SECCIONES DE INTERÉS

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Para Solvay, la prevención no es una cuestión de costes, primando la completa protección de las personas

Cada trabajador recibe, como promedio, 10 horas de formación
de seguridad a lo largo del año

(PL 73) VANGUARDIA de la PROTECCIÓN. VGN-Solvay.doc. Manuel Domene. Palabras: 3.879




“Creo que éste es ahora el camino: simplificar integrar, racionalizar e incorporar la Prevención en nuestro día a día logrando que nuestros comportamientos incorporen como un acto habitual la prevención. Así mantendremos unas condiciones seguras más allá del cumplimiento legal”. Esta idea condensa el posicionamiento de J. A. Gascón (Servicio de Prevención de Solvay) en materia de prevención de riesgos laborales. Gascón elogia el trabajo de los sindicatos, que “ya no sólo controlan las obligaciones del empresario, sino que también se esfuerzan en explicar que todos tenemos derechos pero también obligaciones”.

Nuestro interlocutor, J. A. Gascón, es Licenciado en Ciencias Químicas y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en las especialidades de Seguridad, Higiene y Ergonomía, y Psicosociología. Lleva 25 años formando parte de Solvay. Empezó como ingeniero de producción y responsable de prevención de riesgos laborales en otra planta del Grupo Solvay en Tarragona. Actualmente -desde el año 2008- es el responsable del Servicio Prevención Propio de Solvay Martorell.

Riesgo típico de la actividad / mapa de riesgos
Solvay es una empresa de producción del sector químico y, como tal, los riesgos más habituales en su actividad son los derivados de la manipulación y la exposición de productos químicos. Al ser una actividad industrial, también están presentes otros tipos de riesgos genéricos, como los trabajos en altura, la entrada a espacios confinados o el trabajo en zonas clasificadas como de riesgo de incendio y explosión. Todos y cada uno de los trabajos que se desarrollan en el complejo y que están sujetos a riesgos, están evaluados y sometidos a las medidas de prevención adecuadas a cada caso.
Preguntado sobre los mapas de riesgos, nuestro interlocutor responde que “nuestros mapas están centrados en dos riegos específicos: ruido e iluminación (cuestiones ergonómicas) y peligro de incendio y de explosión. Nos sirve para señalizar e informar a los trabajadores de las zonas concretas de la planta donde deben protegerse de algunos riesgos concretos. Además, todos los trabajadores reciben formación de manera continua sobre las medidas de protección necesarias cuando entran en estas zonas específicas de la planta”.

Evaluación de riesgos / Auditoría del SGPRL
Solvay Martorell ha desarrollado una metodología propia de evaluación de riesgos basada y adaptada a partir de la propuesta de las entidades oficiales, como son la Generalitat de Catalunya y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (INSHT). Esta metodología se complementa con herramientas específicas del Grupo Solvay en referencia a los riesgos de exposición a agentes químicos y a otros riesgos ergonómicos habituales en la planta. Esta combinación asegura el cumplimiento de las normativas locales y, a le vez, de las internacionales. Por otro lado, la herramienta utilizada en Solvay facilita la visualización y la presentación de los datos, facilitando la interpretación de los resultados de la evaluación.
Con la entrada en vigor de la ley de prevención riesgos laborales se llevó a cabo la evaluación de todos los puestos de trabajo. Estas evaluaciones se mantienen debidamente actualizadas al aplicar el procedimiento interno de revisión donde se establece la periodicidad máxima de vigencia de una evaluación.
El Sistema de Gestión de Prevención de Riesgos Laborales (SGPRL) está basado en la especificación OHSAS 18001, que es certificado anualmente mediante una entidad acreditada; es decir, lo hace una entidad externa, además de ser examinado por las auditorías internas correspondientes.

Evaluación de riesgos, punto de partida de la prevención
“Desde la entrada en vigor de ley de prevención de riesgos laborales, las empresas se han ido preparando y han formado al personal para llevar a cabo las auditoría con éxito,  sin que exista problema alguno. Por otro lado, las administraciones y las agrupaciones empresariales se han esforzando en divulgar suficiente metodología para llevar a cabo estas tareas”, argumenta Gascón.

El conocimiento del riesgo y los procedimientos de trabajo han sido claves
para reducir la siniestralidad
“Las empresas como Solvay,  donde la seguridad es una prioridad en el centro de nuestra estrategia, ya están dotadas de las competencias necesarias tanto técnicas como humanas para poder realizar correctamente la evaluación de riesgos. Sin embargo, sí que hay que reconocer que, como pasa con cualquier normativa nueva, inmediatamente después de la entrada en vigor de la ley, hubo ciertos problemas de entendimiento (en buena parte por la falta de personal debidamente formado) y de aplicación de las evaluaciones, aspectos que, a lo largo de los años, se han ido corrigiendo. En 17 años toda la problemática se ha superado”.

