SECCIONES DE INTERÉS

lunes, 12 de marzo de 2012

Los competidores de las águilas

Además de expertos escaladores, los trabajadores verticales efectúan trabajos diversos en suspensión (Foto gentileza de Jorge Lozano. Portugal)

Enfrentado (con garantías) a la gravedad

Trabajar en una torre eléctrica es un desafío para la seguridad del trabajador (Foto gentileza de Jorge Lozano. Portugal)

Trabajo en suspensión

Las técnicas de acceso vertical permiten ejecutar trabajos en suspensión (Foto gentileza de Jorge Lozano. Portugal)

¿El nido del cuco?

La seguridad en los trabajos de altura no ofrece segundas oportunidades (Foto gentileza de Jorge Lozano. Portugal)

miércoles, 7 de marzo de 2012

Protón Electrónica, una pyme sobresaliente en prevención

(PL 67) VANGUARDIA DE LA PROTECCIÓN. VGN-Protón.doc. Manuel Domene. Palabras: 3.354
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¡Y no es por casualidad, sino por causalidad!

La prevención y la seguridad-salud de sus colaboradores son, con la propia subsistencia de la empresa, la prioridad de Protón Electrónica

Prevenir los riesgos del trabajo no es un coto vetado a las pymes. Es un asunto de voluntad… buena voluntad, de anteponer la calidad de vida laboral al afán de lucro.
Esta pyme, con siete personas, carece de representación sindical. Pero ha recibido felicitaciones de las organizaciones sindicales por la promoción, fundamentalmente práctica, que hace de la Ley (LPRL).
Ángel Vidal, fundador y administrador de Protón, aprecia avances en la prevención que se hace en nuestro país, prevención que va pasando “de ser una actividad para evitar sanciones a convertirse, poco a poco, en un pilar de la responsabilidad social de las empresas”. Y es que las pymes no están exentas de compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa, como tampoco están exentas de la posibilidad de sufrir accidentes de trabajo.

Protón Electrónica aún no ha elegido Delegado de Prevención, pero todos sus trabajadores hacen seguridad, por convencimiento y por sentirse concernidos. Desde hace más de cinco años la empresa no ha tenido que registrar un solo accidente laboral. ¡Y no es casualidad, sino causalidad!

Sobre la compañía
Protón Electrónica, S.L.U. es una pyme fundada en 1981 en Bilbao y ubicada actualmente en la localidad próxima de Trápaga. Tiene por objeto proporcionar un Servicio de Asistencia Técnica rápido y eficiente, a un precio competitivo, en el sector de la electrónica.
En la actualidad se ha especializado en la instalación, reparación y mantenimiento de equipos electrónicos relacionados con el suministro, acondicionamiento y eficiencia de la energía eléctrica. Dispone de un centro de trabajo con 7 personas.
Ha obtenido la certificación OHSAS 18001:2007 en el año 2008  y el Premio en Prevención de Riesgos Laborales otorgado por el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral OSALAN para empresas de menos de 50 personas en 2009. Asimismo, es  empresa candidata a los Galardones Europeos en Seguridad y Salud Laboral 2010-2011 otorgados por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, participando activamente en sus campañas, en el Foro de Prevención de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal y en los Encuentros para Prevención de Riesgos en el Sector del Ferrocarril.

Riesgos, su evaluación, mapas…
“Por la naturaleza de su actividad, el riesgo de Protón Electrónica es el eléctrico en las  tareas específicas. El accidente eléctrico puede presentarse por contacto directo con partes activas (en tensión) de la instalación, o por contacto indirecto debido a un defecto de la instalación (aislamiento, puesta a tierra, etc.).
Al riesgo eléctrico cabe añadir los propios de la asistencia a domicilio, como son los desplazamientos por carretera, así como los riesgos diversos de los centros de trabajo a los que acudimos a desempeñar nuestro trabajo”, indica Ángel Vidal, responsable de seguridad y salud de la empresa.
Además, Protón Electrónica elabora un ‘mapa individualizado’ de riesgos por equipo y ubicación concretos.
Todos los prevencionistas saben que el abc de la prevención empieza en la evaluación de riesgos, un proceso continuo que exige actualizaciones porque el riesgo es un concepto dinámico. Por esta razón, nuestro interlocutor subraya que “realizamos la evaluación de riesgos con apoyo del Servicio de Prevención Ajeno. El sistema está auditado interna y externamente como corresponde  a la certificación OHSAS 18001:2007”.
Preguntado sobre las dificultades que plantea la evaluación de riesgos a toda empresa –máxime si es una pyme-, Ángel Vidal corrobora que “en general, las empresas pueden disponer de los recursos suficientes para realizar la evaluación de riesgos en proporción a su tamaño. En nuestro caso, no hemos encontrado dificultades, pero hemos querido compartir la responsabilidad y los puntos de vista con un servicio especializado.

Siniestralidad Cero
Siguiendo el protocolo preventivo, la firma revisa y actualiza anualmente la evaluación de riesgos y, de este modo, el Plan de Prevención se mantiene actualizado con la situación de las acciones en curso o finalizadas.
El objetivo de siniestralidad cero que persiguen tantas empresas es una realidad tangible y constatable en Protón Electrónica: cero frecuencia y cero gravedad. El último registro negativo es un recuerdo que acaeció hace más de cinco años, constituyendo el único siniestro relevante con baja por accidente de tráfico “in missio” en 30 años (cumplidos en 2011).
Como cabía esperar, el responsable de seguridad y salud de la empresa valora dichos índices muy satisfactoriamente. Aún así, es consciente de que la probabilidad de accidentes es directamente proporcional al número de trabajadores, por lo que en este caso, la pyme tiene ‘ventaja’. Otro punto favorable para la pyme es el elevado grado de concienciación sobre seguridad laboral que se obtiene con plantillas reducidas. Pese a todo, Protón no baja la guardia ni se duerme en los laureles, pues son conscientes que estancarse en seguridad es, sin ningún remedio, retroceder, esto es, jugar con la abrupta posibilidad de aumentar la siniestralidad.

Protección colectiva e individual
“El tipo de tareas que realizamos, fundamentalmente a domicilio, determinan que las medidas colectivas se reduzcan a un adecuado mantenimiento y control de nuestras instalaciones, equipos y vehículos en el sentido clásico de la pregunta. Desde nuestro punto de vista, la formación y la información sistemática en la organización, son una protección colectiva intangible pero altamente eficaz”, argumenta Ángel Vidal.
Y, como cita nuestro interlocutor, una protección colectiva intangible, aunque de gran valor, es el Manual de Prevención, del que dice que “disponemos de un Manual Integrado de Calidad y Prevención en el que se integrará este año el Medio Ambiente. La disciplina que emana de dicho manual puede condensarse en “consolidar, mantener y mejorar continuamente programas preventivos de gestión de Calidad y de Seguridad y Salud Laboral, proporcionando los recursos, humanos, técnicos y económicos, que desarrollen los programas y garanticen un alto nivel de desempeño en la Calidad de nuestros productos y en la Seguridad y Salud Laboral”.
En cuanto al equipo de protección individual (EPI), Vidal precisa que “distinguimos entre los EPI propios de la actividad y los disponibles en previsión de su necesidad en los centros de los clientes”. En la tabla que se adjunta (“Equipos de Protección Individual”) figuran también elementos de protección que no son EPI en sentido estricto.

EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL
Los trabajadores disponen de diversos EPI para la realización de sus tareas, habiendo sido informados sobre el manejo y mantenimiento de los mismos.
TIPO DE EPI
NORMA
Guantes dieléctricos Clases: 0 (1000V) y 00 (500V)
EN 60903
Guantes de látex desechables
EN 455-1-1-3
Guantes piel cabritilla
EN 388:1994
Guantes nitrilo
EN 3880001
Guantes protección riesgo químico
EN 374
Guantes de protección térmica “Nomex”
EN 407
Pantalla facial de protección frente al arco eléctrico
EN 166
Calzado aislante de la electricidad
EN 50321
Botas de seguridad ‘Voltio’
EN 20345
Plancha dieléctrica (12.000 V)
VDE 0303
Mascarilla
EN 149:2001
Lavaojos y piel para protección química “Diphoterine”
Dispositivo Médico 93/42/CE
Ropa laboral: Pantalón, Polo, Chaleco
EN 340, EN13934
Adicionalmente, los trabajadores disponen de otro equipo para la prevención de riesgos correspondiente a los centros de trabajo a los que se desplazan, habiendo sido informados sobre el manejo y mantenimiento de los mismos.
OTROS EQUIPOS
NORMA
Casco de seguridad amarillo con barboquejo
EN 397:1995
Pantalón Ignífugo fibra carbono antiestático, con protección química
EN 531, EN 1149, EN 13034
Cazadora Ignífuga fibra carbono antiestático, con protección química
EN 531, EN1149, EN13034
Gafas de seguridad
EN 166-169-170-172
Tapones auditivos Ultrafit
EN 352-2
Chaleco reflectante
EN 471

Organización preventiva
Nada hay más cierto que el movimiento se demuestra andando, hecho que ratifica Protón Electrónica con su organización preventiva, una muestra palpable de que las pymes pueden equipararse a las empresas, siempre que exista esa voluntad.
Así describe Ángel Vidal este aspecto organizativo de su empresa: “sólo somos siete personas, por lo que, inicialmente y a falta de candidatos a Delegado de Prevención, creamos la figura del Enlace de Prevención, con las mismas funciones y créditos horarios que un Delegado. La designación es por turnos rotatorios de seis meses, por orden de antigüedad en la empresa. En la actualidad, y cuando todas las personas ya han estado de “turno”, tenemos previsto llevar a cabo en breve la elección de Delegado de Prevención.
Sin duda, la seguridad laboral es materia que concierne a todos, máxime en una pequeña empresa. Por eso, Vidal señala que “ninguna persona de nuestra organización se dedica de manera exclusiva a las labores de seguridad. Ahora bien, de un modo parcial, e integrado en las tareas diarias, todos hacemos seguridad.
Sobre el presupuesto destinado a protección, el responsable de seguridad y salud laboral de Protón responde que “es difícil contestar a esa pregunta con propiedad. Si consideramos protección laboral la reposición de EPI, sería poco más de 1.000 € por año. Si valoramos el tiempo dedicado, las auditorías necesarias para mantener la certificación OHSAS, la selección y mantenimiento adecuado de equipos de trabajo e instalaciones, la coordinación empresarial…, se superará con facilidad los 12.000 € / año. Lo que no es ni poco ni mucho, simplemente lo que nuestra organización necesita para funcionar óptimamente.
Y para ese funcionamiento, la empresa también actualiza la seguridad. Para ello participa en las actividades formativas e informativas que promueve OSALAN, el INSHT, la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, el Foro de Prevención de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, los Encuentros de Prevención de Riesgos del Ferrocarril, las actividades que convoca el Servicio de Prevención Ajeno…

Política en materia de seguridad
Como sus hermanas mayores, esta pyme equipara calidad y seguridad-salud laboral, convirtiéndolas en partes ‘sine qua non’ de sus Política de Seguridad.
“La calidad y seguridad y salud laboral y su gestión es responsabilidad de la dirección y los mandos de la empresa, que tienen la obligación de aplicarla en el mismo grado que el resto de las funciones profesionales encomendadas. Para ponerla en práctica, Protón Electrónica realiza la prevención de riesgos laborales mediante la integración de la actividad preventiva y adoptando las medidas necesarias para salvaguardar la protección de los trabajadores. En este contexto, uno de nuestros compromisos es identificar, evaluar y mantener actualizados los riesgos de seguridad y salud laboral dentro de nuestras actividades, al igual que aquéllos que surjan de cambios y modificaciones en las mismas, y en particular de las variables que introducen los trabajos a domicilio, procurando eliminar los riesgos o, al menos, tenerlos bajo control”, sentencia Ángel Vidal.
La política descrita lleva a afrontar con el mismo énfasis la prevención de accidentes y la salud ocupacional, pues, esta pyme “cree en la seguridad y salud laboral como un conjunto indisociable”.
Las actitudes y comportamientos preventivos se evidencian, según declaran, en “la ejemplaridad y rigor por parte de la Dirección. Compartir buenas prácticas y fomentar el cumplimiento de la normativa en las actividades diarias”.

Entrevista 
Ángel Vidal, Responsable de Seguridad y Salud de Protón Electrónica:

“La Ley de Prevención de Riesgos Laborales nos ha ayudado a generar una sistemática de trabajo que no teníamos”

Nadie nace enseñado. Por eso, esta pequeña empresa ha obtenido, con el cumplimiento de la LPRL, una sistemática de trabajo que no tenía y que le ha valido premios y reconocimientos por su labor preventiva.
Ha sido el convencimiento y el deseo de hacer las cosas bien, pues las ayudas institucionales han sido escasas: los Servicios de Prevención Ajenos ofrecen servicios poco personalizados rayanos en mínimos legales, mientras que la Inspección de Trabajo dispone de escasos recursos para desarrollar actividades preventivas, optando por una labor de investigación y sanción cuando –muchas veces- el daño en la salud de las personas ya es irreparable.

A renglón seguido, el coloquio de Manuel Domene con Ángel Vidal, en su papel de Responsable de Seguridad y Salud de Protón Electrónica.

-¿Qué opina de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-Ángel Vidal. Que es necesaria y que precisa fomentar su aplicación de un modo proactivo, simplificando, concretando y apoyando su aplicación en las pymes. La iniciativa Prevencion10.es del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo va en ese sentido.

-¿Qué destacaría de la misma? ¿Les ha ayudado en algo?
-A. V. Es el marco de referencia. En la actualidad, promover su cumplimiento, nos está originando más problemas que beneficios desde el punto de vista de competitividad de la empresa.

-¿Cuál es el espíritu de la reforma del marco normativo de la LPRL (Ley 54/2003) y cómo afecta a su empresa?
-A. V. A nuestro entender, -y no somos profesionales de la Prevención que se aprenden los números de los artículos de memoria- la reforma plantea una redacción inicial de la Ley, que es voluntariosa en los objetivos, pero poco específica en la aplicación práctica.

