SECCIONES DE INTERÉS

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Línea Vertical, trabajos de altura






(PL 74) INFORMACIÓN EMPRESARIAL. IE-LaLínea.doc. Manuel Domene. Palabras: 1.172

La Línea Vertical, empresa especialista en trabajos en altura y actividades laborales de especial complejidad y riesgo, se fundó a principios del 2000 en el Campo de Gibraltar (La Línea de la Concepción, Cádiz).
La Línea Vertical (LLV) y su cualificado personal tienen la meritoria singularidad de acceder a lugares donde pocos pueden y, una vez posicionados, desarrollar operaciones de inspección, seguridad o mantenimiento.

La empresa, bajo la batuta de su director técnico, Carlos Martín Díaz de Espada, es acreedora al reconocimiento en el ámbito empresarial, no sólo por su cualificación técnica, sino también por su modelo de desarrollo societario, que ha propiciado una rápida y sostenida expansión del negocio, así como contar con la confianza de clientes internacionales.

Formados para trabajos titánicos
La Línea Vertical cuenta con 40 profesionales en plantilla, con un perfil variado: doctores, ingenieros, diplomados en Empresariales, licenciados en Económicas, administrativos, y más de treinta trabajadores en el área técnica con formación específica en trabajos verticales. “Todos tienen gran experiencia en ensayos no destructivos, ciclos muy estrictos que se imparten en Madrid, en la Asociación Española de Ensayos No Destructivos (AEND), cuyos certificados se emiten previa superación de un período de un año de trabajos, con las preceptivas evaluaciones”, puntualiza Carlos Martín.
El personal que trabaja para esta empresa proviene de dos ámbitos. “Unos vienen del mundo del alpinismo y la espeleología y los hemos reconvertido, mediante formación adicional, a condiciones industriales, que son mucho más exigentes en lo que a seguridad se refiere. Por otra parte, al resto de técnicos, que ya tenían una profesión como soldadores e inspectores, les impartimos la formación específica que necesitaban para trabajo en altura y técnicas verticales”, explica el director técnico, que tiene formación como doctor en ingeniería industrial.


La capacidad de trabajo en lugares imposibles le ha proporcionado a la compañía linense numerosas oportunidades. Así, la Línea Vertical participó en la construcción de la Terminal GNL del Adriático para el consorcio internacional ExxonMobil, Qatar Petroleum y Edison, a través de la ingeniería Aker Kvaerner. Carlos Martín recuerda “el rescate de un trabajador que sufrió un infarto en obra”. El grupo de 24 horas, compuesto por grandes especialistas, tardó apenas un par de minutos en llegar al trabajador.
En la planta petroquímica de BP en Castellón, La Línea Vertical  se encargó en 2007 de la inspección de once chimeneas y dos antorchas en el tiempo récord de dos semanas dados los condicionantes que existían para poner en marcha la planta. Repitieron con un proyecto aún más ambicioso el pasado mes de mayo de 2012, con igual éxito.
“LLV es acreedora al reconocimiento empresarial por su cualificación técnica y su modelo de desarrollo societario, que ha propiciado una rápida y sostenida expansión del negocio”
El cliente principal es Cepsa, compañía que ha proporcionado a La Línea Vertical estabilidad y la posibilidad de demostrar su alta capacidad profesional, circunstancia que Carlos Martín valora y agradece.
La empresa también ha atendido encargos de firmas como Dragados Off-Shore, Ecotecnia, Endesa Generación, E-On Generación, Exxon-Mobil, Ferrovial, Gamesa, Navantia, NGS, Repsol y Repsol Química, Vestas, etc. A lo que cabe añadir la obtención de contratos internacionales: trabajo en Italia de la mano de Ferrovial desde 2008 hasta la actualidad, proyectos en Sines (Portugal) y negociaciones con las principales refinerías de Perú y Chile, en las grandes paradas de 2013.


Inspecciones, seguridad y mantenimiento
Las áreas de trabajo de la compañía son:
·Área de Inspecciones
-Ensayos No Destructivos en zonas de difícil acceso. La Línea Vertical ejecuta el Plan Anual de Inspección con toma de espesores en líneas de proceso y equipos con unidades en marcha o en parada, radiografías en altura, líquidos penetrantes y partículas magnéticas.
-Inspección visual con filmación de video. Con total seguridad y sin prácticamente limitación de accesos, el personal de LLV lleva sus ojos hasta donde el resto no alcanza a ver.
-Inspección interior-exterior de chimeneas industriales. Se analiza el   estado de conservación de chimeneas metálicas o de hormigón de forma previa a la parada, ejecutando posteriormente reparaciones si procede. La empresa dispone de avanzados sistemas de inspección según recomendaciones del CICIND.
-Revisión de antorchas, esferas y tanques. Tras el acceso a estos equipos críticos, se estudia con técnicas END el estado de zonas de especial dificultad de acceso.
·Área de Seguridad
-Revisión reglamentaria y montaje de Equipos de Seguridad en Altura. El personal de LLV revisa sus instalaciones (líneas de vida, EPI, puntos de izado de materiales, cargaderos y otras) emitiendo informe final y reparando aquello que requiera mejoras.
-Consultoría en rescate, emergencia y mejora de instalaciones. El análisis por parte de LLV del Plan de Emergencia y zonas críticas en las unidades de proceso de cualquier empresa cliente permitirá proponer las opciones que permitan adelantarse a la emergencia. (Intervención preventiva y no reactiva).
-Grupo de Rescate Industrial. El Grupo de Rescate Industrial de LLV actúa de apoyo al personal propio en grandes obras o paradas industriales, dando solución a complicadas situaciones de rescate en grandes desniveles, espacios confinados u otras ubicaciones de especial riesgo.
-Formación en Seguridad, Rescate y Evacuación. Los monitores de LLV forman al personal de la empresa cliente en técnicas de seguridad en altura o rescate según sus necesidades, desplazándose hasta las instalaciones del cliente, o impartiendo la formación en el centro propio de LLV (Centro de Entrenamiento Formal).
·Área de Mantenimiento
-Mantenimiento de chimeneas, antorchas, esferas. Estos y otros importantes equipos de las instalaciones industriales, con frecuentes dificultades de acceso, son estudiados y tratados por los especialistas de LLV. Se efectúan reparaciones de refractario, reconstrucción de coronaciones, limpieza y engrase de vientos, tratamientos en patas de esferas y paredes de tanques…
-Reparación de aislamientos y hormigones. LLV restaura los aislamientos en zonas inaccesibles de esferas y ductos, así como reparaciones de hormigón en pantalanes y zonas marítimas, torres de refrigeración, silos y otras estructuras complejas.
-Trabajos electromecánicos en aerogeneradores. La empresa dispone de experimentados grupos de trabajo, con total disponibilidad geográfica y herramientas específicas, para apoyar las labores de mantenimiento en góndola, palas o fuste, como cambio de reductoras, revisión de aprietes e inspección de palas.
-Revestimientos, impermeabilizaciones y trabajos en cubiertas. Ejecución de trabajos de sellado en espacios inaccesibles, así como de restauración de cubiertas dañadas.


Iniciativa empresarial pionera
La idea de crear una empresa con las singularidades de LLV partió en 2000 de un grupo de aficionados al alpinismo que querían constituir una compañía especializada en los trabajos en altura.
Inicialmente, surgió como un proyecto solidario, bajo la forma de organización no gubernamental (ONG) cuyo objeto era dar una salida profesional a personas que se encontraban en situación de riesgo de exclusión social. Doce años después, la empresa es líder en su sector, trabaja en el ámbito nacional y el internacional, contando con una plantilla de cuarenta personas aproximadamente. La Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) ha reconocido a esta compañía linense en la categoría de mejor trayectoria empresarial en 2010 por méritos que son palpables.