Plan de Prevención e índices de siniestralidad
Solvay diseñó su plan de prevención, que se revisa periódicamente en función de los resultados en seguridad obtenidos en el centro. El seguimiento que se hace de los indicadores “muestra –dice J. A. Gascón- la necesidad de adaptarlo para conseguir acercarnos a los resultados más satisfactorios en este campo: la meta es no tener ningún accidente ni enfermedad profesional.
·Índices de siniestralidad (frecuencia-gravedad)
“Tenemos cero accidentes de personal propio con pérdida de tiempo de trabajo desde mediados de junio de 2010. En cuanto a los accidentes con tratamiento médico – pero que no suponen pérdida de jornada de trabajo- también tenemos cero accidentes desde julio del 2011. Además de estos resultados, se introdujo hace 4 años el seguimiento de un índice de frecuencia sobre lo que nosotros denominamos “accidentes de primera cura” (que no requieren tratamiento médico adicional) para poder evaluar la eficacia de nuestros sistemas de gestión de riesgos. A lo largo de estos años, también se ha conseguido reducir a una tercera parte el índice de frecuencia”, declara el responsable de prevención.
Al valorar dichos índices Gascón señala que “nuestros resultados muestran una evolución muy satisfactoria y una correcta eficacia del plan de prevención. Una de las medidas que, en nuestra opinión, nos está dando buenos resultados es la aplicación del denominado ‘plan de mejora de comportamientos’, diseñado por Solvay en su búsqueda continua de procedimientos de mejora de la seguridad de todos sus empleados”.
El plan de mejora de comportamientos cuenta con observadores formados en todos los departamentos –además del personal propio del servicio de prevención-   que observan el trabajo de las personas en la planta. Cuando detectan un comportamiento de riesgo, se acercan a estas personas y, a través del  diálogo, potencian los comportamientos adecuados y muestran la mejora que se puede adoptar para evitar el riesgo.

Medidas de protección colectivas / Manual de prevención
Solvay aplica medidas organizativas en la planificación y la preparación de los trabajos para una evaluación previa de los riesgos. También cuenta con un plan de emergencia interior (o plan de autoprotección) y efectúa los simulacros correspondientes. Anualmente, se hacen 12 simulacros parciales y 2 generales, que están absolutamente integrados en la rutina laboral de las plantas.
El centro de Martorell cuenta con instalaciones de detección de gases (fijas y portátiles) y, en el caso del Laboratorio, sistemas de ventilación y extracción de aire, así como cabinas para realizar ensayos y evitar la exposición a determinados productos.
También cabe mencionar la formación continua en seguridad, que es de carácter absolutamente obligatorio para todos los trabajadores (formados como mínimo 1 vez al año).  Así, en el último año se han impartido unas 3.800 horas de formación en seguridad, sobre temas muy variados, como asistencia sanitaria, tareas críticas, fichas de seguridad, actuación en caso de incendios, ergonomía, manejo de materiales y cargas, etc. Esta formación dedicada exclusivamente al área de seguridad, supone una media de 10 horas por persona y año.
·Manual de Prevención
Solvay dispone de un Manual Operativo para la prevención de riesgos laborales, que se entrega a cada trabajador, y también tiene un acceso directo desde la página inicial de la intranet. Este Manual, que ha sido elaborado por la empresa, recoge todas las contribuciones propuestas por los Delegados de Prevención, de manera que es un documento muy completo y muy valorado por todo el personal. Existe una versión abreviada del Manual, que se entrega a los contratistas que desarrollan cualquier actividad en el centro. El Manual constituye la base para la formación básica de seguridad, que es presencial y se imparte cuando entra a trabajar cualquier empleado (propio o externo).

Equipo de protección individual (EPI)
Los EPI de dotación básica son el casco, las gafas (existen dos tipos, frente a riesgo de proyecciones mecánicas o químicas), los zapatos de seguridad y los guantes. El vestuario también viene determinado por los riesgos que afronta cada tabajador. Es ignífugo, antiestático y ofrece protección frente a proyecciones químicas. Los trabajadores disponen de una tabla informativa para consultar, entre el resto de EPI disponibles, los que son más adecuados para cada tarea, en función de los riesgos que hay que evitar.
Además, en distintas zonas de la planta (en función del mapa de riesgos), hay distintos EPI para uso específico en las zonas señalizadas, como por ejemplo los dispensadores de tapones para proteger de la exposición al ruido.