-¿Ha chocado la aplicación práctica de la Ley (L.P.R.L) con la burocracia o la organización interna de la empresa?
-A. V. No. Ha precisado generar una sistemática de trabajo que no teníamos y que ha promovido, entre otras cosas, la obtención del premio OSALAN y nuestra nominación a los Galardones Europeos. Sin embargo, nuestra propuesta si está chocando con la burocracia y la organización de muchos de nuestros clientes.

-¿Qué papel desempeñan los sindicatos representados en la empresa en materia de seguridad? ¿Cómo valoran su actuación con respecto a la promoción de la Ley?
-A. V. Nuestra empresa, con 7 personas, carece de representación sindical. Pero hemos recibido felicitaciones de las organizaciones sindicales por la promoción, fundamentalmente práctica, que hacemos de la Ley y también su apoyo tanto en la obtención del premio OSALAN como en nuestra actual candidatura a Galardones Europeos.

-¿Qué actuaciones desarrollan -o irán desarrollando- las Mutuas en el marco de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-A. V. Actualmente, las Mutuas, entendidas como Servicio de Prevención Ajeno, tienen un camino por recorrer para pasar de ser un “requisito legal” tendente a justificar el cumplimiento normativo, con frecuentes evaluaciones de riesgos de “corta-pega”, a proporcionar un servicio más personalizado y orientado a una prevención práctica más allá de los mínimos legales.

-¿Qué le parece la labor desarrollada hasta la fecha por la Inspección de Trabajo?
-A. V. Desconozco -y en el contexto actual se podría considerar una buena noticia- la labor de la Inspección de Trabajo. Las referencias que tengo son las que me llegan por participar en foros y acciones formativas. Con esa  insuficiente información, parece que disponen de escasos recursos para desarrollar actividades preventivas y que su actuación se centra en actividades investigadoras y sancionadoras de siniestros ya ocurridos.

-Háganos un balance de la seguridad laboral (en términos generales) desde que entrara en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
-A. V. En mi opinión, la prevención ha avanzado notablemente en los últimos cuatro años, pasando de ser una actividad para evitar sanciones a convertirse, poco a poco, en un pilar de la responsabilidad social de las empresas.

-¿Cómo ve la protección laboral, en términos generales, en el sector al que pertenece su empresa?
-A. V. Como comentaba anteriormente, hay avances muy significativos en los últimos años. Nuestro sector, el eléctrico, se caracteriza por no tener muchos accidentes en comparación con otros sectores, pero los que hay son particularmente graves, como en el caso de los riesgos químicos, el riesgo eléctrico, es considerado como un riesgo especial.
La utilización de los EPI y equipos es mejorable, resulta poco habitual ver a un trabajador frente a un cuadro eléctrico abierto, con su pantalla de protección facial, sus botas y guantes aislantes, su equipo de medida con la categoría de aislamiento adecuada, calibrado y con su verificación actualizada…
La coordinación empresarial en muchas ocasiones no se realiza y se carece de los permisos para realizar tareas eléctricas. Estamos perdiendo clientes en beneficio de empresas que ponen “menos pegas” que nosotros para prestar servicios con riesgo eléctrico.

-¿Qué nota sacamos los españoles en cultura de la prevención dentro del ámbito laboral?
-A. V. Nuestro grado de exigencia con nosotros mismos como empresa es alto y en consecuencia resultamos unos duros evaluadores. De un 0 a un 10 y con cada vez más notables excepciones de empresas ejemplares, pondríamos un 5, lo justo para no ser sancionados.

-¿Diría usted que la seguridad y la protección son partes del proceso productivo en sí mismo?
-A. V. Naturalmente, del mismo modo que deben formar parte del diseño de equipos e instalaciones.

-¿Se llega a ver en algunos casos la protección como un obstáculo?
-A. V. Con mucha frecuencia, “estamos tan protegidos que no podemos trabajar”.

*Manuel Domene. Periodista.

DESPIECE 1
El hombre que sabía lo que tenía que hacer
Ángel Vidal Herrer, nacido en Bilbao en 1959, es fundador, administrador y responsable de seguridad y salud laboral de Protón Electrónica SLU.
Reconoce haber perdido clientes en favor de otras compañías menos exigentes en la seguridad. Sin embargo, para este bilbaíno la seguridad, materia que no suele ofrecer segundas oportunidades, es prioritaria en cualquier trabajo, especialmente en el sector eléctrico.
En 1981, con sus ahorros y la indemnización percibida por despido, emprendió la adquisición de un pequeño local de 60 m2 en Bilbao, y ese mismo año fundó la empresa, inicialmente como autónomo, y posteriormente como Protón Electrónica, su denominación actual.
La autoformación ha sido una constante en su desarrollo profesional. Electrónica y Diseño de Circuitos, primero; calidad según el modelo europeo de excelencia y prevención de riesgos laborales, después. Incumplir las normas de seguridad laboral por afán de lucro, nunca.
Ángel Vidal, colaborador de la Fundación Vasca para la excelencia Euskalit y miembro de su  Club 5S, Diploma Premie y modelo de Buenas Prácticas del Departamento de Innovación y Promoción Económica de la Diputación Foral de Vizcaya, postula ahora la candidatura de su empresa a los Galardones Europeos en buenas prácticas en Seguridad y Salud Laboral. De obtenerlo, será la primera empresa industrial española en conseguirlo. Un hombre y una Pyme sin complejos en prevención laboral, porque saben qué es lo que tienen que hacer.

DESPIECE 2
Protón, premio europeo por sus buenas prácticas preventivas
Las buenas prácticas preventivas siempre tienen premio: mejora la seguridad y salud en la empresa, al tiempo que se opta al reconocimiento social a través de los premios que concede la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (ASST).
Convencida de su buena gestión preventiva, Protón Electrónica  optaba a los galardones a las buenas prácticas de la ASST. El fallo de los premios, el 28 de abril (día mundial de la seguridad y salud laboral) reconocía el mérito de esta pyme que, entre sus buenas prácticas preventivas, ha desarrollado un modelo para la coordinación empresarial durante la reparación y el mantenimiento.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo había convocado la décima edición de los Galardones Europeos a las Buenas Prácticas en el marco de la campaña “Trabajos saludables. Bueno para ti. Buen negocio para todos”, que en 2010 y 2011 aborda el tema de mantenimiento seguro y preventivo.
El objetivo de los galardones es demostrar, mediante ejemplos concretos, los beneficios que se derivan de la implementación de las buenas prácticas en materia de seguridad y salud en el trabajo para empresarios y trabajadores y reconocer a aquellas organizaciones que han implantado proyectos más innovadores y eficaces en este ámbito.

