar una sistemática de trabajo que no teníamos y que ha promovido,
entre otras cosas, la obtención del premio OSALAN y nuestra nominación a los
Galardones Europeos. Sin embargo, nuestra propuesta si está chocando con la
burocracia y la organización de muchos de nuestros clientes.
-¿Qué papel
desempeñan los sindicatos representados en la empresa en materia de seguridad?
¿Cómo valoran su actuación con respecto a la promoción de la Ley?
-A. V. Nuestra
empresa, con 7 personas, carece de representación sindical. Pero hemos recibido
felicitaciones de las organizaciones sindicales por la promoción,
fundamentalmente práctica, que hacemos de la Ley y también su apoyo tanto en la
obtención del premio OSALAN como en nuestra actual candidatura a Galardones
Europeos.
-¿Qué actuaciones
desarrollan -o irán desarrollando- las Mutuas en el marco de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales?
-A. V. Actualmente,
las Mutuas, entendidas como Servicio de Prevención Ajeno, tienen un camino por
recorrer para pasar de ser un “requisito legal” tendente a justificar el
cumplimiento normativo, con frecuentes evaluaciones de riesgos de “corta-pega”,
a proporcionar un servicio más personalizado y orientado a una prevención
práctica más allá de los mínimos legales.
-¿Qué le parece la
labor desarrollada hasta la fecha por la Inspección de Trabajo?
-A. V. Desconozco
-y en el contexto actual se podría considerar una buena noticia- la labor de la
Inspección de Trabajo. Las referencias que tengo son las que me llegan por
participar en foros y acciones formativas. Con esa insuficiente información, parece que disponen
de escasos recursos para desarrollar actividades preventivas y que su actuación
se centra en actividades investigadoras y sancionadoras de siniestros ya
ocurridos.
-Háganos un
balance de la seguridad laboral (en términos generales) desde que entrara en
vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
-A. V. En mi
opinión, la prevención ha avanzado notablemente en los últimos cuatro años,
pasando de ser una actividad para evitar sanciones a convertirse, poco a poco,
en un pilar de la responsabilidad social de las empresas.
-¿Cómo ve la
protección laboral, en términos generales, en el sector al que pertenece su
empresa?
-A. V. Como
comentaba anteriormente, hay avances muy significativos en los últimos años.
Nuestro sector, el eléctrico, se caracteriza por no tener muchos accidentes en
comparación con otros sectores, pero los que hay son particularmente graves, como
en el caso de los riesgos químicos, el riesgo eléctrico, es considerado como un
riesgo especial.
La utilización de los EPI y
equipos es mejorable, resulta poco habitual ver a un trabajador frente a un
cuadro eléctrico abierto, con su pantalla de protección facial, sus botas y
guantes aislantes, su equipo de medida con la categoría de aislamiento
adecuada, calibrado y con su verificación actualizada…
La coordinación empresarial en
muchas ocasiones no se realiza y se carece de los permisos para realizar tareas
eléctricas. Estamos perdiendo clientes en beneficio de empresas que ponen
“menos pegas” que nosotros para prestar servicios con riesgo eléctrico.
-¿Qué nota sacamos
los españoles en cultura de la prevención dentro del ámbito laboral?
-A. V. Nuestro
grado de exigencia con nosotros mismos como empresa es alto y en consecuencia
resultamos unos duros evaluadores. De un 0 a un 10 y con cada vez más notables
excepciones de empresas ejemplares, pondríamos un 5, lo justo para no ser
sancionados.
-¿Diría usted que
la seguridad y la protección son partes del proceso productivo en sí mismo?
-A. V. Naturalmente,
del mismo modo que deben formar parte del diseño de equipos e instalaciones.
-¿Se llega a ver
en algunos casos la protección como un obstáculo?
-A. V. Con mucha
frecuencia, “estamos tan protegidos que no podemos trabajar”.
*Manuel
Domene. Periodista.
DESPIECE 1
El hombre que sabía lo que tenía que hacer
Ángel Vidal Herrer,
nacido en Bilbao en 1959, es fundador, administrador y responsable de seguridad
y salud laboral de Protón Electrónica SLU.
Reconoce haber perdido
clientes en favor de otras compañías menos exigentes en la seguridad. Sin
embargo, para este bilbaíno la seguridad, materia que no suele ofrecer segundas
oportunidades, es prioritaria en cualquier trabajo, especialmente en el sector
eléctrico.
En 1981, con sus ahorros
y la indemnización percibida por despido, emprendió la adquisición de un
pequeño local de 60 m2 en Bilbao, y ese mismo año fundó la empresa,
inicialmente como autónomo, y posteriormente como Protón Electrónica, su
denominación actual.
La autoformación ha sido
una constante en su desarrollo profesional. Electrónica y Diseño de Circuitos,
primero; calidad según el modelo europeo de excelencia y prevención de riesgos laborales,
después. Incumplir las normas de seguridad laboral por afán de lucro, nunca.
Ángel Vidal, colaborador
de la Fundación Vasca para la excelencia Euskalit y miembro de su Club 5S, Diploma Premie y modelo de Buenas
Prácticas del Departamento de Innovación y Promoción Económica de la Diputación
Foral de Vizcaya, postula ahora la candidatura de su empresa a los Galardones
Europeos en buenas prácticas en Seguridad y Salud Laboral. De obtenerlo, será
la primera empresa industrial española en conseguirlo. Un hombre y una Pyme sin
complejos en prevención laboral, porque saben qué es lo que tienen que hacer.