© Manuel Domene Cintas. Periodista

martes, 19 de marzo de 2013

“Siempre intento hacer ver a las empresas y a los trabajadores que la prevención es una necesidad, una inversión a futuro”

(PL 74) ENTREVISTA. ETR-CristinaCenalmor.doc. Manuel Domene. Palabras: 2.403

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Cristina Cenalmor, Inspectora de Trabajo y Seguridad Social

Cristina Cenalmor recuerda que la principal herramienta con que cuenta la Inspección para lograr el cumplimiento de la norma es la actividad sancionadora

“La prevención no es una mera imposición, o ‘impuesto revolucionario’, sino una necesidad, una inversión a futuro en la empresa y una forma de evitar responsabilidades, incluso hasta penales”. Así concibe Cristina Cenalmor, Inspectora de Trabajo y Seguridad Social” su labor. El reto es difícil: proteger a los trabajadores de sus propias imprudencias, y a las empresas de sus incumplimientos, consiguiendo con ello frenar la lacra de la siniestralidad laboral, que ha mermado por el discreto avance de la cultura preventiva, combinado con el drástico parón de la actividad económica.

Después de casi dieciocho años de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, Cristina Cenalmor da por supuesto que la Inspección debe continuar con su papel de control   en materia laboral, disponiéndose además para exigir en el tajo –como demanda la sociedad- la prevención de los riesgos psicosociales, un capítulo todavía invisible para la mayoría de las empresas.

-¿Cómo es un día cualquiera en su trabajo como inspectora de trabajo?
-Cristina Cenalmor. El trabajo de inspector es muy variado ya que nuestra función consiste tanto en la visita a la empresa como citación en las oficinas de Inspección y, finalmente, redactar los informes o, en su caso, actas de infracción que finalizan la orden de servicio. El cómo encaramos un expediente (si realizamos visita o no) depende de la materia que trate el expediente, normalmente las actuaciones de seguridad y salud conllevan visita de inspección para acreditar las posibles deficiencias en esa materia.

-¿Qué prefiere: actuar a instancia de parte o, dicho en términos coloquiales, ‘peinar’ el territorio en busca de infractores?
-C. C. Siempre resulta más gratificante actuar a instancia de parte, porque sientes que estás prestando una ayuda al atender las necesidades de un trabajador en concreto. En Barcelona, tal vez más que en otras provincias, existe mayor costumbre de denuncia.
No obstante, las campañas de inspección en que actuamos en empresas, por sectores de actividad, resultan también convenientes puesto que inspeccionamos algunas, que tal vez nunca han sido denunciadas, pero que incurren en muchas infracciones.

-Una de las críticas a la I. T. es la falta de medios de ésta, lo que la llevaría, según un sector del empresariado, a ‘abusar de la actividad sancionadora’. ¿Qué opina al respecto?
-C. C. Actualmente creo que tenemos el personal y los medios suficientes para desarrollar nuestra tarea, en las visitas y el control de infracciones. No obstante, es imposible llegar a todos los lados. Sobre el “abuso de la actividad sancionadora”, creo que no es cierto, ya que siempre se tiende a buscar la proporcionalidad, pero lo que no hay que olvidar es que, en última instancia, la principal herramienta con que cuenta la Inspección para lograr el cumplimiento de la norma es la actividad sancionadora, aunque no es el fin buscado; y dentro del global de nuestras actuaciones se busca la negociación antes que el acta de infracción.

 “Por desgracia, después de 18 años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aún hay muchas empresas que no saben nada de qué es eso de la prevención”

-En su caso particular, ¿qué prima: la LISOS o la pedagogía con el infractor?
-C. C. Yo siempre busco una función más pedagógica, se intenta requerir, ser constructivo y lograr el cumplimiento de la norma como fin de nuestra actuación. Soy consciente que el acta de infracción en ocasiones perjudica más que otra cosa pero a veces sólo nos queda esa opción, cuando no se logra el cumplimiento. No obstante, en materias como la Seguridad Social, y especialmente en la época en que nos encontramos, se debe sancionar cuando hay incumplimiento manifiesto.

-¿Podría darnos una tipología de las infracciones más frecuentes en materia de seguridad laboral?
-C. C. Los tipos más habituales son la falta de integración de la prevención de riesgos laborales del 12.15 del TRLISOS (ya que por desgracia después de 18 años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales aún hay muchas empresas que no saben nada de qué es eso de la prevención) y los incumplimientos materiales del 12.16 del TRLISOS, especialmente en la investigación de accidentes de trabajo.

-¿Cuál es la realidad que se encuentra usted en cuanto a la evaluación de riesgos en general, y del riesgo psicosocial en particular?
-C. C. Lo más habitual es que la empresa ya tenga hecha la evaluación de los riesgos de la empresa, aunque a menudo no están completas o actualizadas. En referencia a la evaluación de riesgos psicosociales es menos habitual encontrarla hecha, es por ello que nuestro trabajo y nuestra actuación tiende a requerir a la empresa para que la elabore, especialmente ante casos de conflictividad laboral.

-¿Qué le sugiere un reciente fallo judicial que consideraba literalmente el tocamiento por parte de un trabajador de las nalgas de una compañera como ‘un acto de cariño’ no constitutivo de acoso sexual?
-C. C. Personalmente, como inspectora especializada en los casos de discriminación por razón de sexo y acoso sexual, me parece una sentencia contraria a toda la jurisprudencia con la que trabajamos, en que se fija como importante la percepción de la víctima sobre qué actos son humillantes, ofensivos, intimidatorios para ella y, por tanto, susceptibles de ser considerados acoso sexual. Desde el punto de vista de la prevención y de la protección de los trabajadores, me parece una barbaridad.

¿Es posible definir un perfil de empresa infractora en materia de seguridad de los trabajadores?
-C. C. No podría identificar un perfil concreto ya que depende del sector que estemos inspeccionando, en algunos sectores las sanciones más importantes son por falta de prevención de riesgos laborales, en otros como la industria serían más importantes las infracciones por deficiencias materiales…

-¿Asistimos a un descenso de la siniestralidad meramente coyuntural por la caída de la actividad?
-C. C. Yo creo que obviamente esta crisis generalizada ha influido, ya que, por desgracia, son muchas las empresas que han cerrado en los últimos años. No obstante, confío en que nuestra labor y la actitud prevencionista vayan calando también para lograr esa disminución de la siniestralidad.

-¿Cotiza el valor vida a la baja en el ámbito laboral, especialmente en una época de “vacas flacas”?
-C. C. No debería en ningún caso, por cuanto la propia Ley 31/1995 especifica que no se tendrá que condicionar la prevención de riesgos a criterios económicos. Sin embargo, lo cierto es que, ante las dificultades económicas, las empresas reducen en todo lo que pueden y, a veces, la prevención de riesgos también se lleva un tijeretazo o un aplazamiento.

-Autónomos, pymes, colectivos de trabajadores inmigrantes, empresas familiares… ¿Cómo transmite el mensaje de la prevención a quienes la ven como un problema?
-C. C. Siempre intento hacer ver a las empresas (y por desgracia muchas veces también a los trabajadores, reacios a la conducta prevencionista) que ésta no es una mera imposición, o impuesto revolucionario, sino una necesidad, una inversión a futuro en la empresa y una forma de evitar responsabilidades, incluso hasta penales. Para los autónomos siempre insisto en que es su propia vida lo que está en juego, que son ellos a los que les corresponde velar por su seguridad y salud. Sólo la pedagogía logrará proteger a algunos colectivos, poco concienciados con la seguridad, de sus propias imprudencias.

-¿Qué nota media sacamos los españoles en cultura preventiva después de más de 15 años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales? ¿Qué sugiere para subir el nivel?
-C. C. Como ya he comentado, creo que la cultura preventiva también varía según el sector, hay algunos que con carácter general trabajan muy bien, en otros sin embargo la prevención es casi inexistente. En mi opinión, la nota media sería un 6…
La propuesta para subir el nivel en cultura preventiva creo que pasa principalmente por una mayor formación e información sobre las ventajas de la prevención y de las responsabilidades que se pueden derivar de los riesgos en el puesto de trabajo.