Pie de Foto “El Equipo”:
El equipo humano de Protón asume la seguridad como una parte fundamental de su trabajo en la que nunca debe relajarse la vigilancia

Pie de Foto “Midiendo 2”:
Por la naturaleza de su actividad, el riesgo típico de Protón Electrónica es el eléctrico

Pie de Foto “Midiendo 1”:
El accidente eléctrico puede presentarse por contacto directo con partes activas (en tensión) de la instalación

Pie de Foto “Midiendo 3”:
Entre otros EPI, Protón surte a sus trabajadores con diversos tipos de guantes (dieléctricos, látex, piel, nitrilo, térmicos), pantalla facial contra el arco eléctrico y calzado aislante

Pie de Foto “Gerente”:
Como gerente de Protón Electrónica, Ángel Vidal se ha marcado el objetivo de “consolidar, mantener y mejorar continuamente los programas preventivos”

Un operario con mucha luz

Una buena iluminación es condición necesaria para ejecutar el trabajo con seguridad. (Foto gentileza de Peli Products)

¡Hay que tener cabeza!

La protección integral de la cabeza se basa en un casco, complementado con pantalla facial, equipo de respiración y linterna (Foto gentileza de MSA Española)

De los pies a la cabeza

Una buena protección siempre empieza por los pies (foto gentileza de Bellota)

El homo-extintor en duelo contra el fuego

El incendio forestal, la gran prueba de fuego para las brigadas de extinción, que se salda con la pérdida de vidas humanas

Fuegos desbocados

Mucha maña, fuerza y horas de entrenamiento son necesarias para acotar un fuego desatado (Foto gentileza de la Direcció General d'Emergències. Generalitat de Catalunya)

Riesgos ocultos (y letales)

La electricidad no se detecta con los sentidos, aunque está en el tajo, y supone un peligro mortal (ilustración gentileza del Departament de Treball. Generalitat de Catalunya)

La limpieza no está reñida con la eficacia

Lo que bien empieza, bien acaba. ¿Por qué hemos de aceptar como inevitable que los trabajadores de obras públicas vayan mal vestidos, cuando puede evitarse? (Foto gentileza de Composan)

Sujetos a la vida

Las caídas, uno de los principales riesgos laborales del totum revolutum que es una obra de construcción (foto gentileza de la Fundación Laboral de la Construcción)

Crecerse con la adversidad


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(PL 70) TRIBUNA. TNA-Crecerse.doc. Manuel Domene. Palabras: 787 
Creo que nadie discute ya que toda crisis encierra una oportunidad. También es cierto que cualquier momento es bueno para la mejora. Pero, en tiempos de crisis, dicha mejora ya no es materia optativa, sino pura y dura necesidad. Aunque no nos gusta la crisis, queremos destacar los efectos positivos que pueden derivarse cuando las empresas están dispuestas a batirse el cobre para seguir en el mercado. Y no seguir de cualquier manera, sino con una posición reforzada, mayor solvencia y experiencia crecida.

Aunque parezca una obviedad, la clave está en poner el acento en lo que es realmente importante. El cometido de Tomás Bodero y Dragon Gloves es satisfacer –y superar de forma ostensible- las expectativas actuales y futuras de dos grupos de interés vitales para cualquier empresa: sus clientes y sus empleados. Un cliente satisfecho es un cliente fiel; y un empleado satisfecho es un trabajador comprometido con la organización, su política y objetivos.

La política de esta empresa siempre ha privilegiado la relación con el cliente. Entendemos que un cliente se muestra fiel con el prestatario de un servicio cuando deja de percibirlo como un mero proveedor para convertirlo en un socio tecnológico, un aliado cercano, comprometido y capaz de sentir como propias las necesidades de la empresa cliente. En este sentido, nuestra empresa siempre ha impulsado la política de proponer mejoras que repercutan positivamente en la actividad de nuestros clientes.

En cuanto a nuestra política de personal (segunda clave de gestión) la empresa prima la incorporación de personas que sintonizan con nuestra cultura de empresa, principios y valores. Lo que se complementa con una gestión de personal innovadora orientada al desarrollo individual y profesional al abrigo de la organización.

No podemos dejar de citar un tercer vector que creemos clave en la gestión empresarial actual. Nos referimos a la innovación. Han corrido los ríos de tinta al respecto, así que vamos a evitar la teorización. Para Tomás Bodero innovar no es sólo desarrollar nuevos productos/servicios, sino también incidir en la creación de una cultura de cambio en nuestra organización y nuestras actividades, para adaptarnos al entorno complejo y cambiante que nos toca vivir. Así, la cultura empresarial que estamos diseñando –basada, como decimos, en el cambio- contempla aspectos que constituyen el abc temático de las escuelas de negocios, a saber: planificación estratégica, optimización de costes, externalización de servicios con profesionales de reconocida solvencia, apertura de nuevos mercados e internacionalización, aplicación de las mejores técnicas de marketing en el horizonte coste-beneficio, conseguir las mejores fórmulas de financiación, etc.

Pero, al margen de las citadas estrategias, en la gestión de una empresa no puede faltar la ilusión que –nadie lo duda- es un factor económico de primer orden. Sin ilusión todo queda reducido a la nada. Con ilusión, empeño y trabajo constante es posible crecer pese a la crisis.

Los tres factores clave citados (clientes, personal e innovación), gestionados en un contexto de cultura de cambio en nuestra empresa, se han convertido en un portentoso resorte, la palanca con la que despejamos los obstáculos de nuestro camino. La empresa que ha perdido este resorte se encuentra a merced de los elementos, como el barco en medio del temporal que pierde su aparejo y timón. Por eso, porque conservamos el resorte de nuestra ilusión, el buen hacer de nuestra gestión, y el timón de nuestra nave, Tomás Bodero sortea con éxito las dificultades que conlleva la actual crisis económico-financiera. Y, con humildad, nos atrevemos a decir que es posible crecerse con la adversidad, pues es ésta el catalizador que dispara nuestras alertas y pone en marcha los mecanismos de defensa. Por decirlo con más rotundidad: toda empresa que quiera sobrevivir, sobrevivirá al precio de modificar su entorno… Porque, o modificas el entorno, o el entorno te modifica. Crecerse con la adversidad es modificar el entorno… para hacerlo, obviamente, favorable.

Como conclusión, y sin ánimo de propalar un triunfalismo bisoño o carente de base, queremos transmitir al sector de la protección laboral de nuestro país que hay vida durante y después de la crisis –como la hubo antes. Honorato de Balzac decía que “la resignación es el suicidio cotidiano”. Quien se resigne está muerto para el mercado. De eso no puede cabernos duda alguna.

Y no acabaremos sin una última consigna: “se alza vencedor quien se cree capaz de ello”. ¿Qué más puede decirse? Por eso, Tomás Bodero trabaja con ilusión, método y moral de victoria, porque nos sabemos capaces de vencer, y nos crecemos con la adversidad.

© Manuel Domene Cintas. Periodista
Artículo creado para el Departamento de Marketing de Tomás Bodero, S. A.

martes, 6 de marzo de 2012

Sueño y vida

RIESGOS EMERGENTES. RIEM-Sueño1.doc. Manuel Domene (4.731 palabras)
  
Con un enfoque diferente al de Calderón de la Barca, podemos asumir la sentencia de que “la vida es sueño” o, precisando aún más, decir que la calidad de vida depende de la calidad del sueño. Y así podemos inferir otros razonamientos en el campo laboral: ¿Depende la seguridad de la calidad del sueño? Rotundamente, sí. De hecho, existe una relación inversamente proporcional. Es decir, a menor calidad del sueño, mayor probabilidad de que se produzcan accidentes. Así pues, conviene que el mundo de la prevención sea consciente de la importancia que tiene el sueño, que ha sido declarado ‘problema de Estado’ en países de nuestro entorno. Y es que la vida es sueño e, indiscutiblemente, ¡el sueño es vida! De ahí que celebremos el Día Mundial del Sueño.


