DESPIECE 2
Protón, premio europeo por sus buenas prácticas
preventivas
Las buenas prácticas
preventivas siempre tienen premio: mejora la seguridad y salud en la empresa,
al tiempo que se opta al reconocimiento social a través de los premios que
concede la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (ASST).
Convencida de su buena
gestión preventiva, Protón Electrónica optaba a los galardones a las buenas prácticas
de la ASST. El fallo de los premios, el 28 de abril (día mundial de la
seguridad y salud laboral) reconocía el mérito de esta pyme que, entre sus
buenas prácticas preventivas, ha desarrollado un modelo para la coordinación
empresarial durante la reparación y el mantenimiento.
La Agencia Europea para
la Seguridad y la Salud en el Trabajo había convocado la décima edición de los
Galardones Europeos a las Buenas Prácticas en el marco de la campaña “Trabajos
saludables. Bueno para ti. Buen negocio para todos”, que en 2010 y 2011 aborda
el tema de mantenimiento seguro y preventivo.
El objetivo de los
galardones es demostrar, mediante ejemplos concretos, los beneficios que se
derivan de la implementación de las buenas prácticas en materia de seguridad y
salud en el trabajo para empresarios y trabajadores y reconocer a aquellas
organizaciones que han implantado proyectos más innovadores y eficaces en este
ámbito.
Pie de
Foto “El Equipo”:
El equipo humano
de Protón asume la seguridad como una parte fundamental de su trabajo en la que
nunca debe relajarse la vigilancia
Pie de
Foto “Midiendo 2”:
Por la naturaleza
de su actividad, el riesgo típico de Protón Electrónica es el eléctrico
Pie de
Foto “Midiendo 1”:
El accidente
eléctrico puede presentarse por contacto directo con partes activas (en
tensión) de la instalación
Pie de
Foto “Midiendo 3”:
Entre otros EPI,
Protón surte a sus trabajadores con diversos tipos de guantes (dieléctricos,
látex, piel, nitrilo, térmicos), pantalla facial contra el arco eléctrico y
calzado aislante
Pie de
Foto “Gerente”:
Un operario con mucha luz
¡Hay que tener cabeza!
El homo-extintor en duelo contra el fuego
Fuegos desbocados
Riesgos ocultos (y letales)
La limpieza no está reñida con la eficacia
Sujetos a la vida
Crecerse con la adversidad
Ver artículo (formato PDF)
(PL 70) TRIBUNA. TNA-Crecerse.doc. Manuel Domene. Palabras: 787
Creo que nadie discute ya que toda crisis encierra una oportunidad. También es cierto que cualquier momento es bueno para la mejora. Pero, en tiempos de crisis, dicha mejora ya no es materia optativa, sino pura y dura necesidad. Aunque no nos gusta la crisis, queremos destacar los efectos positivos que pueden derivarse cuando las empresas están dispuestas a batirse el cobre para seguir en el mercado. Y no seguir de cualquier manera, sino con una posición reforzada, mayor solvencia y experiencia crecida.
Aunque parezca una obviedad, la clave está en poner el acento en lo que es realmente importante. El cometido de Tomás Bodero y Dragon Gloves es satisfacer –y superar de forma ostensible- las expectativas actuales y futuras de dos grupos de interés vitales para cualquier empresa: sus clientes y sus empleados. Un cliente satisfecho es un cliente fiel; y un empleado satisfecho es un trabajador comprometido con la organización, su política y objetivos.
La política de esta empresa siempre ha privilegiado la relación con el cliente. Entendemos que un cliente se muestra fiel con el prestatario de un servicio cuando deja de percibirlo como un mero proveedor para convertirlo en un socio tecnológico, un aliado cercano, comprometido y capaz de sentir como propias las necesidades de la empresa cliente. En este sentido, nuestra empresa siempre ha impulsado la política de proponer mejoras que repercutan positivamente en la actividad de nuestros clientes.
En cuanto a nuestra política de personal (segunda clave de gestión) la empresa prima la incorporación de personas que sintonizan con nuestra cultura de empresa, principios y valores. Lo que se complementa con una gestión de personal innovadora orientada al desarrollo individual y profesional al abrigo de la organización.
No podemos dejar de citar un tercer vector que creemos clave en la gestión empresarial actual. Nos referimos a la innovación. Han corrido los ríos de tinta al respecto, así que vamos a evitar la teorización. Para Tomás Bodero innovar no es sólo desarrollar nuevos productos/servicios, sino también incidir en la creación de una cultura de cambio en nuestra organización y nuestras actividades, para adaptarnos al entorno complejo y cambiante que nos toca vivir. Así, la cultura empresarial que estamos diseñando –basada, como decimos, en el cambio- contempla aspectos que constituyen el abc temático de las escuelas de negocios, a saber: planificación estratégica, optimización de costes, externalización de servicios con profesionales de reconocida solvencia, apertura de nuevos mercados e internacionalización, aplicación de las mejores técnicas de marketing en el horizonte coste-beneficio, conseguir las mejores fórmulas de financiación, etc.
Pero, al margen de las citadas estrategias, en la gestión de una empresa no puede faltar la ilusión que –nadie lo duda- es un factor económico de primer orden. Sin ilusión todo queda reducido a la nada. Con ilusión, empeño y trabajo constante es posible crecer pese a la crisis.