Cada puesto de trabajo tiene EPIS específicos
Organización de la seguridad
A este respecto, J. A. Gascón dice que “tenemos un Servicio de Prevención Mancomunado (SPM), que dispone de los recursos personales y materiales necesarios para poder desarrollar la seguridad laboral preventiva para todas las empresas del Grupo Solvay ubicadas en el mismo centro”.
“Hay un comité de Seguridad y Salud –prosigue- con el que la empresa se reúne periódicamente para el seguimiento de los temas preventivos (estas reuniones se planifican y organizan trimestralmente). En este comité, participan los 4 delegados de prevención nombrados por los representantes de los trabajadores y, a su vez, 4 delegados más de sector, que refuerzan la tarea de los de prevención, cubriendo aquellos lugares donde los primeros no están habitualmente presentes. Todos estos delegados recogen las opiniones de los trabajadores y las transmiten al servicio de prevención directamente o bien en las reuniones del comité”.
“Cabe destacar que, una vez más, vamos más allá de lo establecido en la Ley en materia de seguridad, al haber creado la figura de los 4 delegados de sector, que refuerzan a los Delegados de Prevención”, subraya Gascón.
·Personal de seguridad
Solvay cuenta con 21 personas dedicadas a desarrollar las funciones de nivel superior (3 técnicos superiores en prevención de riesgos), nivel intermedio y nivel básico. Todos ellos reciben formación continua, dentro y fuera de la empresa.
·Presupuesto de protección laboral
No existe un presupuesto definido y concreto porque los costes del servicio de prevención están incluidos en los del servicio de seguridad y, a su vez, repartidos entre las diferentes unidades y servicios.  “Para  nosotros la prevención en seguridad no es una cuestión de costes: se gasta todo lo que sea necesario en cada momento para asegurar una completa protección de las personas e instalaciones”, afirma Gascón.
·Mantenimiento preventivo
Sobre este particular, J. A. Gascón manifiesta que “en nuestro servicio estamos reconocidos por la administración autonómica responsable del área industrial como mantenedores de nuestras instalaciones contra incendios (red contra incendios, bombas, instalaciones fijas de extinción…), de los extintores y de otros equipos de seguridad, como los equipos autónomos de respiración. Además, efectuamos el mantenimiento y la higienización de los equipos de protección respiratoria utilizados tanto en labores de proceso como de mantenimiento. Todas las actividades de mantenimiento de estas instalaciones y equipos quedan debidamente registradas y son auditables dentro de nuestro sistema de gestión de seguridad”.

Los simulacros forman parte de las actividades preventivas regulares de Solvay
Política de seguridad
La seguridad está integrada en la política de Desarrollo Sostenible del grupo, que es uno de sus pilares básicos y que está incluida en su estrategia como empresa. Solvay tiene expertos perfectamente formados en diversas áreas relacionadas con la seguridad: procesos, auditorías, evaluaciones, transporte, cultura, comportamientos, etc.
“La Política de Seguridad, establecida ya en 1992, se basa en 6 principios básicos: actuar en seguridad es una obligación de todos los empleados de la compañía;  nos comprometemos a aplicar rigurosamente todas las leyes y normas relacionadas con la Seguridad; nos ocupamos de la Seguridad en todo el ciclo de vida de nuestros productos y servicios; gestionamos nuestras plantas evitando al máximo el riesgo para nuestros empleados y para las comunidades vecinas; animamos a nuestros proveedores, contratistas y clientes a seguir políticas similares en materia de Seguridad; estamos comprometidos a mejorar en continuo nuestra seguridad, así como a mantener un diálogo constructivo sobre el tema con todos nuestros stake-holders (accionistas)”, cita Gascón.
En cada planta existe un documento de compromiso básico del sistema de gestión por el cual la dirección garantiza el cumplimiento de la legislación de prevención de riesgos, se compromete a mejorar continuamente las condiciones de trabajo, a eliminar y reducir los riesgos que puedan provocar accidentes o daños a la salud y a aportar los medios necesarios para desarrollar y cumplir con esta política. Y todo ello, garantizando la información y participación de los trabajadores y sus representantes.
·¿Prevención de accidentes, o salud ocupacional?
Solvay tiene la vista puesta en conseguir un cambio cultural que incorpore realmente la seguridad en el desarrollo de la actividad diaria. El medio es la percepción de los riesgos presentes en el entorno laboral donde se desarrolla la actividad. La seguridad debe formar parte del día a día y no ser contemplada como una responsabilidad única del servicio de prevención.