La mala calidad del sueño se perfila como un riesgo emergente en el ámbito preventivo. Prueba evidente de la gravedad del problema –que ha llevado a algunos países a ir tomando iniciativas- es que se haya instituido el 19 de marzo como el “Día mundial del Sueño”, que aboga por el sueño de calidad para “vivir plenamente despierto”.
La catalepsia es un ataque repentino e incontrolable de sueño, que puede ir acompañado de cataplejia (pérdida del tono muscular)
La literatura médica documenta más de ochenta patologías del sueño, entre las que son prevalentes trastornos como el insomnio, apnea del sueño, turnos de trabajo rotatorios, síndrome de piernas inquietas, etc). En España, donde aproximadamente un 10% de la población sufre de insomnio crónico, y un porcentaje similar necesita medicación para dormir, se constata un incremento progresivo de los trastornos del sueño entre la población, trastornos que pueden derivarse de otros desórdenes (como la obesidad) y que producen manifestaciones como la apnea del sueño, que afectaría a un 6% de la población.
El Día Mundial del Sueño se instituye para recordarnos la importancia que tiene el sueño en la vida del ser humano. Simultáneamente, es una llamada de atención a la sociedad sobre los asuntos pendientes en este campo y que incluyen aspectos sanitarios, educación para la salud y seguridad vial. El Día Mundial del Sueño, organizado por la World Association of Sleep Medicine, está promovido en España por la Sociedad Española del Sueño.
El sueño (problema de ir mal dormido) no tiene una solución mecánica como la que podría administrar un EPI (imaginemos que existiera un casco, o algo más sutil: un parche para adherir a la piel, susceptibles de inhibir la somnolencia ¡Sin drogas, ni efectos indeseables!). Lamentable –o afortunadamente-, hoy el sueño no se puede combatir con el uso de los EPI. La manera más natural de combatirlo es durmiendo bien las preceptivas 8 horas de nuestro periodo de descanso.

¿Qué es el sueño?
El sueño es una actividad fisiológica agradable y reparadora. Las alteraciones del sueño, que se manifiestan en exceso o defecto, afectan negativamente a diversas funciones fisiológicas y psicológicas, lo que tiene consecuencias para el organismo. Así, la falta de descanso cursa, en el ámbito físico, con manifestaciones como el cansancio; en el ámbito emocional, con marcados cuadros de irritabilidad o irascibilidad; y en el ámbito psicológico con estados de dispersión mental y falta de concentración. Mayoritariamente, los trastornos del sueño aparecen en cuadros de morbilidad general, riesgo cardiovascular o diabetes. Por otra parte, la somnolencia excesiva es uno de los factores principales de accidentalidad y está vinculada a uno de cada cuatro siniestros en carretera.
Jorge Iriarte, investigador del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) y neuro-fisiólogo de la Clínica Universitaria de Navarra, apunta que “dormir es un proceso fisiológico necesario para el ser humano. No sabemos por qué ni para qué dormimos, pero sí sabemos las consecuencias de dormir poco o mal. Aunque no sepamos cómo, sabemos sus efectos: dormir es descansar, recuperar. Una de las torturas en campos de concentración era imposibilitar el sueño. De hecho, se ha demostrado que algunos animales mueren tras varios días sin dormir”.
El dormir es algo cíclico, que no siempre conseguimos. Dormir mal no mata pero sí deteriora las condiciones de vida en todas las edades. Influyen los factores psicológicos, físicos y ambientales. Las píldoras para el insomnio sólo atacan el síntoma, pero no la causa. La terapia pasa por descubrir la causa o causas y seguir pautas de conducta durante el día: organizar los horarios de comida con regularidad, evitar el café y las bebidas excitantes a partir de media tarde, hacer ejercicio físico ligero diariamente, pero no inmediatamente antes de acostarse. Evitar cenas copiosas o la ingesta de alcohol, dejando un intervalo de tiempo antes de acostarse. Evitar alimentos susceptibles de provocar ardor gástrico o excesiva diuresis, que pueden obligar a levantarse durante la noche. Es conveniente meterse en la cama sólo cuando empecemos a sentir sueño, no habrá en la habitación luz o ruido, estando ésta a temperatura moderada (ni frío ni calor). La estabilidad horaria (acostarse y levantarse a la misma hora) favorece el sueño.
En caso de insomnio, la auto-medicación es un grave error: como cualquier otra anomalía funcional, el trastorno del sueño requiere un diagnóstico para hallar la causa e instaurar el mejor tratamiento posible. Combatir los síntomas no supone acabar con el problema.
Por experiencia, sabemos que no todo el sueño es bueno. Durante el sueño nocturno (normal) alternamos dos estadios diferentes, que se conocen como sueño REM (abreviatura de ‘Rapid Eyes Movements’ – ‘Movimientos Rápidos de los Ojos’) y sueño no-REM (NREM), en ciclos de 90 a 120 minutos. Así, una noche normal consta de 4-5 ciclos, progresando el sueño ordenadamente desde la vigilia, a través de las cuatro etapas del sueño NREM, hasta el inicio del primer periodo REM.
Las fases del sueño NREM, que representa las dos terceras partes de todo el sueño son:
-Estadio 1 (5%). Sueño superficial o de adormecimiento. La actividad cerebral disminuye y los ojos se mueven lentamente, disminuyendo la frecuencia cardíaca y respiratoria. No obstante, es fácil despertar.
-Estadio 2 (50%). Sueño ligero, sin movimientos oculares y enlentecimiento de la frecuencia cardíaca.
-Estadio 3 y 4. Corresponden al sueño profundo y se caracterizan por frecuencias cardíaca y respiratoria muy lentas. Ausencia de sueños.
El sueño REM tiene su primer episodio a los 60-90 minutos del sueño. Durante este estado fisiológico el cerebro se activa eléctricamente con frecuencias similares al estado de vigilia, aumenta el flujo sanguíneo cerebral, el metabolismo y los movimientos de los ojos. Aparecen los sueños, que pueden ser muy vívidos y extraños.