-Sabemos que un euro dedicado a prevención genera retornos de la inversión de más del doble. ¿Cómo les explica a los escépticos que la prevención es rentable?
-C. C. Tal y como decía al referirme a nuestra función pedagógica, intentamos explicar la necesidad y conveniencia de tomar en cuenta la prevención de riesgos laborales, por los beneficios de todo orden –también económicos- que se derivan para la sociedad en su conjunto. Invertir en prevención es rentable, como usted señala, y ése es el mensaje que trasladamos a las empresas, aunque hay quien no se rinde a la evidencia. En esos casos, cuando una empresa persiste en un incumplimiento, poniendo en riesgo la seguridad de sus trabajadores, la Inspección deber requerir que se subsane la situación, o proceder, en última instancia, a la imposición de sanciones.

-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando, fuera de su horario laboral, presencia la escena –nada infrecuente- de un operario de la construcción evolucionando por un forjado o un lugar elevado de la obra sin casco ni sistema anticaídas, y con riesgo evidente para su vida?
-C. C. Aunque no debiera suceder, es una escena frecuente, que invita a la reflexión… ¿Dónde está el empresario o el recurso preventivo en esos momentos? El primer impulso que siento es el de entrar y detener la actividad de riesgo. Alguna vez le he comentado al trabajador medio colgado del andamio, sin ningún tipo de protección, lo peligroso de su comportamiento. El problema es que aún coexisten, con los comportamientos seguros de una mayoría, actitudes de desafío al riesgo por falta de concienciación o, sencillamente, ausencia total de cultura preventiva. El empresario, y subsidiariamente la Inspección, deben proteger al trabajador de sus propias imprudencias.

-¿Quién vigila y –si es el caso, sanciona- a la Administración por incumplimientos en materia de seguridad laboral?
-C. C. Nosotros tenemos competencia para comprobar el cumplimiento de las normas en materia de prevención de riesgos laborales en la Administración Pública. No obstante, no se sanciona. En la Administración Pública del Estado es de aplicación lo dispuesto en el Real Decreto 707/2002, de 19 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre el procedimiento administrativo especial de actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y para la imposición de medidas correctoras de incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales en el ámbito de la Administración General del Estado (en el ámbito de la Administración Catalana se regula en el Reial Decret 193/2007, de 4 de septiembre).

El reto de nuestra sociedad es, según Cenalmor, dar visibilidad al riesgo
psicosocial y prevenirlo

-¿Cómo cree que será el 2013 en lo tocante a prevención de riesgos laborales?
-C. C. Parece que se prevé un año sin grandes cambios con respecto al 2012. Espero que, al menos, si no hay dinero para hacer grandes inversiones, prime el sentido común y la sensatez, actitudes siempre necesarias para optimizar los recursos cuando son escasos.

DESPIECE 1
Enseñar al que no sabe (o dice no saber)
La inspectora de trabajo, Cristina Cenalmor, se decanta por una función pedagógica. Al respecto, enfatiza que “se intenta requerir, ser constructivo y lograr el cumplimiento de la norma como fin de nuestra actuación”. El acta de infracción queda como último recurso, porque –dice la inspectora- “en materias como la Seguridad Social, y especialmente en la época en que nos encontramos, se debe sancionar cuando hay incumplimiento manifiesto”.
Cristina Cenalmor es Inspectora de Trabajo y Seguridad Social desde el 2006, habiendo sido transferida a la Inspecció de Treball de Catalunya en 2010. Actualmente forma parte del equipo especializado en materia de discriminación por razón de sexo y conciliación de vida familiar, personal y profesional, función que compagina con actuaciones generalistas en materia laboral y de prevención de riesgos laborales. Es también profesora asociada del área de Derecho del Trabajo en la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB).
Cenalmor constata que la evaluación del riesgo psicosocial es una asignatura pendiente de una mayoría de empresas. Se trata de un riesgo infravalorado aún en nuestra sociedad, que sólo con la contumacia inspectora será percibido en unos años como una más de las leyes sociales de obligado cumplimiento.

DESPIECE 2
El número de inspectores está por debajo de la media europea
La ITSS tiene en España una carga de trabajo importante a instancias de ciudadanos y sindicatos. Se estima que la Inspección española necesitaría doblar su plantilla -que es de unos 900 inspectores- para igualar el ratio promedio de inspectores de trabajo/trabajadores de la UE (sólo la de los 15). En función de las fluctuaciones de la población laboral española, a cada inspector le corresponderían entre 18.000 y 23.000 trabajadores, una cifra que hace evidentes las dificultades que afronta el cuerpo para desarrollar su cometido, y que sería también una de las causas –aunque no la única- de nuestra elevada siniestralidad laboral.
Pese a todo, Cristina Cenalmor manifiesta su desacuerdo con los datos citados –publicados en algunos medios de prensa-, y aclara que “al menos, en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Barcelona ahora disponemos de la plantilla adecuada a nuestra actuación”.
La acción inspectora está determinada, cada día en mayor medida, por la programación y planificación, lo que conlleva la disminución de la visita por iniciativa del inspector. La situación ha sido propiciada por la legislación, que establece que la actuación por propia iniciativa de los inspectores se sujetará a criterios de eficacia y de oportunidad, acomodándose a la programación vigente en la inspección de su destino (art. 22.3 Reglamento Funcionamiento, R. D. 128/2000). Esto podría suponer una merma de la eficacia de una inspección por sorpresa. A este respecto, Cenalmor disiente y puntualiza que “el hecho de la programación y planificación de las actuaciones por la Jefatura de Inspección en ningún caso anula el factor sorpresa en la visita de inspección”.
Al reto de seguir reduciendo los accidentes laborales, la Inspección añade el de vigilar la prevención del riesgo psicosocial, el segundo problema de salud laboral que, sin embargo, parece ‘invisible’ en nuestros días.

© Manuel Domene Cintas. Periodista

“En el sector de los textiles de uso técnico, la capacidad de innovar es un factor esencial”

(PL 66) TEXTILES TÉCNICOS. TT-A_Detrell(Textiles Técnicos).doc. Manuel Domene. Palabras: 3.802

Ariadna Detrell, ‘Cluster Manager’ de la Agrupació 
d’Empreses Innovadores Tèxtils (AEI)
  
Para Ariadna Detrell, la innovación es “una actitud que ni se compra ni se vende; es una cultura de la empresa”. Esa actitud no se improvisa, pero es necesaria como el oxígeno. Nos recuerda Detrell que “en la primera década del siglo XXI, con la emergencia de nuevos polos industriales, las empresas de los países desarrollados están obligadas a tratar de sustituir políticas de competencia basadas en el precio, por políticas de competencia basadas en factores intangibles, como la innovación”.
Es innovar o malvivir, porque “en el sector de los textiles de uso técnico, la capacidad de innovar es un factor esencial para dar respuesta a solicitaciones muy diversas en productos dirigidos a mercados altamente especializados con clientes muy informados”, dice la Cluster Manager de AEI.

Fabricar textiles de uso técnico puede ser una alternativa. Sin embargo, como nos recuerdan los estudiosos del tema, el paso de la fabricación habitual de textiles de uso convencional al de textiles de uso técnico comporta una serie de condicionantes que deben ser adecuadamente considerados, y el principal no es disponer de la tecnología necesaria, sino de posibilidades reales de entrada en el nuevo mercado.