Entrevista:
J. A. Gascón, responsable del Servicio Prevención Propio de Solvay Martorell:

“La ley de Prevención de Riesgos Laborales ha impulsado
la participación de los trabajadores en la seguridad”


J. A Gascón considera necesario mejorar la percepción del riesgo para cambiar
los comportamientos inseguros
En opinión de este químico, con formación complementaria de técnico superior de prevención, la Ley supuso “una gran carga burocrática, la necesidad de “papeles para todo”. Entre los aspectos positivos destaca “la integración de la prevención en todas las actividades de la planta”.

-¿Qué opina de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-J. A. Gascón. Hasta la publicación de la LPRL se puede considerar que la cultura de seguridad que tenía la mayoría de las empresas españolas era la reactiva, es decir, corregir la causa de los accidentes una vez ocurridos. El gran salto dado con la aparición de esta ley fue el de empezar a actuar de forma proactiva y preventiva, para evitar que ocurrieran accidentes eliminando sus causas potenciales. En este sentido, la ley fue un gran avance, aunque su aplicación no estuvo exenta de dificultades (teniendo en cuenta que el concepto preventivo todavía en muchos casos no está del todo incorporado en la cultura de seguridad de las empresas).
Actualmente, en general, creo que se ha conseguido incorporar la prevención a la gestión burocrático-administrativa y a la incorporación de la aplicación de los requisitos legales. Aun así, falta el paso de incorporar la prevención como una actividad más del trabajo diario, que no cueste esfuerzo pensar en la seguridad y se perciba el riesgo de la actividad de manera que se pueda prevenir aplicando las herramientas legislativas y no legislativas de que se dispone. Cambiar poco a poco la cultura de seguridad.
   
-¿Qué destacaría de la misma? ¿Les ha ayudado en algo?
-J. A. G. Dos cosas. En primer lugar, la necesidad de contar con una estructura organizativa que aporte recursos necesarios para analizar las condiciones de seguridad y establecer la prevención -bien sea dentro de la propia organización o de forma externa, y de una forma reglamentada, con establecimiento de requisitos formativos para desempeñar esta labor. En segundo lugar, el impulso de la participación de los trabajadores de forma práctica, que estaba ya contemplado en el estatuto de los trabajadores.

-¿Cómo afectó a su empresa la reforma del marco normativo de la LPRL (Ley 54/2003)?
-J. A. G. Después de la entrada en vigor de la LPRL, nuestra organización ya se fue adaptando a lo allí contemplado, eligiendo un sistema de gestión adecuado para tratar los temas relacionados con la seguridad y salud de los trabajadores.
A partir de la citada reforma, y con el nuevo modelo de gestión, se puede decir que comenzó la integración de la seguridad y de la prevención en la línea operativa, dado que esta reforma sí que supone una mayor presencia de recursos a pie de obra y de coordinación entre los distintos actores presentes.  

-¿Ha chocado la aplicación práctica de la Ley (L.P.R.L) con la burocracia o la organización interna de la empresa?
-J. A. G. No hay duda de que la necesidad de evidenciar los requisitos de cumplimiento de la ley suponen una gran carga burocrática: es la necesidad de “papeles para todo”. La implantación de un sistema de gestión ayuda a poner orden entre todas las necesidades surgidas a raíz de la LPRL y de toda la normativa vigente y posterior. La integración de los sistemas de gestión de calidad y medioambiente con la prevención debería conducir a una racionalización práctica de las necesidades. Creo que éste es ahora el camino: simplificar integrar, racionalizar e incorporar la Prevención en nuestro día a día logrando que nuestros comportamientos incorporen como un acto habitual la prevención. Así mantendremos unas condiciones seguras más allá del cumplimiento legal.

-¿Qué papel desempeñan los sindicatos representados en la empresa en materia de seguridad? ¿Cómo valoran su actuación con respecto a la promoción de la Ley?
-J. A. G. Los sindicatos tienen un papel importantísimo, no sólo en la promoción de la ley (algo que ya vienen haciendo), sino también en el cambio de la cultura de seguridad entre los empleados. Creo que todavía queda mucho camino por recorrer pero, al menos en los casos que yo conozco, el relevo generacional está propiciando también un cambio en el entendimiento del papel que les toca desempeñar a los representantes sindicales de los trabajadores. Pienso que éstos ya no sólo controlan las obligaciones del empresario, sino que también se esfuerzan en explicar que todos tenemos derechos pero también obligaciones, que algunos riesgos son inherentes a las propias actividades y, que si logramos entre todos difundir la cultura preventiva, mejoraremos, disminuiremos y controlaremos esos riesgos. Las acciones correctivas serán más eficaces y la percepción del riesgo hará que mejore el comportamiento inseguro en el camino a la meta de cero accidentes.  