Los tres factores clave citados (clientes, personal e innovación), gestionados en un contexto de cultura de cambio en nuestra empresa, se han convertido en un portentoso resorte, la palanca con la que despejamos los obstáculos de nuestro camino. La empresa que ha perdido este resorte se encuentra a merced de los elementos, como el barco en medio del temporal que pierde su aparejo y timón. Por eso, porque conservamos el resorte de nuestra ilusión, el buen hacer de nuestra gestión, y el timón de nuestra nave, Tomás Bodero sortea con éxito las dificultades que conlleva la actual crisis económico-financiera. Y, con humildad, nos atrevemos a decir que es posible crecerse con la adversidad, pues es ésta el catalizador que dispara nuestras alertas y pone en marcha los mecanismos de defensa. Por decirlo con más rotundidad: toda empresa que quiera sobrevivir, sobrevivirá al precio de modificar su entorno… Porque, o modificas el entorno, o el entorno te modifica. Crecerse con la adversidad es modificar el entorno… para hacerlo, obviamente, favorable.
Como conclusión, y sin ánimo de propalar un triunfalismo bisoño o carente de base, queremos transmitir al sector de la protección laboral de nuestro país que hay vida durante y después de la crisis –como la hubo antes. Honorato de Balzac decía que “la resignación es el suicidio cotidiano”. Quien se resigne está muerto para el mercado. De eso no puede cabernos duda alguna.
Y no acabaremos sin una última consigna: “se alza vencedor quien se cree capaz de ello”. ¿Qué más puede decirse? Por eso, Tomás Bodero trabaja con ilusión, método y moral de victoria, porque nos sabemos capaces de vencer, y nos crecemos con la adversidad.
© Manuel Domene Cintas. Periodista
Artículo creado para el Departamento de Marketing de Tomás Bodero, S. A.
martes, 6 de marzo de 2012
Sueño y vida
RIESGOS EMERGENTES. RIEM-Sueño1.doc. Manuel Domene (4.731 palabras)
La mala calidad del sueño se perfila como un riesgo emergente en el ámbito preventivo. Prueba evidente de la gravedad del problema –que ha llevado a algunos países a ir tomando iniciativas- es que se haya instituido el 19 de marzo como el “Día mundial del Sueño”, que aboga por el sueño de calidad para “vivir plenamente despierto”.
El primer antecedente conocido de esta hipótesis se remonta a 1987, cuando el epidemiólogo de cáncer, Richard Stevens, publicó una ponencia sugiriendo un vínculo entre la luz en la noche y el cáncer de mama. Según los científicos, el problema radica en que el trabajo nocturno interfiere con el reloj biológico del cuerpo humano. Precisamente, la melatonina, hormona que impide la creación de tumores, se produce normalmente durante la noche, por lo que interrumpir este proceso supone un debilitamiento de nuestro sistema inmunitario y de defensas. O, dicho de otro modo, cuanto más bajo es el nivel de dicha hormona, mayor posibilidad de desarrollar cáncer. A esta probabilidad hay que añadir otros riesgos, conductas de riesgo, exposiciones, etc. del sujeto.
Con un enfoque
diferente al de Calderón de la Barca, podemos asumir la sentencia de que “la
vida es sueño” o, precisando aún más, decir que la calidad de vida depende de
la calidad del sueño. Y así podemos inferir otros razonamientos en el campo
laboral: ¿Depende la seguridad de la calidad del sueño? Rotundamente, sí. De
hecho, existe una relación inversamente proporcional. Es decir, a menor calidad
del sueño, mayor probabilidad de que se produzcan accidentes. Así pues,
conviene que el mundo de la prevención sea consciente de la importancia que
tiene el sueño, que ha sido declarado ‘problema de Estado’ en países de nuestro
entorno. Y es que la vida es sueño e, indiscutiblemente, ¡el sueño es vida! De ahí que celebremos el Día Mundial del Sueño.
La mala calidad del sueño se perfila como un riesgo emergente en el ámbito preventivo. Prueba evidente de la gravedad del problema –que ha llevado a algunos países a ir tomando iniciativas- es que se haya instituido el 19 de marzo como el “Día mundial del Sueño”, que aboga por el sueño de calidad para “vivir plenamente despierto”.
La catalepsia es un ataque repentino e incontrolable de sueño, que puede ir acompañado de cataplejia (pérdida del tono muscular)La literatura médica documenta más de ochenta patologías del sueño, entre las que son prevalentes trastornos como el insomnio, apnea del sueño, turnos de trabajo rotatorios, síndrome de piernas inquietas, etc). En España, donde aproximadamente un 10% de la población sufre de insomnio crónico, y un porcentaje similar necesita medicación para dormir, se constata un incremento progresivo de los trastornos del sueño entre la población, trastornos que pueden derivarse de otros desórdenes (como la obesidad) y que producen manifestaciones como la apnea del sueño, que afectaría a un 6% de la población.
El Día Mundial del Sueño se instituye para recordarnos la importancia
que tiene el sueño en la vida del ser humano. Simultáneamente, es una llamada
de atención a la sociedad sobre los asuntos pendientes en este campo y que
incluyen aspectos sanitarios, educación para la salud y seguridad vial. El Día
Mundial del Sueño, organizado por la World Association of Sleep Medicine, está
promovido en España por la Sociedad Española del Sueño.
El sueño (problema de ir mal dormido) no tiene una solución mecánica
como la que podría administrar un EPI (imaginemos que existiera un casco, o
algo más sutil: un parche para adherir a la piel, susceptibles de inhibir la
somnolencia ¡Sin drogas, ni efectos indeseables!). Lamentable –o
afortunadamente-, hoy el sueño no se puede combatir con el uso de los EPI. La
manera más natural de combatirlo es durmiendo bien las preceptivas 8 horas de
nuestro periodo de descanso.
¿Qué es el sueño?