-Para fijar el contexto de esta entrevista, ¿puede sintetizarnos el concepto de innovación textil que desarrolla en el informe Innovación textil y textiles de uso técnico, que ha elaborado para AEI Tèxtils, y del que es co-autora?
-Ariadna Detrell. A la innovación se la señala como solución a la crisis de cualquier sector industrial; se la utiliza tanto para dar nombre a proyectos, a programas de ayudas a las empresas,  se la ha subvencionado tanto, se emplea para desgravar impuestos, para dar premios a empresas, y para dar nombre a  ministerios, a consejerías y a empresas consultoras. Se emplea, en fin, con tanta profusión que a veces parece que no estemos hablando del mismo concepto.
La innovación es una actitud que ni se compra ni se vende; es una cultura de la empresa; es un análisis de las necesidades del mercado (reales y potenciales); es una tarea organizada al margen del día a día; es un proceso de vigilancia permanente en el que participan todos los recursos humanos de la empresa.
La innovación, es un recurso más de la empresa y al igual que sus capacidades financieras, comerciales y productivas, debe ser gestionada de manera rigurosa y eficiente. En la primera década del siglo XXI, con la emergencia de nuevos polos industriales en diversos países del sudeste asiático, con empresas capaces de utilizar tecnologías avanzadas de producción con ventajas competitivas de costes, las empresas de los países desarrollados están obligadas a tratar de sustituir políticas de competencia basadas en el precio, por políticas de competencia basadas en factores intangibles, como la innovación.
En el sector de los textiles de uso técnico, quizás más que en los sectores textiles tradicionales de indumentaria y hogar en los que la innovación es fundamentalmente estética, la capacidad de innovar para dar respuesta a solicitaciones muy diversas en productos dirigidos a mercados altamente especializados con clientes muy informados es un factor esencial.

Consumo mundial de textiles de uso técnico por áreas de aplicación
(Fuente: David Rigby Associates)
Revestimientos textiles, laminados, fibras, tejidos, adhesivos, films, polímeros, membranas… el campo de los textiles técnicos es muy amplio. ¿Puede darnos una definición que acote, en lo posible, el término “textil de uso técnico”?
-A. D. Es bien cierto que los textiles de uso técnico, los mal denominados “textiles técnicos” (¿hay algún producto textil que sea fruto del azar y no de la técnica?), por su propia naturaleza y, especialmente, por la variedad de utilizaciones de sus productos finales, presentan una estructura menos homogénea que la del sector de indumentaria o del hogar, y que muchas de sus empresas se identifican más con los sectores industriales de los que son proveedores, que con la actividad textil a la que se dedican.
Es ya tradicional la definición de los textiles de uso técnico como materiales que dan respuesta a exigencias técnico-cualitativas elevadas (rendimiento mecánico, térmico, durabilidad, etc.) confiriéndoles la aptitud de adaptarse a una función específica y a su entorno, en alguna de las áreas de utilización que dan nombre a los diferentes micro-mercados que les son propios: agrotextiles, geotextiles, protectextiles, moviltextiles, industextiles, medtextiles, constructextiles, etc.
Es notorio que esta sectorización es excesivamente rígida y ambigua, y que si consideramos un traje de protección para un obrero de la industria siderometalúrgica y una moqueta ignífuga para ser instalada en un medio de transporte, ambos artículos son de indumentaria el uno y de decoración el otro y, sin embargo, no cabe clasificarlos como textiles convencionales, sino como textiles técnicos.
Por otra parte, se ha generalizado el uso de la expresión textil técnico, como ya he comentado, en sustitución del textil de uso técnico, para designar a los materiales y productos textiles que presentan alguna característica específica e innovadora que los identifica entre los textiles convencionales caracterizados por el color, tacto, caída, capacidad de desarrugado, solidez de la tintura, estabilidad dimensional, etc., características básicamente de apreciación sensorial y relacionados con la estética.

-¿Cuáles son las principales tendencias generales de innovación en el sub-sector de los textiles de uso técnico, especialmente para aplicaciones de protección en el trabajo?
-A. D. Las preocupaciones relativas a la protección y la seguridad adquieren cada vez más importancia, en particular, en los riesgos vinculados a los puestos de trabajo. Además, el aumento de las exigencias normativas de obligado cumplimiento y la presión de los trabajadores en cuanto a indumentaria de protección, ha producido un sensible crecimiento del sector.
La mayor parte de las prendas de indumentaria laboral, y parte de las de imagen, sin ningún valor añadido, se importa de países en vías de desarrollo. Sólo pequeños mercados nicho en los que se exija un componente específico de diseño o servicio postventa, puede ser interesante para pequeñas empresas. En cualquier caso, sin industria de confección local, la de fabricación de tejidos ha de buscar otras oportunidades en indumentaria de mayor valor añadido (tejidos con membranas, acabados especiales, etc.).
La innovación, no obstante, sólo puede venir de las empresas productoras de fibras que son las que, en general, aportan el nivel de protección requerido.

-¿Representa el textil técnico una salida viable para la empresa textil española-catalana que busca alternativas en su actividad?
-A. D. En los últimos años, desde diferentes tribunas y, a veces con mucha frivolidad, se ha planteado que la salida de la crisis de las empresas españolas del sector textil convencional (indumentaria y hogar) es la reorientación hacia la fabricación de textiles de uso técnico, con un planteamiento simplista, basado sólo en la disposición de la tecnología o en considerar que el sector de textiles de uso técnico -tan antiguo y maduro como la misma industria textil- es de nueva aparición, tiene una demanda mayor que la oferta y todas las empresas tienen cabida en él.
Hay que señalar que, si bien la reorientación es posible para algunas empresas, ésta no puede ser resultado de una decisión impulsiva, sino fruto de un análisis sistemático para la consideración de todas las estrategias posibles, de acuerdo con la idiosincrasia de la empresa y las condiciones del entorno.
El paso de la fabricación habitual de textiles de uso convencional al de textiles de uso técnico comporta una serie de condicionantes que deben ser adecuadamente considerados y el principal no es disponer de la tecnología necesaria, sino de posibilidades reales de entrada en el nuevo mercado.

-¿Qué valores añadidos destacaría de los textiles de uso técnico en relación con la forma en que mejoran la protección, el confort u otros parámetros fundamentales de elementos de protección laboral? (resistencia, elasticidad, aislamiento, protección, bio-compatibilidad…)
-A. D. Actualmente, se dispone de fibras, hilos, tejidos, acabados, etc., con propiedades que han permitido la mejora del confort termo-fisiológico aportando transpirabilidad, gestión adecuada de la humedad corporal, elevada resistencia mecánica y térmica, facilidad de movimientos por elasticidad del tejido, etc. Todo ello ha sido posible por la generalización del uso de materiales y procesos que, por otra parte, ya estaban disponibles desde hace varias décadas. Recordemos que las fibras meta y para-aramidas, por ejemplo aparecieron en el mercado en los años setenta del pasado siglo, o que las membranas transpirables son más o menos de la misma época.
Lo que ha ocurrido es que en las dos últimas décadas se ha generalizado su uso y a ello no ha sido ajena la publicación, a principios de los años noventa, de la normativa europea relacionada con la protección personal, que establece unos niveles de exigencia que no se pueden cumplir con la mayoría de tejidos que entonces se utilizaban.

-¿Qué nos ofrecen actualmente los textiles de uso técnico en el área de la protección personal?
-A. D. Los materiales textiles para protección personal han de dar respuesta equilibrada al triángulo de exigencias “protección-confort- imagen”. La industria de la confección dispone actualmente de materiales que permiten satisfacer tales requisitos para la satisfacción de las necesidades de protección personal que se plantean en diferentes sectores industriales y de servicios.
Los trajes de protección para las condiciones más extremas -caso de prendas de intervención de bomberos, por ejemplo-  pueden ser más ligeros, ergonómicos, transpirables, etc. que hace unos años.

El estudio hace un repaso exhaustivo de los usos de los denominados ‘textiles técnicos’,
entre los que se incluye la protección

Se dispone de estructuras textiles, simples o combinadas, que facilitan la transpiración, que poseen elevada resistencia a la penetración del agua, que aportan aislamiento al calor radiante, que protegen del calor convectivo o conductivo, que aíslan del frío, etc. Es decir, la oferta de fibras, telas, membranas, micro-encapsulados o tratamientos de acabado, permite dar respuesta a las necesidades que citábamos antes (protección-confort-imagen).
Cabe esperar que, en los próximos años, la nanotecnología posibilite el desarrollo de nuevos materiales fibrosos que aporten no sólo nuevas propiedades de comportamiento a diferentes solicitaciones, sino la combinación en una misma fibra de características de comportamiento simultáneo.