Insomnio
De todos los desórdenes que afectan al sueño, el insomnio es el más común, además de ser complejo y difícil de tratar. Los expertos (clínicas del sueño) distinguen entre la dificultad para quedarse dormido, o conciliar el sueño y la dificultad para permanecer dormido. Las causas son diversas, destacando entre las más frecuentes:
-Conflictos emocionales como la ansiedad y la depresión.
-El repaso mental de los sucesos del día, o la preocupación acerca de lo que deberemos afrontar al día siguiente.
-Cuestiones fisiológicas como dolores corporales, hambre, frío, calor, tos,… cualquier situación que provoque incomodidad y que impedirá la conciliación del sueño o provocará una vigilia anticipada (y no deseada). En ocasiones, es el mismo temor al insomnio el que provoca la situación.
Ya hemos dicho que el uso de medicamentos de forma permanente no es la respuesta al insomnio. Además, las drogas y sedantes también pueden ser causa de insomnio. Y la droga más comúnmente usada –y la que más contribuye al insomnio- es la cafeína.
Las personas que sufren de insomnio en forma constante o frecuente, deben hacerse un examen médico completo, incluyendo una evaluación psiquiátrica, pues la mayor parte de los casos de insomnio se debe a factores psiquiátricos y psicológicos.
El trabajo también es causa de insomnio o, como titulaba un diario, “el trabajo quita el sueño a los españoles”. Se estima que hasta un 75% de la población activa duerme mal o descansa menos horas de las necesarias. Las jornadas de trabajo rígidas y prolongadas nos llevan a recortar las horas de sueño para poder dedicarlas a otros menesteres (ocio, familia, tareas domésticas). Según la Sociedad Española del Sueño (SES), más de la mitad de la población activa duerme menos de siete horas, cuando se debería dedicar un tercio del día a descansar. Otro 25% sufre trastornos del sueño.
Las consecuencias se acaban reflejando en la salud. “Una hora de sueño menos al día, -señala la SES- disminuye el rendimiento cognitivo, la memorización, el control de las emociones y causa alteraciones metabólicas, diabetes, obesidad y riesgo cardiovascular. En los niños y adolescentes se traduce en un déficit de rendimiento escolar”.
Y, además de restarnos horas de sueño, el trabajo también nos quita el sueño debido a los múltiples conflictos que acarrea en sí mismo: estrés, sobrecarga, o miedo a perderlo en una coyuntura, como la actual, de crisis económica.
El uso de drogas no ataca las causas de los trastornos del sueño, sino los síntomas. Debe evitarse la auto-medicación y acudir a un especialista
Al hablar del insomnio habría que referirse a una modalidad que, por fortuna, sólo afecta en España a 40 pacientes, aunque no se descarta la existencia de casos aislados no diagnosticados o con diagnóstico erróneo. Nos referimos al Insomnio Letal Familiar. Se trata de una enfermedad rara (afecta a muy pocas personas), producida por una mutación genética. Es un síndrome tan extraño que sólo hay 97 casos documentados  en todo el mundo. De los 40 casos registrados en España, el 50% están localizados en el sur de Euskadi, donde la enfermedad viene transmitiéndose de padres a hijos desde el siglo XVII. Alucinaciones, visión doble, atrofia en las piernas, temblores, taquicardias, depresión profunda y pérdida de memoria son algunos de los síntomas que experimentan los enfermos de insomnio letal familiar. Durante siglos, los síntomas fueron confundidos con trastornos mentales. A raíz de la epidemia de las “vacas locas” se pudo comprobar la existencia del mismo gen en ambas patologías. Las autopsias revelaron alteraciones cerebrales similares en enfermos del mal de las vacas locas y enfermos del insomnio letal familiar. Como su nombre indica, el ILF acaba provocando la muerte por degeneración neurológica. Esta enfermedad se presenta entre los 50 y 60 años, de un día para otro los síntomas son devastadores. La persona no puede dormir, logra un estado de letargo que no permite descanso. El enfermo llega a un estado de agotamiento donde pierde la homeostasis (equilibrio interno), no puede hablar, ni caminar. Pero su mente es capaz de pensar y darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Después de ocho meses, la fase final del insomnio lleva a un coma profundo y sin retorno.
Nos hemos referido a este síndrome para ilustrar la gravedad de la privación del sueño, hecho conocido y que se ha utilizado como instrumento de tortura en la historia reciente.

Apnea del sueño
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica declaró 2006 año de la Apnea del Sueño con el fin de dar a conocer esta patología a la población general y mejorar su conocimiento en el colectivo sanitario. Se considera que en España hay entre 1.200.000 y 2.150.000 portadores de un síndrome relevante de apnea del sueño (SAS). Actualmente estarían diagnosticados y tratados entre el 5 y el 9% de esta población.
El SAS consiste en la aparición de episodios repetidos de pausas respiratorias (apneas) como consecuencia del colapso de la vía aérea superior durante el sueño. Este síndrome produce un aumento en la tensión arterial y, por tanto, favorece la aparición de arteriosclerosis, accidentes cerebro-vasculares, infarto de miocardio y empeoramiento de la función cardiaca. La calidad de vida de los pacientes con SAS puede verse muy afectada por la somnolencia que les puede llegar a incapacitar para la vida laboral y social. Asimismo, los pacientes con síndrome de apnea del sueño tienen un riesgo de siniestralidad en accidentes laborales y de tráfico superior a la población general (hasta 6 veces más que las personas sin SAS, proporción que sube hasta 10 veces más si se asocia con la ingesta de alcohol).
La apnea (pausas anormales de la respiración) es uno de los trastornos del sueño más frecuentes que interfiere con el descanso reparador
El perfil clínico clásico del paciente con apnea del sueño es el de un varón obeso, de edad media que ronca intensamente y se duerme con frecuencia durante el día, incluso conduciendo. En las mujeres se da con mayor frecuencia en la menopausia y el síntoma más relevante es la astenia.
Los médicos de familia juegan un papel fundamental en el manejo, cuidado y seguimiento de estos pacientes, puesto que es a quien primero acuden. Por ello, deben conocer bien las repercusiones la enfermedad y los criterios de derivación al especialista.

SPI (Síndrome de las Piernas Inquietas)
Más de cuatro millones de españoles sufren el Síndrome de Piernas Inquietas, otra patología del sueño que impide a quienes la padecen dormir las 7-8 horas necesarias, siendo su media de sólo tres horas. La causa son las molestias que sufren en las extremidades inferiores, que es lo que da el nombre al síndrome.
El SPI es una enfermedad neurológica crónica que afectaría al 2-4% de la población adulta española y se caracteriza por la aparición de pinchazos, hormigueos, inquietud, dolor, tirantez, sensación de que algo estuviese deslizándose sobre las piernas (insecto o animal pequeño), sensaciones distérmicas (quemazón, frío), lo que provoca la necesidad imperiosa de moverlas para aliviar momentáneamente las crisis.
Estas molestias suelen aparecer a última hora de la tarde o durante la noche, lo que desencadena un estado de inquietud y gran dificultad para conciliar el sueño, pudiendo dar lugar a situaciones de incapacidad temporal o permanente del paciente. El deterioro del sueño reparador suele desencadenar otras dolencias como son la depresión, la ansiedad, alteraciones cardiacas, hipertensión arterial e insuficiencia renal.
La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) advierte que “el alto grado de desconocimiento social sobre esta enfermedad determina que sólo el 5% de los pacientes esté diagnosticado. De ahí la importancia de realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento correcto que prevenga la aparición o el agravamiento de esta enfermedad”.
Con independencia de la patología de base (frecuentemente genética y, por tanto, hereditaria), el SPI es causante de insomnio o, en el mejor de los casos, de un sueño interrumpido y poco reparador. Al respecto, AESPI señala que “aproximadamente el 80% de las personas con SPI realizan movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño. Estas sacudidas se producen habitualmente con una frecuencia de 20 a 30 segundos durante la noche, causando, por lo general, continuas interrupciones del sueño.
Los síntomas del SPI afectan en gran medida a la calidad de vida de los pacientes. La privación crónica del sueño provoca cansancio y disminución de la capacidad de concentración durante el día. Esto influye enormemente, tanto en la vida profesional como familiar de estas personas, así como en su estado de ánimo”.
El síndrome de las piernas inquietas también se encuentra en la literatura médica asociado al de Acatisia, cuyo significado literal es incapacidad para estar quieto (inquietud motora). En este sentido, el SPI es una forma de acatisia.