El sueño es una actividad fisiológica agradable y reparadora. Las
alteraciones del sueño, que se manifiestan en exceso o defecto, afectan
negativamente a diversas funciones fisiológicas y psicológicas, lo que tiene
consecuencias para el organismo. Así, la falta de descanso cursa, en el ámbito
físico, con manifestaciones como el cansancio; en el ámbito emocional, con
marcados cuadros de irritabilidad o irascibilidad; y en el ámbito psicológico
con estados de dispersión mental y falta de concentración. Mayoritariamente,
los trastornos del sueño aparecen en cuadros de morbilidad general, riesgo
cardiovascular o diabetes. Por otra parte, la somnolencia excesiva es uno de
los factores principales de accidentalidad y está vinculada a uno de cada
cuatro siniestros en carretera.
Jorge Iriarte, investigador del Centro de Investigación Médica Aplicada
(CIMA) y neuro-fisiólogo de la Clínica Universitaria de Navarra, apunta que
“dormir es un proceso fisiológico necesario para el ser humano. No sabemos por
qué ni para qué dormimos, pero sí sabemos las consecuencias de dormir poco o
mal. Aunque no sepamos cómo, sabemos sus efectos: dormir es descansar,
recuperar. Una de las torturas en campos de concentración era imposibilitar el
sueño. De hecho, se ha demostrado que algunos animales mueren tras varios días
sin dormir”.
El dormir es algo cíclico, que no siempre conseguimos. Dormir mal no
mata pero sí deteriora las condiciones de vida en todas las edades. Influyen
los factores psicológicos, físicos y ambientales. Las píldoras para el insomnio
sólo atacan el síntoma, pero no la causa. La terapia pasa por descubrir la
causa o causas y seguir pautas de conducta durante el día: organizar los
horarios de comida con regularidad, evitar el café y las bebidas excitantes a
partir de media tarde, hacer ejercicio físico ligero diariamente, pero no
inmediatamente antes de acostarse. Evitar cenas copiosas o la ingesta de
alcohol, dejando un intervalo de tiempo antes de acostarse. Evitar alimentos
susceptibles de provocar ardor gástrico o excesiva diuresis, que pueden obligar
a levantarse durante la noche. Es conveniente meterse en la cama sólo cuando
empecemos a sentir sueño, no habrá en la habitación luz o ruido, estando ésta a
temperatura moderada (ni frío ni calor). La estabilidad horaria (acostarse y
levantarse a la misma hora) favorece el sueño.
En caso de insomnio, la auto-medicación es un grave error: como
cualquier otra anomalía funcional, el trastorno del sueño requiere un
diagnóstico para hallar la causa e instaurar el mejor tratamiento posible.
Combatir los síntomas no supone acabar con el problema.
Por experiencia, sabemos que no todo el sueño es bueno. Durante el sueño
nocturno (normal) alternamos dos estadios diferentes, que se conocen como sueño
REM (abreviatura de ‘Rapid Eyes Movements’ – ‘Movimientos Rápidos de los Ojos’)
y sueño no-REM (NREM), en ciclos de 90 a 120 minutos. Así, una noche normal
consta de 4-5 ciclos, progresando el sueño ordenadamente desde la vigilia, a
través de las cuatro etapas del sueño NREM, hasta el inicio del primer periodo
REM.
Las fases del sueño NREM, que representa las dos terceras partes de todo
el sueño son:
-Estadio 1 (5%). Sueño superficial o de adormecimiento. La actividad
cerebral disminuye y los ojos se mueven lentamente, disminuyendo la frecuencia
cardíaca y respiratoria. No obstante, es fácil despertar.
-Estadio 2 (50%). Sueño ligero, sin movimientos oculares y
enlentecimiento de la frecuencia cardíaca.
-Estadio 3 y 4. Corresponden al sueño profundo y se caracterizan por
frecuencias cardíaca y respiratoria muy lentas. Ausencia de sueños.
El sueño REM tiene su primer episodio a los 60-90 minutos del sueño.
Durante este estado fisiológico el cerebro se activa eléctricamente con
frecuencias similares al estado de vigilia, aumenta el flujo sanguíneo
cerebral, el metabolismo y los movimientos de los ojos. Aparecen los sueños,
que pueden ser muy vívidos y extraños.
Insomnio
De todos los desórdenes que afectan al sueño, el insomnio es el más
común, además de ser complejo y difícil de tratar. Los expertos (clínicas del
sueño) distinguen entre la dificultad para quedarse dormido, o conciliar el
sueño y la dificultad para permanecer dormido. Las causas son diversas,
destacando entre las más frecuentes:
-Conflictos emocionales como la ansiedad y la depresión.
-Conflictos emocionales como la ansiedad y la depresión.
-El repaso mental de los sucesos del día, o la preocupación acerca de lo
que deberemos afrontar al día siguiente.
-Cuestiones fisiológicas como dolores corporales, hambre, frío, calor,
tos,… cualquier situación que provoque incomodidad y que impedirá la
conciliación del sueño o provocará una vigilia anticipada (y no deseada). En
ocasiones, es el mismo temor al insomnio el que provoca la situación.
Ya hemos dicho que el uso de medicamentos de forma permanente no es la
respuesta al insomnio. Además, las drogas y sedantes también pueden ser causa
de insomnio. Y la droga más comúnmente usada –y la que más contribuye al
insomnio- es la cafeína.
Las personas que sufren de insomnio en forma constante o frecuente,
deben hacerse un examen médico completo, incluyendo una evaluación
psiquiátrica, pues la mayor parte de los casos de insomnio se debe a factores
psiquiátricos y psicológicos.