-De las numerosísimas soluciones disponibles actualmente en el mercado de la protección –protección que tiene un carácter integral, o de pies a cabeza-, ¿hay alguna/s que le haya/n llamado la atención especialmente?
-A. D. Como soluciones textiles de protección integral, son especialmente espectaculares las prendas de protección NBQ (Nuclear, Bacteriológica y Química) o los trajes de supervivencia empleados en el faenado en alta mar, o en el ámbito deportivo, la protección personal de los pilotos de motos o de coches. Sin necesidad de pensar en estas necesidades extremas de protección, cabe citar, por ejemplo, la evolución de los niveles de protección mecánica, térmica, etc., de los guantes o el desarrollo de las prendas de protección contra el frío y la intemperie, cada vez más ligeras, con mejor tacto y cayente, transpirables y con elevada resistencia a la penetración del agua, etc.

-¿Es previsible un aumento del uso de los llamados ‘smart textiles’ (tejidos inteligentes) en indumentaria de protección? ¿Existen actualmente aplicaciones de este tipo en el mercado?
-A. D. En la actualidad, distinguiría dos acepciones del concepto “textil inteligente”. En la primera incluyo las características intrínsecas de un material textil que le permiten adaptarse o dar respuesta a una modificación del entorno o de las condiciones del usuario; la elasticidad de un tejido, la absorción y evacuación de calor de los micro-encapsulados, la liberación de principios activos también micro-encapsulados, el cambio de color por acción del calor o la luz, por ejemplo, serían ejemplos de materiales textiles que actúan por un estímulo externo.
En la segunda acepción incluiría las prendas textiles que son soporte o simples conductores de señales que activan “gadgets” (mecanismos) desarrollados por la industria micro-electrónica. En este sentido, podríamos referirnos, por ejemplo, a los dispositivos de detección de las pulsaciones, temperatura corporal y de la tela exterior, etc., que se pueden adicionar a las prendas de intervención del personal de extinción de incendios y salvamentos, o la multitud de soluciones propuestas para el control de dispositivos de telefonía móvil, ipods, etc., en el tejido exterior de prendas de indumentaria ‘casual’.
En cualquier caso, el nombre “textil inteligente” es atractivo, y si efectivamente contribuye a una activación y mejora cualitativa de los productos de la industria textil y de su consideración por el consumidor, es un buen hallazgo.

-¿Pueden señalarse unas tendencias generales en la evolución del mercado de textiles técnicos (producción, consumo, innovación)?
-A. D. Los crecimientos globales de consumo de textiles de uso técnico estimados son del 20% en el periodo 2005-2010 y de casi 50% en la década 2010-2020.
Los 35.832 millones de toneladas de consumo mundial de textiles de uso técnico, previstos en el año 2020, representarán, aproximadamente, un 32% del consumo mundial previsto de materiales textiles, frente al 12% que representaron en el año 2005. El consumo europeo, en 2020 representará el 22% del consumo mundial, mientras que en el año 2005 fue del 24%.
La producción europea, sin embargo, en este año, fue de más del 39% del consumo mundial. Europa ha venido siendo exportadora de textiles técnicos y es probable la continuidad de esta situación si se mantiene el nivel innovador de las industrias textiles europeas del sector y se acentúa su relación con los sectores industriales consumidores.
Se considera que Europa, con su abundancia y diversidad de patrimonio cultural, es el centro global indiscutible de la moda y el diseño, creando con ellos valor económico (aunque sus productos se transmitan demasiado a menudo “ilegalmente” bajo diseños, modelos y marcas copiados) mientras que los trabajos más manuales y de más elaboración  en la fabricación se han desplazado a otros países.
Asimismo, el conocimiento tecnológico es un importante activo que las empresas europeas de textiles técnicos deben explotar. La evolución de la tecnología textil, con la aparición de nuevos tipos de fibras con nuevas características funcionales, de nuevas tecnologías de proceso o de modificación superficial de los textiles, y también de las nuevas posibilidades de ingeniería para productos textiles complejos, abre oportunidades para crear nuevos mercados en los bienes de consumo y, especialmente, para aplicaciones técnicas.
Las actividades de innovación incrementan el establecimiento de redes y de ‘clusters’ intersectoriales con las empresas del área de aplicación a la que sirven los productos. El ejemplo más clásico es el de las industrias que elaboran productos textiles para el sector de automoción. Tales empresas, aún las que provienen de la tradición familiar y que evolucionaron hacia la fabricación de textiles técnicos abandonando, o coexistiendo con su dedicación a los textiles convencionales, han adoptado, desde hace años, la cultura del sector de componentes de automoción, inicialmente con las exigencias de calidad y logística inherentes al mismo y, posteriormente, con la adopción de la necesaria cultura innovadora a la que obliga la pertenencia a la cadena de valor del sector de automoción.
Para estas empresas, o para otras nacidas recientemente para dar respuesta a necesidades manifiestas en áreas de aplicación como la agricultura o los geotextiles, su única relación con la industria textil tradicional, y su problemática, es el uso de una tecnología común; sus productos, sus mercados y por tanto, la razón de ser de la empresa son las evoluciones del sector al que destinan sus productos.
Esta necesidad de innovación en redes y/o clusters implica a empresas de todos los tamaños, incluyendo las empresas puras de I+D y de ingeniería, así como los establecimientos públicos de investigación y de formación. Si se maneja adecuadamente esta situación (los clusters de textiles técnicos de Alemania, Francia o Italia son ejemplos de esta intersectorialización) los textiles técnicos fabricados en las regiones de Europa, continuarán dando respuesta a las necesidades que irá generando la evolución de la sociedad en los próximos años.

-Los textiles técnicos responden a una estrategia de competitividad e innovación permanente. Haciendo un cierto ejercicio de prospectiva y por las tendencias que apunta el sector, ¿puede predecirnos qué veremos en este campo a corto y  medio plazo?
-A. D. Las tendencias generales comunes a los textiles de uso técnico son múltiples, pudiendo destacarse las siguientes:
-Dinamismo en el desarrollo de productos para dar respuesta a nuevas solicitaciones exigidas por el mercado o para sustituir a otros materiales en funciones análogas.
-Multiplicidad de posibilidades de selección de materiales, estructuras, de realización de productos y de su adecuación a utilizaciones muy diversas.
-Un progreso lento pero continuado de sustitución de materias primas convencionales por nuevas materias de elevado coste y prestaciones y, especialmente, por la aplicación de las novedades tecnológicas del sector textil general a artículos de uso técnico (micro-fibras, nuevos acabados transpirables, técnicas de injerto de monómeros, etc.).
Desde la perspectiva de la innovación, cabe pensar que asistiremos al continuado desarrollo de nuevas fibras o fibras mejoradas, las nuevas combinaciones o procesado de los materiales existentes, la continua creación de nuevos estilos y diseños o la aplicación, cada vez mayor, de materiales textiles en usos industriales y en los servicios. Ese entramado ha sido uno de los principales motores de la industria textil en las últimas décadas y ha demostrado ser una fuerza particular de las empresas europeas y de la mejora de su competitividad en el mercado global. Por citar algunas:
-Las fibras que responden de manera “inteligente” a influencias externas, como los cambios de temperatura, humedad, productos químicos y bacterias, luz y radiación, fuego, descargas eléctricas o uso mecánico, permitirán la producción de prendas funcionales o inteligentes para deporte y ocio así como ropa laboral e indumentaria de protección, que presentan mercados en crecimiento.
-Las fibras y los textiles que conducen la corriente eléctrica o la luz, acumulan energía, almacenan información o reciben y transmiten ondas de radio abrirán un nuevo nicho de mercado para las prendas inteligentes que contienen sensores que puede controlar, alertar, informar, relajar o entretener al usuario.
-Las fibras y textiles con características mejoradas de resistencia, peso, resistencia química, ignifugación, aislamiento, filtración, propiedades de reducción del ruido o biodegradabilidad, encontrarán su uso en una gran variedad de sectores industriales como la construcción e interiorismo, automoción, aeronáutica, cuidado medioambiental, geotextiles o agricultura.
-Los textiles con propiedades médicas e higiénicas encuentran una gran multitud de aplicaciones en el sector sanitario, como implantes y tejidos bio-compatibles, materiales de tratamiento de heridas antibacterianos o ropas antialérgicas o textiles para el hogar para niños o personas de piel sensible.
-Los recientes progresos en bioquímica y biotecnología, como el plasma, láser y nanotecnologías permitirán nuevas formaciones de hilos, procesos de recubrimiento o laminado que obtendrán nuevos y tradicionales materiales fibrosos y materiales textiles con propiedades muy deseables en términos de procesabilidad y características del producto final.
En este contexto no bastará con poseer el utillaje (que puede comprarse o venderse), lo importante será la capacidad de las empresas de crear métodos nuevos y más eficaces de trabajo: ya que no es suficiente fabricar productos innovadores para que éstos sean exitosos en el mercado.
En este siglo XXI, el departamento de innovación tiene que hacer algo más que simplemente innovar lanzando nuevos productos. Debe diseñar nuevas “arquitecturas” tecnológicas y organizativas que hagan posible que la empresa innove continuamente. En esta dirección se mueven las empresas más innovadoras del sector de textiles de uso técnico para sus diversas áreas de aplicación.