Narcolepsia
Como decían los clásicos, “virtus in medio” (lo mejor, el término medio). El sueño puede convertirse en enfermedad ya sea por defecto (descanso deficitario) como por exceso (somnolencia y, en el caso extremo, narcolepsia). Entre los diferentes trastornos asociados al sueño, nada más peligroso en el puesto de trabajo que la narcolepsia. Conocida también como epilepsia del sueño, es un trastorno poco frecuente que se caracteriza por sus accesos de somnolencia súbitos e irresistibles durante el día.
Las implicaciones laborales de los trastornos del sueño han involucrado a las Mutuas en la lucha contra este desarreglo (que va camino de convertirse en pandemia). Ibermutuamur, en su revista BIP, número 53, incluye en la sección Tribunas Médicas, el artículo “Trastornos del sueño”. En el mismo se refiere también a la narcolepsia y, pese a que esta patología afectaría sólo al 0,06% de la población general, Ibermutuamur advierte que “es dos veces más común que la Esclerosis Múltiple y sólo un 50% menos frecuente que la Enfermedad de Parkinson). La enfermedad aparece en la adolescencia, entre los 15-30 años y, una vez instaurada, tiene un curso no progresivo, pero incurable. Presenta un factor genético (…). La sintomatología principal es la excesiva somnolencia diurna (100% de los pacientes) en forma de ataques sueño, inesperados e irresistibles, en situaciones de actividad, de duración variable (de minutos hasta una hora), repetidos y con efecto reparador. El inicio suele ser gradual. El 50% de los pacientes ha tenido episodios mientras conducía”.
·Cataplejia
La manifestación puede tener diferentes grados de severidad, siendo la más grave la que conocemos como cataplejia. Ésta afectaría al 70% de los pacientes narcolépticos. El artículo ya citado de la revista BIP explica que la cataplejía (o cataplexia) “consiste en la pérdida súbita y reversible del tono muscular, habitualmente parcial (musculatura de cara y cuello), de duración muy breve (<1 min), desencadenada por una emoción intensa (risa, llanto, ira) y sin compromiso de la consciencia ni de la respiración”.
Junto a la cataplejia, otras manifestaciones anormales del sueño REM son, según nos recuerda BIP:
-“La parálisis del sueño (25% de los pacientes). Se caracteriza por una súbita imposibilidad de realizar ningún movimiento en las transiciones entre el sueño y la vigilia, estando totalmente consciente y despierto.
-Alucinaciones del sueño (30% de los pacientes). Corresponden con terroríficas sensaciones visuales, auditivas o somáticas, muy vívidas y simples, de pocos minutos de duración, que se presentan en la transición sueño-vigilia o al despertar”.
La prueba diagnóstica de estos trastornos se hace mediante una polisomnografía nocturna. Pero, imaginemos las complicaciones que supone en la vida ordinaria esta enfermedad: ¿tratemos de imaginar cómo puede afrontar una jornada de trabajo una persona que, de forma reiterada e inevitable, se queda dormida?… (narcoléptica, catapléjica o cataléptica), ‘palabros’ que definen esta patología.
Después de haber hecho un somero repaso de las patologías del sueño más comunes, nos referiremos a la modificación de los ritmos biológicos del sueño, que inducen trastornos de sueño y, según se presume, pueden ser agentes catalizadores de otras dolencias. En este apartado influye notablemente el estilo de vida de cada persona y, por motivos laborales, la causa de alteración del sueño más frecuente es el trabajo durante la noche y el trabajo por turnos (turnicidad).

Alteración del ritmo del sueño
En el sueño influyen las patologías, pero también los estilos de vida de las personas y las formas de organización del trabajo. Veamos algunas conclusiones al respecto:
·Trabajo nocturno y cáncer
No es herejía científica ni aberración alarmista establecer vínculos causa-efecto entre trabajo nocturno y cáncer. Aunque la idea ha venido siendo rechazada, finalmente, la Agencia Internacional de Investigaciones de Cáncer (IARC), ha concluido que el trabajo nocturno y el trabajo en horarios irregulares (cambio de turnos) pueden catalogarse entre los agentes “probablemente cancerígenos”, equiparándolos a riesgos indiscutibles, de la misma naturaleza, como la radiación ultravioleta, o los gases y micro-partículas generados por los motores diesel. El problema tiene unas proporciones abrumadoras, ya que, actualmente, en torno al 20% de la población laboral de los países desarrollados trabajaría de noche.


El primer antecedente conocido de esta hipótesis se remonta a 1987, cuando el epidemiólogo de cáncer, Richard Stevens, publicó una ponencia sugiriendo un vínculo entre la luz en la noche y el cáncer de mama. Según los científicos, el problema radica en que el trabajo nocturno interfiere con el reloj biológico del cuerpo humano. Precisamente, la melatonina, hormona que impide la creación de tumores, se produce normalmente durante la noche, por lo que interrumpir este proceso supone un debilitamiento de nuestro sistema inmunitario y de defensas. O, dicho de otro modo, cuanto más bajo es el nivel de dicha hormona, mayor posibilidad de desarrollar cáncer. A esta probabilidad hay que añadir otros riesgos, conductas de riesgo, exposiciones, etc. del sujeto.
Por supuesto, que detrás de un problema de salud suele haber un agregado o cóctel de causas (incluyendo los factores personales del individuo), y que la nocturnidad y el trabajo por turnos –que podríamos sintetizar en el neologismo “nocturnicidad”- por sí solos deben tener un efecto cancerígeno moderado. Sin embargo, existen evidencias para recelar, pues el cáncer de mama aumentó repentinamente a comienzos de los años 30 del siglo pasado en las sociedades industrializadas con la intensificación del trabajo nocturno. Más recientemente, otros estudios han hallado que las mujeres que trabajan de noche son más propensas al cáncer de seno, y que los animales que se someten a pruebas en las que los períodos de luz y oscuridad se alteran artificialmente desarrollan más tumores cancerosos y mueren más jóvenes.
Cada vez son más habituales las clínicas y las unidades de diagnosis que estudian los trastornos del sueño, problema muy generalizado
En 2007, Schwartzbaum, Ahlbom y Feychting, publicaron el estudio “Cohort Study of Cancer Risk among Male and Female Shift Workers” (Estudio de cohorte del riesgo de cáncer en trabajadores y trabajadoras a turnos), que se suma a la hipótesis de que la melatonina, hormona que inhibe los cánceres inducidos de forma experimental, es suprimida por la exposición a luz durante la noche. De esta manera, los trabajadores nocturnos podrían estar expuestos a un riesgo mayor de desarrollar cáncer.
·Turnicidad
En la revista “Por Experiencia”, de ISTAS, podemos leer que “bajos niveles de serotonina explican la fatiga y alteraciones del sueño de los trabajadores a turnos”.
Comparando los niveles de serotonina de trabajadores de jornada diurna y trabajadores con turnos rotativos, se ha demostrado (revista Sleep) que los trabajadores a turnos tienen bajos niveles de serotonina, una sustancia presente en nuestro sistema nervioso y que regula los patrones de sueño y vigilia.
Vemos pues que interferir en la biología del sueño supone modificar la bioquímica del organismo, creando déficits que pueden conducir a la aparición de enfermedades.