El trabajo también es causa de insomnio o, como titulaba un diario, “el
trabajo quita el sueño a los españoles”. Se estima que hasta un 75% de la
población activa duerme mal o descansa menos horas de las necesarias. Las
jornadas de trabajo rígidas y prolongadas nos llevan a recortar las horas de
sueño para poder dedicarlas a otros menesteres (ocio, familia, tareas
domésticas). Según la Sociedad Española del Sueño (SES), más de la mitad de la
población activa duerme menos de siete horas, cuando se debería dedicar un
tercio del día a descansar. Otro 25% sufre trastornos del sueño.
Las consecuencias se acaban reflejando en la salud. “Una hora de sueño
menos al día, -señala la SES- disminuye el rendimiento cognitivo, la
memorización, el control de las emociones y causa alteraciones metabólicas,
diabetes, obesidad y riesgo cardiovascular. En los niños y adolescentes se
traduce en un déficit de rendimiento escolar”.
Y, además de restarnos horas de sueño, el trabajo también nos quita el
sueño debido a los múltiples conflictos que acarrea en sí mismo: estrés,
sobrecarga, o miedo a perderlo en una coyuntura, como la actual, de crisis
económica.
El uso de drogas no ataca las causas de los trastornos del sueño, sino los síntomas. Debe evitarse la auto-medicación y acudir a un especialistaAl hablar del insomnio habría que referirse a una modalidad que, por fortuna, sólo afecta en España a 40 pacientes, aunque no se descarta la existencia de casos aislados no diagnosticados o con diagnóstico erróneo. Nos referimos al Insomnio Letal Familiar. Se trata de una enfermedad rara (afecta a muy pocas personas), producida por una mutación genética. Es un síndrome tan extraño que sólo hay 97 casos documentados en todo el mundo. De los 40 casos registrados en España, el 50% están localizados en el sur de Euskadi, donde la enfermedad viene transmitiéndose de padres a hijos desde el siglo XVII. Alucinaciones, visión doble, atrofia en las piernas, temblores, taquicardias, depresión profunda y pérdida de memoria son algunos de los síntomas que experimentan los enfermos de insomnio letal familiar. Durante siglos, los síntomas fueron confundidos con trastornos mentales. A raíz de la epidemia de las “vacas locas” se pudo comprobar la existencia del mismo gen en ambas patologías. Las autopsias revelaron alteraciones cerebrales similares en enfermos del mal de las vacas locas y enfermos del insomnio letal familiar. Como su nombre indica, el ILF acaba provocando la muerte por degeneración neurológica. Esta enfermedad se presenta entre los 50 y 60 años, de un día para otro los síntomas son devastadores. La persona no puede dormir, logra un estado de letargo que no permite descanso. El enfermo llega a un estado de agotamiento donde pierde la homeostasis (equilibrio interno), no puede hablar, ni caminar. Pero su mente es capaz de pensar y darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Después de ocho meses, la fase final del insomnio lleva a un coma profundo y sin retorno.
Nos hemos referido a este síndrome para ilustrar la gravedad de la privación
del sueño, hecho conocido y que se ha utilizado como instrumento de tortura en
la historia reciente.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica declaró 2006 año
de la Apnea del Sueño con el fin de dar a conocer esta patología a la población
general y mejorar su conocimiento en el colectivo sanitario. Se considera que
en España hay entre 1.200.000 y 2.150.000 portadores de un síndrome relevante
de apnea del sueño (SAS). Actualmente estarían diagnosticados y tratados entre
el 5 y el 9% de esta población.
El SAS consiste en la aparición de episodios repetidos de pausas
respiratorias (apneas) como consecuencia del colapso de la vía aérea superior
durante el sueño. Este síndrome produce un aumento en la tensión arterial y,
por tanto, favorece la aparición de arteriosclerosis, accidentes
cerebro-vasculares, infarto de miocardio y empeoramiento de la función
cardiaca. La calidad de vida de los pacientes con SAS puede verse muy afectada
por la somnolencia que les puede llegar a incapacitar para la vida laboral y
social. Asimismo, los pacientes con síndrome de apnea del sueño tienen un
riesgo de siniestralidad en accidentes laborales y de tráfico superior a la
población general (hasta 6 veces más que las personas sin SAS, proporción que
sube hasta 10 veces más si se asocia con la ingesta de alcohol).
La apnea (pausas anormales de la respiración) es uno de los trastornos del sueño más frecuentes que interfiere con el descanso reparadorEl perfil clínico clásico del paciente con apnea del sueño es el de un varón obeso, de edad media que ronca intensamente y se duerme con frecuencia durante el día, incluso conduciendo. En las mujeres se da con mayor frecuencia en la menopausia y el síntoma más relevante es la astenia.
Los médicos de familia juegan un papel fundamental en el manejo, cuidado
y seguimiento de estos pacientes, puesto que es a quien primero acuden. Por
ello, deben conocer bien las repercusiones la enfermedad y los criterios de
derivación al especialista.
SPI (Síndrome de
las Piernas Inquietas)
Más de cuatro millones de españoles sufren el Síndrome de Piernas
Inquietas, otra patología del sueño que impide a quienes la padecen dormir las
7-8 horas necesarias, siendo su media de sólo tres horas. La causa son las
molestias que sufren en las extremidades inferiores, que es lo que da el nombre
al síndrome.