OTROS DATOS
JASP: joven, además de singularmente preparada
Ariadna Detrell es Ingeniera Técnica Química por la Universidad Politécnica de Catalunya, Ingeniera en Organización Industrial por la Universidad Politécnica de Catalunya, Diplomada en Estudios Avanzados Textiles, y Doctora por la Universidad Politécnica de Catalunya. En la actualidad desempeña el cargo de ‘Cluster Manager’ de la Agrupació d’Empreses Innovadores Tèxtils (AEI), con sede en Terrassa (Barcelona).
Tiene experiencia profesional en la empresa privada, como consultora, especializada en la elaboración de planes de negocio en empresas del sector textil y ejerciendo funciones de adjunta a dirección. Ha sido miembro del comité científico del segundo y tercer Congreso Internacional de Aplicaciones Técnicas de los Materiales Textiles (ApliMatec) y del comité ejecutivo del Encuentro Negocio y Tecnología en el Sector Textil Nego&Tec, del que ha sido directora en su edición de 2010.
Detrell es autora o coautora de 11 libros, 40 artículos en revistas periódicas y 16 ponencias en congresos nacionales e internacionales. Asimismo, es la responsable de edición de la Revista de la Innovación Textil,  “Guía de Textiles Técnicos”.


Señas de identidad del ‘textil técnico’
-Hablando con propiedad, hasta el más humilde textil es técnico. Ustedes proponen una terminología más adecuada, ¿no es así?
Desde un punto de vista amplio, podemos decir que dentro del concepto general de textiles de uso técnico o de textiles técnicos, se consideran todos los productos textiles que no pueden inscribirse dentro de los sectores tradicionales de indumentaria, hogar y decoración, o mejor aún: todos los productos textiles en los que la funcionalidad es tanto o más importante que la estética.
En cualquier caso, la idea fundamental de cualquier identificación del sector de textiles de uso técnico y de sus productos es ajena a su definición semántica y está estrechamente ligada a la capacidad de innovación para dar respuesta a solicitaciones muy diversas; ello es posible, por una parte, por la creciente disponibilidad de materias textiles especialmente diseñadas para tales funciones, por la variedad de sistemas de fabricación y acabado de estructuras textiles y, en fin, por el desarrollo de una verdadera ingeniería de proyecto del artículo textil.


Sobre el Informe “Innovación textil y textiles de uso técnico”
Este estudio se enmarca en el proyecto “Actividades específicas dirigidas a fortalecer el potencial innovador y la competitividad de las empresas integrantes de la Agrupació d’Empreses Innovadores Tèxtils”, que viene desarrollando la Agrupación desde mayo de 2010. Una de las actividades del proyecto era la edición por parte de la AEI de este estudio, dirigido exclusivamente a sus empresas asociadas. El mismo ha contado con la co-financiación de la DGPYME (Dirección General de Política de la PYME) del Ministerio de Industria, Turismo i Comercio y por los fondos europeos de desarrollo regional Feder.
En la introducción de este exhaustivo repaso de los textiles técnicos, los autores, Joaquín Detrell y Ariadna Detrell, subrayan que el informe “no pretende más que una introducción a las posibilidades de la innovación tecnológica y a los productos de la industria textil para dar respuesta a necesidades antiguas, nuevas y potenciales generadas por la evolución de los sectores industriales y de servicios, que pueden ser sus utilizadores”.

© Manuel Domene. Periodista.

Microsoft Ibérica pone en el centro a la persona

(PL 74) VANGUARDIA de la PROTECCIÓN. VGN74-Microsoft.doc. Manuel Domene. Palabras: 3.494

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Toda la plantilla está implicada en un cambio actitudinal hacia 
una forma de trabajar sana, segura y responsable

Las personas, que son la clave del éxito de Microsoft, requieren también la máxima atención en todo lo relativo a su seguridad y salud laboral. La compañía orienta su política a la obtención del equilibrio físico, psíquico y social de sus empleados, única manera de que éstos se encuentren satisfechos, sanos, creativos y motivados. Con una filosofía antropocéntrica, Microsoft pone el foco en la persona, sus intereses y expectativas.


 Para plasmar sus políticas en realidades tangibles, Microsoft Ibérica considera imprescindible “saber qué pasa en la compañía, y esto significa medir y evaluar y, si fuera necesario, implantar las medidas adecuadas para corregir las situaciones desequilibrantes”, citan fuentes del departamento de Seguridad y Salud.
Los propios empleados de Microsoft son uno de los motores del cambio actitudinal a favor del trabajo saludable.

La empresa y nuestra interlocutora
Subsidiaria de Microsoft Corporation, Microsoft Ibérica comenzó su andadura en 1988. Actualmente, 693 empleados forman parte de la plantilla repartida entre las oficinas de Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao y Valencia. Microsoft es una empresa  líder de software para informática personal y de empresas. La compañía ofrece un amplio abanico de productos y servicios diseñados para contribuir tanto al desarrollo del talento de las personas como al potencial de las empresas al aumentar su eficacia, productividad y capacidad competitiva. La filial española está presidida por María Garaña.
Nuestra interlocutora es Olga M. Gacio Caballero, nacida en Madrid en enero de 1969. Entre otras funciones en en Microsoft Ibérica, es responsable del Servicio Mancomunado de Prevención de Riesgos Laborales (Health & Safety Head) desde octubre de 2007. Gacio Caballero pertenece a la Junta Directiva de PRLInnovación, asociación cuyo lema es “Transformando la prevención, en Cultura Preventiva por y para las Personas”.

Riesgos: mapas, evaluación
Los riesgos prevalentes son los accidentes de tráfico (in itinere o en misión), trastornos musculoesqueléticos y factores relacionados con el estrés.
Sobre la evaluación de riesgos, Olga M. Gacio puntualiza que “al principio, era nuestro SPA quien llevaba a cabo las evaluaciones de riesgos laborales. Sin embargo, desde la constitución del Servicio de Prevención Mancomunado de Microsoft, todas las evaluaciones, tanto las iniciales, como las periódicas, se llevan a cabo desde dicho servicio en colaboración con diferentes áreas de la compañía. Incluso, hemos revisado las evaluaciones iniciales con el objetivo de mejorarlas si era posible. Por supuesto, en Microsoft queremos ir más allá de lo que la norma exige y, por lo tanto, si quisiéramos profundizar en algunos aspectos no tendríamos ningún inconveniente en contratar “expertos”, por ejemplo, ya sea para evaluaciones de la calidad del aire interior de nuestras oficinas, o para profundizar en temas psicosociales. Nuestra filosofía de trabajo se basa en la simplicidad, la eficacia y la eficiencia y en poner en el centro de nuestro trabajo a la “persona”. Y, esto se ve claramente reflejado en el resultado de nuestras evaluaciones”.
El SGPRL de Microsoft es auditado anualmente, considerándose dicha auditoría como un factor clave en el proceso de mejora continua. Y, como es sabido, una de las áreas más importantes en las que se centra la auditoría es en el “proceso de evaluación” y todo lo que se deriva de él.