Los riesgos del déficit de sueño
Según la estadística, los españoles duermen una media ligeramente superior a las 7 horas diarias, aunque casi un 40% considera que no ha descansado lo suficiente cuando se levanta. Entre los peor dormidos se encuentran canarios, catalanes y madrileños (tasa del 30% con problemas relacionados con el sueño). Las comunidades con mayor calidad del sueño de la población son Aragón y Galicia.
¿En qué nos afecta no dormir lo suficiente? Los investigadores aseguran que un descanso insuficiente acarrea problemas de salud, problemas laborales, y también sociales. Al dormir se segregan hormonas importantes como la del crecimiento, o la de la saciedad. Así, quienes duermen menos tiempo del requerido, producen menos hormona de la saciedad, por lo que no tienen el estímulo que les indica que hay que dejar de comer, y comen más de lo necesario. Ello produce un sobrepeso, aumentando la posibilidad de desarrollar hipertensión arterial, o trastornos metabólicos como la diabetes.
Laboralmente, el trabajador que ha dormido mal carece de energía y comete errores. El sueño nos brinda la posibilidad de consolidar la memoria. Es un mecanismo parecido al de los ordenadores, que necesitan reiniciarse después de instalar un programa. Junto con un menor rendimiento, hay también una mayor probabilidad de tener un accidente. A finales de enero, en un reportaje acerca de la “Nueva ciencia del sueño”, Time publicaba los últimos hallazgos en torno a tan necesaria función. Entre éstos, que conducir con sueño equivale a tener un nivel de alcoholemia de 0,08, una condición que se sanciona en el caso de la alcoholemia, pero que no se detecta en su forma de somnolencia. Por si ello fuera poco, dormir menos hará que el dolor de cabeza, la irritabilidad, la neurosis, la depresión y el cansancio sean nuestros incómodos compañeros de viaje.
Y lo importante, según nos recuerdan los especialistas, es que el sueño solamente se compensa durmiendo. No debe suplirse la falta de sueño con estimulantes o drogas, que deteriora más la calidad de vida. Sólo hay un camino: dormir bien para vivir mejor (y también más).

Dormir, una función vital imprescindible
“Necesitamos dormir no sólo para descansar, también dormimos para recuperar funciones mentales, físicas, para fortalecer nuestro sistema inmunológico. Si una persona no duerme bien va a estar fatigada, va a tener problemas cognoscitivos, dificultades en la toma de decisiones, pensamientos, lenguaje. Su estado de alerta duerme”, asegura Reyes Haro Valencia, director de la Clínica de Trastorno del Sueño de la UNAM y presidente de la Sociedad Mexicana del Sueño.
Hoy en día, los trastornos del sueño son un problema de salud pública. Una de cada tres personas los padece y pueden causar incapacidad. Reyes Haro advierte que en la era cibernética el 10% de los jóvenes tienen malos hábitos de sueño por la vida social y el uso nocturno y exacerbado de las nuevas tecnologías. Esto puede provocar el Síndrome de Fase Retrasada del Sueño u otros trastornos crónicos que repercuten en su rendimiento escolar y aumentan el riesgo de accidentes.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el adulto joven, en edad productiva, duerma como mínimo siete horas. En la práctica, la mayor parte de la población duerme sólo entre cinco y seis horas.

La siesta, un hábito cardio-saludable
El descanso tras el almuerzo es un hábito antiguo heredado de la cultura grecolatina. Un reciente estudio epidemiológico realizado por médicos del Liverpool John Moores University de Gran Bretaña, efectuado sobre una población de más de 23.000 griegos que durmieron siesta durante varias semanas, demostró que quienes descansaban de manera cotidiana después de la comida, tenían una reducción del 37 por ciento de sufrir algún episodio cardíaco fatal.
“Un descanso de treinta minutos es altamente recomendable y está demostrado que produce grandes beneficios en el organismo y en la psique humana. Se reduce el riesgo de infarto y se elimina el estrés. La persona se despierta renovada y fresca, apta para seguir enfrentando el resto del día con las ideas renovadas y con una capacidad creativa y de razonamiento diferentes. Después de una ligera siesta el rostro refleja luminosidad y frescura”, comenta Juan Ernesto Zuviría, especialista chileno del Centro Médico del Sueño.
Sobre la siesta conviene observar lo siguiente:
-No debe durar más de treinta minutos para no entrar en un sueño profundo y alterar el ritmo biológico.
-No es recomendable para personas que padecen insomnio o tienen hipertensión.
-Resulta muy aconsejable para las personas que realizan trabajos de fuerza e intensidad.

Sestear, costumbre pan-europea
La siesta no es una costumbre típica de España (donde no siempre ha gozado de buena reputación). Un estudio estadístico realizado en el continente europeo revela que uno de cada cuatro alemanes duerme la siesta. La encuesta, efectuada sobre una muestra de 19.000 personas, sorprendió al situarse Alemania en primer lugar de los adeptos al descanso post-comida, por encima de Italia (16%), Gran Bretaña (15%), España (9%) y Portugal (8%).
Se creía que la siesta era una consecuencia inevitable del proceso digestivo, pero los científicos aseguran que el cerebro pide un tiempo de descanso que se presenta cuando se inicia la tarde. La importancia de la siesta radica en que supone un período de descanso que, sin ser profundo, permite una desconexión de la conciencia antes de reanudar la actividad. Así, la práctica de la siesta debe asumirse como otra rutina. Durante este descanso de transición, la presión arterial disminuye (los cambios metabólicos que se producen conllevan la reducción de la frecuencia de los latidos cardíacos y la tensión arterial).
Los especialistas recomiendan ciertas pautas para que la siesta no sea perjudicial. Debe evitarse dormir más de media hora de siesta y echarla después de las cinco de la tarde, ya que puede perjudicar el ritmo biológico del sueño y ocasionar insomnio, menos capacidad de concentración durante el día e, incluso, favorecer accidentes de trabajo y de tráfico, según aseguran los especialistas.
Los norteamericanos tampoco le hacen ascos a sestear. Los estudios revelan que los estadunidenses no duermen lo suficiente, por lo que un tercio de ellos aprovecha sus horas de trabajo para echarse una siesta. La Fundación Nacional del Sueño, especializada en estudios sobre el sueño y los trastornos asociados concluye que cerca de 70 millones de estadounidenses tienen problemas relacionados con el sueño.

© Manuel Domene Cintas. Periodista