El SPI es una enfermedad neurológica crónica que afectaría al 2-4% de la
población adulta española y se caracteriza por la aparición de pinchazos,
hormigueos, inquietud, dolor, tirantez, sensación de que algo estuviese
deslizándose sobre las piernas (insecto o animal pequeño), sensaciones
distérmicas (quemazón, frío), lo que provoca la necesidad imperiosa de moverlas
para aliviar momentáneamente las crisis.
Estas molestias suelen aparecer a última hora de la tarde o durante la
noche, lo que desencadena un estado de inquietud y gran dificultad para
conciliar el sueño, pudiendo dar lugar a situaciones de incapacidad temporal o
permanente del paciente. El deterioro del sueño reparador suele desencadenar
otras dolencias como son la depresión, la ansiedad, alteraciones cardiacas,
hipertensión arterial e insuficiencia renal.
La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) advierte
que “el alto grado de desconocimiento social sobre esta enfermedad determina
que sólo el 5% de los pacientes esté diagnosticado. De ahí la importancia de
realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento correcto que prevenga la
aparición o el agravamiento de esta enfermedad”.
Con independencia de la patología de base (frecuentemente genética y,
por tanto, hereditaria), el SPI es causante de insomnio o, en el mejor de los
casos, de un sueño interrumpido y poco reparador. Al respecto, AESPI señala que
“aproximadamente el 80% de las personas con SPI realizan movimientos periódicos
de las extremidades durante el sueño. Estas sacudidas se producen habitualmente
con una frecuencia de 20 a 30 segundos durante la noche, causando, por lo
general, continuas interrupciones del sueño.
Los síntomas del SPI afectan en gran medida a la calidad de vida de los
pacientes. La privación crónica del sueño provoca cansancio y disminución de la
capacidad de concentración durante el día. Esto influye enormemente, tanto en
la vida profesional como familiar de estas personas, así como en su estado de
ánimo”.
El síndrome de las piernas inquietas también se encuentra en la
literatura médica asociado al de Acatisia, cuyo significado literal es
incapacidad para estar quieto (inquietud motora). En este sentido, el SPI es
una forma de acatisia.
Narcolepsia
Como decían los clásicos, “virtus in medio” (lo mejor, el término
medio). El sueño puede convertirse en enfermedad ya sea por defecto (descanso
deficitario) como por exceso (somnolencia y, en el caso extremo, narcolepsia).
Entre los diferentes trastornos asociados al sueño, nada más peligroso en el
puesto de trabajo que la narcolepsia. Conocida también como epilepsia del
sueño, es un trastorno poco frecuente que se caracteriza por sus accesos de
somnolencia súbitos e irresistibles durante el día.
Las implicaciones laborales de los trastornos del sueño han involucrado
a las Mutuas en la lucha contra este desarreglo (que va camino de convertirse
en pandemia). Ibermutuamur, en su revista BIP, número 53, incluye en la sección
Tribunas Médicas, el artículo “Trastornos del sueño”. En el mismo se refiere
también a la narcolepsia y, pese a que esta patología afectaría sólo al 0,06%
de la población general, Ibermutuamur advierte que “es dos veces más común que
la Esclerosis Múltiple y sólo un 50% menos frecuente que la Enfermedad de
Parkinson). La enfermedad aparece en la adolescencia, entre los 15-30 años y,
una vez instaurada, tiene un curso no progresivo, pero incurable. Presenta un
factor genético (…). La sintomatología principal es la excesiva somnolencia
diurna (100% de los pacientes) en forma de ataques sueño, inesperados e
irresistibles, en situaciones de actividad, de duración variable (de minutos
hasta una hora), repetidos y con efecto reparador. El inicio suele ser gradual.
El 50% de los pacientes ha tenido episodios mientras conducía”.
·Cataplejia
La manifestación puede tener diferentes grados de severidad, siendo la
más grave la que conocemos como cataplejia. Ésta afectaría al 70% de los
pacientes narcolépticos. El artículo ya citado de la revista BIP explica que la
cataplejía (o cataplexia) “consiste en la pérdida súbita y reversible del tono
muscular, habitualmente parcial (musculatura de cara y cuello), de duración muy
breve (<1 min), desencadenada por una emoción intensa (risa, llanto, ira) y
sin compromiso de la consciencia ni de la respiración”.
Junto a la cataplejia, otras manifestaciones anormales del sueño REM
son, según nos recuerda BIP:
-“La parálisis del sueño (25% de los pacientes). Se caracteriza por una
súbita imposibilidad de realizar ningún movimiento en las transiciones entre el
sueño y la vigilia, estando totalmente consciente y despierto.
-Alucinaciones del sueño (30% de los pacientes). Corresponden con
terroríficas sensaciones visuales, auditivas o somáticas, muy vívidas y
simples, de pocos minutos de duración, que se presentan en la transición
sueño-vigilia o al despertar”.
La prueba diagnóstica de estos trastornos se hace mediante una
polisomnografía nocturna. Pero, imaginemos las complicaciones que supone en la
vida ordinaria esta enfermedad: ¿tratemos de imaginar cómo puede afrontar una
jornada de trabajo una persona que, de forma reiterada e inevitable, se queda
dormida?… (narcoléptica, catapléjica o cataléptica), ‘palabros’ que definen
esta patología.
Después de haber hecho un somero repaso de las patologías del sueño más
comunes, nos referiremos a la modificación de los ritmos biológicos del sueño,
que inducen trastornos de sueño y, según se presume, pueden ser agentes
catalizadores de otras dolencias. En este apartado influye notablemente el
estilo de vida de cada persona y, por motivos laborales, la causa de alteración
del sueño más frecuente es el trabajo durante la noche y el trabajo por turnos
(turnicidad).