Evaluación del riesgo psicosocial
Sobre el particular, Blanca Gómez González (Directora de Recursos Humanos) y Olga M. Gacio Caballero (H&S Head MS) manifiestan su convicción de que “las personas son la clave del éxito de la compañía y, por lo tanto,  somos muy conscientes de que todos los ámbitos de la persona (físico, psíquico y social) deben funcionar equilibradamente si queremos tener empleados sanos, satisfechos, motivados, creativos, etc. Para conseguirlo es imprescindible saber qué pasa en la compañía, y esto significa medir y evaluar y, si fuera necesario, implantar las medidas adecuadas para corregir las “situaciones desequilibrantes”. El cuadro recoge algunas de las medidas relativas al bienestar psicosocial en Microsoft.


Medios para evaluar / Plan de Prevención
En cuanto a lo primero, “entendemos que no se puede contestar con un sí o un no rotundo. Todo depende de los tipos de riesgos existentes en la compañía, de la formación que tengan los técnicos que vayan a realizar la evaluación y de cómo se haya planteado el proceso de evaluación en la empresa.
Las dificultades se localizaron en función del área a evaluar. Por ejemplo, para temas de Seguridad en las Instalaciones, Ergonomía o algunos temas puntuales de Higiene Industrial, contábamos con los conocimientos de nuestro servicio de prevención, la ayuda de proveedores muy especializados en determinados temas y con el apoyo y soporte de toda el área de Inmuebles y Servicios Generales.
Sobre el Plan de Prevención, contamos con uno, cuyas líneas centrales están aprobadas directamente por la dirección de la compañía. Asimismo, contamos con un sistema informático desarrollado directamente con nuestra propia tecnología que nos permite gestionar los riesgos detectados y sus respectivas acciones correctivas de forma automática, implicando a todos los niveles de la compañía. Si quieres conseguir una verdadera cultura preventiva, es imprescindible que todos y cada uno de los empleados de la compañía estén implicados en cuestiones preventivas. Al fin y al cabo, ¿no es cierto que la seguridad, la salud y el bienestar comienzan por uno mismo?

Siniestralidad y medidas de protección colectiva
De acuerdo a los datos que proporcionan tanto la mutua como el propio servicio de prevención, Microsoft Ibérica se encuentra muy por debajo de los índices de siniestralidad de su sector. El reto es llegar a 0 accidentes y/o incidentes, un hito difícil al tener en cuenta dentro de dicho cómputo los accidentes de tráfico.
Respecto a la protección colectiva, Olga M. Gacio explica que “todo nuestro trabajo se desarrolla en oficinas que, además, no son propiedad de Microsoft, por lo que no podríamos hablar estrictamente de ‘medidas de protección colectivas’. No obstante, todos nuestros empleados reciben formación en seguridad y salud específica para su puesto de trabajo (PVD, trabajos en oficina, Ergonomía Visual, Ergonomía en el puesto de Trabajo, etc…). En temas de Seguridad vial, organizamos campañas formativas en las que existe parte teórica y parte práctica, además de contar dentro de nuestros planes de movilidad con la posibilidad de trabajar desde casa cuando se quiera o se necesite. Asimismo, se realizan cursos sobre el manejo del estrés en diferentes situaciones, contamos con un sistema integral de cardio-protección, herramientas informáticas donde el empleado puede reportar rápidamente cualquier incidencia que pueda afectar a su seguridad, campañas de salud visual o escuela de la espalda, etc. Además, disponemos de un Manual de Prevención, accesible para todo el personal en la intranet de la compañía”.
Por razón de su actividad, los empleados de Microsoft Ibérica no necesitan emplear EPI. “No obstante, dentro de nuestros procesos de Coordinación de Actividades Empresariales (CAE), comprobamos que todo el personal subcontratado que presta servicios en nuestras instalaciones disponga de los EPI necesarios, y haga uso de ellos, si así está determinado.

Organización de la seguridad, personal y presupuesto
Microsoft cuenta con un Servicio de Prevención Mancomunado que da soporte a las dos compañías del grupo ubicadas en España. Dicho servicio asume 3 de las 4 especialidades existentes en prevención (Seguridad, Ergonomía y Psicosociología e Higiene) y subcontrata a través de un SPA todo lo relacionado con Vigilancia de la Salud. En el organigrama, la seguridad laboral pertenece al área de RE&F, una unidad que da soporte global a las empresas del grupo.
Sobre el personal dedicado a la seguridad Olga M. Gacio es concluyente al afirmar que “en estos momentos, somos 693 (toda la plantilla). Es muy fácil de explicar. En los temas de Seguridad, Salud y Bienestar, las personas que formamos parte del servicio de prevención somos el soporte de la compañía o, si se prefiere, los ‘consultores’ en estos temas, pero en ningún caso somos el ‘único eslabón’. Debemos ser uno de los engranajes del motor de la compañía que impulse a incorporar todos estos aspectos  en cada departamento, proceso o procedimiento de la empresa, nivel jerárquico, y en todos y cada uno de nuestros empleados.  Tenemos que convertirnos en el promotor de un cambio actitudinal hacia una forma de trabajar sana, segura y responsable”.
Dado que la protección laboral se incardina en todas las actividades de la compañía, resulta difícil establecer la cifra de inversión en el área preventiva.

Cultura corporativa de prevención
Preguntada sobre las actitudes de cultura preventiva de la organización, Olga M. Gacio señala que “en general, tenemos medidas de conciliación de la vida personal y laboral, oficina flexible y flexibilidad laboral, mejoras en las condiciones por baja por maternidad/paternidad, servicio de apoyo psicológico, posibilidad de alcanzar objetivos personales a través de la compañía (voluntariado), medios que permiten al empleado/a influir con sus opiniones en la gestión de la compañía, posibilidad de hacer deporte o acudir a fisioterapia en la oficina durante la jornada laboral. Prestamos particular atención a las personas que presentan algún tipo de ‘necesidad especial’, se ayuda al empleado para diseñar su puesto de trabajo de forma ergonómica, ya sea en la oficina o en su propia casa. Tenemos un programa de calidad de aire en las oficinas; la implantación de la acción correctiva tras la detección de un riesgo depende íntegramente de la dirección del departamento donde se haya detectado dicho riesgo; los procedimientos del sistema de gestión de la prevención son desarrollados y consensuados con aquellos departamentos que se van a ver afectados por ellos y firmados y ratificados por la Dirección General…
Por supuesto, tenemos camino por recorrer hasta alcanzar la ‘excelencia en cultura preventiva’, no nos conformaríamos con menos y, creo sinceramente, que este tipo de ejemplos son una buena muestra de que vamos por el buen camino.
En Microsoft Ibérica, que van todos a una en materia de seguridad y salud laboral, tienen tanta importancia la prevención de accidentes como la salud ocupacional, pues, como tercia Olga M. Gacio, “si  piensas y actúas en términos de “persona”, no puedes desligar lo uno de lo otro”.