-¿Qué actuaciones desarrollan -o irán desarrollando- las Mutuas en el marco de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-J. A. G. En mi opinión, la segregación de la parte de prevención, que antes desempeñaban los técnicos especialistas de seguridad e higiene dentro de las Mutuas y su paso a los servicios de prevención ajenos, ha privado de una actividad de asesoramiento a las empresas. Este asesoramiento era muy útil y ahora podría complementar el trabajo de los técnicos de los servicios de prevención propios o mancomunados, como es nuestro caso. Podría abrirse de nuevo una línea de colaboración entre las empresas mutualistas y los expertos de las Mutuas, y mejorar el intercambio de experiencias y buenas prácticas.   

-¿Qué le parece la labor que desarrolla la Inspección de Trabajo?
-J. A. G. Manteniendo su actuación fiscalizadora, necesaria, debería evolucionar hacia un modelo más proactivo en prevención. Quizás esa labor corresponde más a las entidades de certificación de los sistemas de gestión y verificación del cumplimiento legal. Pero esta última parte debería desarrollarse, y que la Inspección de Trabajo actuase en parte como órgano asesor -directamente o por intermedio de organismos de inspección y control- en la verificación de los requisitos legales.

-Háganos un balance de la seguridad laboral, en términos generales, desde que entrara en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
-J. A. G. Nuestro sector, por la propia naturaleza de los procesos que se llevan a cabo, viene teniendo unos aceptables resultados de seguridad ocupacional. Los avances en el campo de la exposición a riesgos higiénicos son evidentes. Una consecuencia muy importante es la mejora de las condiciones de trabajo, sin distinción de proveniencia de los trabajadores. A partir de ahora, entiendo que se deberían ir incorporando los conceptos preventivos en la formación básica: educar, crear cultura preventiva desde los inicios educativos. Hoy, a ningún niño le extraña tener que usar cinturón de seguridad en el coche o, incluso, en los autobuses escolares, o llevar casco para ir en bicicleta... pero hay mucha labor educativa por realizar en este campo.   

-¿Cómo ve la protección laboral en el sector al que pertenece su empresa?
-J. A. G. Nuestro sector tiene unos buenos resultados en seguridad ocupacional, pero no ha alcanzado y mantenido la meta de cero accidentes. Se progresa y avanza en otras especialidades, pero en el campo de la organización del trabajo y de los factores de riesgo psicosociales hay todavía camino por recorrer.  

-¿Qué nota sacamos los españoles en cultura de la prevención dentro del ámbito laboral?
-J. A. G. En nuestro sector, creo sinceramente que la nota es notable; evidentemente no puedo decir lo mismo de otras actividades. Debemos trabajar para desterrar del pensamiento hispano la respuesta de “aquí no pasa nada”, “sólo es un momento”, “no me he dado cuenta” o “esto siempre se ha hecho así”. En definitiva, tenemos que desterrar el comportamiento de riesgo, que parece formar parte de nuestra cultura, modificarlo y  avanzar en la prevención. Cuando se entiende que usar casco al conducir una moto no es para evitar la sanción, sino para rebajar las consecuencias de un accidente, es cuando empieza a funcionar la cultura preventiva.

-¿Diría usted que la seguridad y la protección son partes del proceso productivo en sí mismo?
-J. A. G. A mi modo de ver sí. Tengo que matizar que para mí el concepto seguridad es muy amplio, y la protección es una parte de la misma. La seguridad abarca todo el proceso: desde el diseño, la planificación, la construcción, la organización, los procedimientos de trabajo, etc. Con todo esto obtendremos un entorno seguro, al desarrollar un proceso en el que se han identificado y evaluado los riesgos, se ha corregido lo corregible y, finalmente, se ha previsto la protección necesaria.
  
-¿Se llega a ver en algunos casos la protección como un obstáculo?
-J. A. G. Todos los elementos de protección individual son de por sí un obstáculo, porque son aditamentos que no usamos habitualmente y los tenemos como un molestia. Por ello, es importante la participación del usuario final en la selección del “menos molesto” entre los que son adecuados y han sido seleccionados por los expertos para protegernos del peligro identificado y no eliminado. Así se facilita la aceptación del uso. En este proceso, se debe explicar el porqué de la protección y qué características tiene, cómo se usa y qué eficacia se logra con la protección.

© Manuel Domene Cintas

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