Alteración del ritmo del sueño
En el sueño influyen las patologías, pero también los estilos de vida de
las personas y las formas de organización del trabajo. Veamos algunas conclusiones
al respecto:
·Trabajo nocturno
y cáncer
No es herejía científica ni aberración alarmista establecer vínculos causa-efecto entre trabajo nocturno y cáncer. Aunque la idea ha venido siendo rechazada, finalmente, la Agencia Internacional de Investigaciones de Cáncer (IARC), ha concluido que el trabajo nocturno y el trabajo en horarios irregulares (cambio de turnos) pueden catalogarse entre los agentes “probablemente cancerígenos”, equiparándolos a riesgos indiscutibles, de la misma naturaleza, como la radiación ultravioleta, o los gases y micro-partículas generados por los motores diesel. El problema tiene unas proporciones abrumadoras, ya que, actualmente, en torno al 20% de la población laboral de los países desarrollados trabajaría de noche.
No es herejía científica ni aberración alarmista establecer vínculos causa-efecto entre trabajo nocturno y cáncer. Aunque la idea ha venido siendo rechazada, finalmente, la Agencia Internacional de Investigaciones de Cáncer (IARC), ha concluido que el trabajo nocturno y el trabajo en horarios irregulares (cambio de turnos) pueden catalogarse entre los agentes “probablemente cancerígenos”, equiparándolos a riesgos indiscutibles, de la misma naturaleza, como la radiación ultravioleta, o los gases y micro-partículas generados por los motores diesel. El problema tiene unas proporciones abrumadoras, ya que, actualmente, en torno al 20% de la población laboral de los países desarrollados trabajaría de noche.
El primer antecedente conocido de esta hipótesis se remonta a 1987, cuando el epidemiólogo de cáncer, Richard Stevens, publicó una ponencia sugiriendo un vínculo entre la luz en la noche y el cáncer de mama. Según los científicos, el problema radica en que el trabajo nocturno interfiere con el reloj biológico del cuerpo humano. Precisamente, la melatonina, hormona que impide la creación de tumores, se produce normalmente durante la noche, por lo que interrumpir este proceso supone un debilitamiento de nuestro sistema inmunitario y de defensas. O, dicho de otro modo, cuanto más bajo es el nivel de dicha hormona, mayor posibilidad de desarrollar cáncer. A esta probabilidad hay que añadir otros riesgos, conductas de riesgo, exposiciones, etc. del sujeto.
Por supuesto, que detrás de un problema de salud suele haber un agregado
o cóctel de causas (incluyendo los factores personales del individuo), y que la
nocturnidad y el trabajo por turnos –que podríamos sintetizar en el neologismo
“nocturnicidad”- por sí solos deben tener un efecto cancerígeno moderado. Sin
embargo, existen evidencias para recelar, pues el cáncer de mama aumentó
repentinamente a comienzos de los años 30 del siglo pasado en las sociedades
industrializadas con la intensificación del trabajo nocturno. Más recientemente,
otros estudios han hallado que las mujeres que trabajan de noche son más
propensas al cáncer de seno, y que los animales que se someten a pruebas en las
que los períodos de luz y oscuridad se alteran artificialmente desarrollan más
tumores cancerosos y mueren más jóvenes.
Cada vez son más habituales las clínicas y las unidades de diagnosis que estudian los trastornos del sueño, problema muy generalizadoEn 2007, Schwartzbaum, Ahlbom y Feychting, publicaron el estudio “Cohort Study of Cancer Risk among Male and Female Shift Workers” (Estudio de cohorte del riesgo de cáncer en trabajadores y trabajadoras a turnos), que se suma a la hipótesis de que la melatonina, hormona que inhibe los cánceres inducidos de forma experimental, es suprimida por la exposición a luz durante la noche. De esta manera, los trabajadores nocturnos podrían estar expuestos a un riesgo mayor de desarrollar cáncer.
·Turnicidad
En la revista “Por Experiencia”, de ISTAS,
podemos leer que “bajos niveles de serotonina explican la fatiga y alteraciones del sueño
de los trabajadores a turnos”.
Comparando los niveles de serotonina de trabajadores de jornada diurna y
trabajadores con turnos rotativos, se ha demostrado (revista Sleep) que los
trabajadores a turnos tienen bajos niveles de serotonina, una sustancia
presente en nuestro sistema nervioso y que regula los patrones de sueño y
vigilia.
Vemos pues que interferir en la biología del sueño supone modificar la
bioquímica del organismo, creando déficits que pueden conducir a la aparición
de enfermedades.
Los riesgos del
déficit de sueño
Según la estadística, los españoles duermen una media ligeramente
superior a las 7 horas diarias, aunque casi un 40% considera que no ha
descansado lo suficiente cuando se levanta. Entre los peor dormidos se
encuentran canarios, catalanes y madrileños (tasa del 30% con problemas
relacionados con el sueño). Las comunidades con mayor calidad del sueño de la
población son Aragón y Galicia.
¿En qué nos afecta no dormir lo suficiente? Los investigadores aseguran
que un descanso insuficiente acarrea problemas de salud, problemas laborales, y
también sociales. Al dormir se segregan hormonas importantes como la del
crecimiento, o la de la saciedad. Así, quienes duermen menos tiempo del
requerido, producen menos hormona de la saciedad, por lo que no tienen el
estímulo que les indica que hay que dejar de comer, y comen más de lo necesario.
Ello produce un sobrepeso, aumentando la posibilidad de desarrollar
hipertensión arterial, o trastornos metabólicos como la diabetes.
Laboralmente, el trabajador que ha dormido mal carece de energía y
comete errores. El sueño nos brinda la posibilidad de consolidar la memoria. Es
un mecanismo parecido al de los ordenadores, que necesitan reiniciarse después
de instalar un programa. Junto con un menor rendimiento, hay también una mayor
probabilidad de tener un accidente. A finales de enero, en un reportaje acerca
de la “Nueva ciencia del sueño”, Time publicaba los últimos hallazgos en torno
a tan necesaria función. Entre éstos, que conducir con sueño equivale a tener
un nivel de alcoholemia de 0,08, una condición que se sanciona en el caso de la
alcoholemia, pero que no se detecta en su forma de somnolencia. Por si ello
fuera poco, dormir menos hará que el dolor de cabeza, la irritabilidad, la
neurosis, la depresión y el cansancio sean nuestros incómodos compañeros de
viaje.
Y lo importante, según nos recuerdan los especialistas, es que el sueño
solamente se compensa durmiendo. No debe suplirse la falta de sueño con
estimulantes o drogas, que deteriora más la calidad de vida. Sólo hay un
camino: dormir bien para vivir mejor (y también más).
Dormir, una
función vital imprescindible
“Necesitamos dormir no sólo para descansar, también dormimos para
recuperar funciones mentales, físicas, para fortalecer nuestro sistema
inmunológico. Si una persona no duerme bien va a estar fatigada, va a tener
problemas cognoscitivos, dificultades en la toma de decisiones, pensamientos,
lenguaje. Su estado de alerta duerme”, asegura Reyes Haro Valencia, director de
la Clínica de Trastorno del Sueño de la UNAM y presidente de la Sociedad
Mexicana del Sueño.
Hoy en día, los trastornos del sueño son un problema de salud pública.
Una de cada tres personas los padece y pueden causar incapacidad. Reyes Haro
advierte que en la era cibernética el 10% de los jóvenes tienen malos hábitos
de sueño por la vida social y el uso nocturno y exacerbado de las nuevas
tecnologías. Esto puede provocar el Síndrome de Fase Retrasada del Sueño u
otros trastornos crónicos que repercuten en su rendimiento escolar y aumentan
el riesgo de accidentes.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que
el adulto joven, en edad productiva, duerma como mínimo siete horas. En la
práctica, la mayor parte de la población duerme sólo entre cinco y seis horas.
La siesta, un
hábito cardio-saludable
El descanso tras el almuerzo es un hábito antiguo heredado de la cultura
grecolatina. Un reciente estudio epidemiológico realizado por médicos del
Liverpool John Moores University de Gran Bretaña, efectuado sobre una población
de más de 23.000 griegos que durmieron siesta durante varias semanas, demostró
que quienes descansaban de manera cotidiana después de la comida, tenían una
reducción del 37 por ciento de sufrir algún episodio cardíaco fatal.
“Un descanso de treinta minutos es altamente recomendable y está
demostrado que produce grandes beneficios en el organismo y en la psique
humana. Se reduce el riesgo de infarto y se elimina el estrés. La persona se
despierta renovada y fresca, apta para seguir enfrentando el resto del día con
las ideas renovadas y con una capacidad creativa y de razonamiento diferentes.
Después de una ligera siesta el rostro refleja luminosidad y frescura”, comenta
Juan Ernesto Zuviría, especialista chileno del Centro Médico del Sueño.
Sobre la siesta conviene observar lo siguiente:
-No debe durar más de treinta minutos para no entrar en un sueño
profundo y alterar el ritmo biológico.
-No es recomendable para personas que padecen insomnio o tienen
hipertensión.
-Resulta muy aconsejable para las personas que realizan trabajos de
fuerza e intensidad.
Sestear, costumbre
pan-europea
La siesta no es una costumbre típica de España (donde no siempre ha
gozado de buena reputación). Un estudio estadístico realizado en el continente europeo
revela que uno de cada cuatro alemanes duerme la siesta. La encuesta, efectuada
sobre una muestra de 19.000 personas, sorprendió al situarse Alemania en primer
lugar de los adeptos al descanso post-comida, por encima de Italia (16%), Gran
Bretaña (15%), España (9%) y Portugal (8%).
Se creía que la siesta era una consecuencia inevitable del proceso
digestivo, pero los científicos aseguran que el cerebro pide un tiempo de
descanso que se presenta cuando se inicia la tarde. La importancia de la siesta
radica en que supone un período de descanso que, sin ser profundo, permite una
desconexión de la conciencia antes de reanudar la actividad. Así, la práctica
de la siesta debe asumirse como otra rutina. Durante este descanso de
transición, la presión arterial disminuye (los cambios metabólicos que se
producen conllevan la reducción de la frecuencia de los latidos cardíacos y la
tensión arterial).
Los especialistas recomiendan ciertas pautas para que la siesta no sea
perjudicial. Debe evitarse dormir más de media hora de siesta y echarla después
de las cinco de la tarde, ya que puede perjudicar el ritmo biológico del sueño
y ocasionar insomnio, menos capacidad de concentración durante el día e,
incluso, favorecer accidentes de trabajo y de tráfico, según aseguran los
especialistas.
Los norteamericanos tampoco le hacen ascos a sestear. Los estudios
revelan que los estadunidenses no duermen lo suficiente, por lo que un tercio
de ellos aprovecha sus horas de trabajo para echarse una siesta. La Fundación
Nacional del Sueño, especializada en estudios sobre el sueño y los trastornos
asociados concluye que cerca de 70 millones de estadounidenses tienen problemas
relacionados con el sueño.
© Manuel Domene Cintas. Periodista
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