Entrevista 
Olga M. Gacio, Safety & Health Head de Microsoft Ibérica:

“Lo que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales vino a hacer fue reforzar lo que ya sabíamos”

La responsable de Seguridad y Salud de Microsoft Ibérica habla sin ambages cuando puntualiza que “no se es una empresa saludable, ni se consigue una reducción significativa de los accidentes, si no se consigue imbuir de ‘espíritu preventivo’ a todos los niveles de la compañía”. ¿Qué es lo que importa? Sencillamente, ir más allá de la Ley.

Olga M. Gacio aboga porque se hagan las cosas por convicción, para el bienestar de los empleados, y no por el mero cumplimiento de un imperativo legal. A la postre, “la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores son un elemento decisivo en la competitividad de las empresas”, sentencia Gacio.
A renglón seguido, el coloquio que mantuvo con Gaceta de la Protección Laboral.

-¿Qué opina de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-Olga M. Gacio. En España, creo que la entrada en vigor de Ley de Prevención de Riesgos Laborales fue el punto de inflexión a partir del cual las cosas empezaron a cambiar positivamente.

-¿Qué destacaría de la misma? ¿Les ha ayudado en algo?
-O. M. G. La ley es la base a partir de la cuál empezar a hablar sobre los temas de seguridad y salud en la empresa. Es una condición necesaria, pero no suficiente; lo realmente importante es implantar una verdadera cultura preventiva en la empresa, demostrando el valor que una inversión en seguridad y salud tiene para la organización. Los temas preventivos no son un gasto; son una inversión que aporta valor a la empresa en términos de productividad, imagen corporativa, retención del talento, motivación e implicación de empleado, menor número de bajas, etc... En definitiva, hacen que la empresa sea más rentable. Obviamente, si las personas son el valor más importante del que dispone una empresa, ¿dónde invertir mejor que en su seguridad, su salud y su bienestar?

-¿Cuál es el espíritu de la reforma del marco normativo de la LPRL (Ley 54/2003) y cómo afecta a su empresa?
-O. M. G. Claramente viene expuesto en la exposición de motivos de la propia ley:
1.    Combatir de manera activa la siniestralidad laboral.
2.    Fomentar una auténtica cultura de la prevención de los riesgos en el trabajo, que asegure el cumplimiento efectivo y real de las obligaciones preventivas y proscriba el cumplimiento meramente formal o documental de tales obligaciones.
3.    Reforzar la necesidad de integrar la prevención de los riesgos laborales en los sistemas de gestión de la empresa.
4.    Mejorar el control del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, mediante la adecuación de la norma sancionadora a la norma sustantiva y el reforzamiento de la función de vigilancia y control, en el marco de las comisiones territoriales de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Lo que esta ley vino a hacer es reforzar lo que ya sabíamos. Esto es; no se es una empresa saludable, ni se consigue una reducción significativa de los accidentes, si no se consigue imbuir de “espíritu preventivo” a todos los niveles de la compañía. Y no porque lo diga una ley, sino porque se está convencido de que esto es bueno para los empleados y, en consecuencia, para la empresa. La salud, la seguridad y el bienestar de nuestros empleados son un elemento decisivo en la competitividad de las empresas.

-¿Ha chocado la aplicación práctica de la Ley (L.P.R.L) con la burocracia o la organización interna de la empresa?
-O. M. G. No; tan sólo hemos tenido que adaptar los procedimientos específicos diseñados a nivel global dentro de una organización multinacional como la nuestra, desarrollados teniendo en cuenta diferentes legislaciones nacionales.

-¿Qué papel desempeñan los sindicatos representados en la empresa en materia de seguridad?
-O. M. G. Los representantes de los trabajadores desempeñan un papel fundamental en la promoción de las medidas de prevención, así como en su cumplimiento.

-¿Cuál es el papel de las Mutuas en el marco de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales?
-O. M. G. Es importante recordar que los cambios legislativos acaecidos de un tiempo a esta parte, han limitado  mucho lo que las Mutuas pueden hacer con cargo a las cotizaciones sociales de sus empresas asociadas en materia preventiva,  ya que no pueden llevar a cabo ni financiar actividades preventivas que constituyan obligaciones directas de las mismas. Mi opinión es que, si se quiere saber lo que la Mutua puede hacer por una empresa en concreto, además de ayudar a gestionar el “bonus”[1],  se hable directamente con ellos y se defina un plan de actuación conjunto.
Por otro lado, si hablamos de qué tipo de actuaciones pueden o deberían desarrollar desde un punto de vista colectivo, creo que éstas deben ir encaminadas a fomentar la integración de la prevención en las empresas y la mejora de su gestión. Además, promover la reducción de la siniestralidad mediante información, sensibilización y asesoramiento, por ejemplo, a través de jornadas formativas, promoviendo que las empresas compartamos nuestras buenas prácticas, desarrollando manuales sobre ellas y difundiéndolos; colaborando en la investigación de accidentes y enfermedades profesionales; compilando y ayudando a entender toda la legislación en materia preventiva; colaborando en el desarrollo de mapas de riesgos, etc.

-¿Qué le parece la labor desarrollada por la Inspección de Trabajo?
-O. M. G. El papel de la Inspección de Trabajo en la protección de los trabajadores se ha incrementado notablemente en estos últimos años. Al fin y al cabo, como organismo que debe velar por el cumplimiento de las normas, a través de medidas preventivas, asesoramiento, detección de infracciones, etc… es responsable de contribuir a la prevención de accidentes de trabajo, la protección de los trabajadores y la mejora de sus condiciones de trabajo. Por lo tanto, todas las acciones que lleven a cabo en este sentido y contribuyan a incrementar la productividad en la empresa son muy bienvenidas.

-Háganos un balance de la seguridad laboral desde que entrara en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
-O. M. G. Tal y como yo lo veo, no cabe duda que la Prevención en España desde que entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ha evoluciona de forma muy positiva y se han sentado las bases para que esto siga así. Sin embargo, sigo percibiendo una gran diferencia en  cuanto a la importancia que se le da a los aspectos preventivos en función de si hablamos de grandes compañías o de pequeñas y medianas empresas que, al fin y al cabo, son las que conforman en su mayoría el tejido productivo español. En este sentido,  creo que las cosas estaban cambiando.
Independientemente de cuál sea el tamaño de la empresa, es necesario “darse cuenta” y “convencerse” de lo importante que es desde el punto de vista de la rentabilidad y competitividad de una empresa invertir en la seguridad, salud y bienestar de sus trabajadores. Y lo curioso es que, muchas ocasiones, no es necesario invertir grandes cantidades de dinero, tan sólo utilizar el sentido común.
Por ser más explícita, esa evolución que he mencionado anteriormente refiere a cosas como que  la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores han empezado a concebirse más como un tema de necesidad social o de “responsabilidad social corporativa”, y no sólo como una cuestión personal; se han desarrollado sistemas de gestión estandarizados de la prevención, por ejemplo, OSHAS 18000 o, incluso, ya se implantan sistemas de gestión integrada de aspectos como calidad, medioambiente y prevención; la entrada en vigor del Real Decreto 404/2010, de 31 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que hayan contribuido especialmente a la disminución y prevención de la siniestralidad laboral ; y la aplicación de las nuevas tecnologías al mundo de la prevención, etc..

-¿Cómo ve la protección laboral en el sector al que pertenece su empresa?
-O. M. G. En términos generales, si analizamos y comparamos lo que hacemos en materia preventiva en empresas como Microsoft, pertenecientes al sector tecnológico, con lo que se hace en otros países en el mismo sector o en sectores totalmente diferentes, yo diría que la situación es muy buena.

-¿Qué nota sacamos los españoles en cultura de la prevención dentro del ámbito laboral?
-O. M. G. Como he comentado anteriormente, todo depende del tipo de empresa de la que estemos hablando, y dar una “nota general” sería algo arriesgado por mi parte. No, obstante yo diría que “progresa adecuadamente”.

-¿Diría usted que la seguridad y la protección son partes del proceso productivo en sí mismo?
-O. M. G. Creo que la respuesta al respecto de María Garaña, presidenta de Microsoft en España, es clara: “La seguridad y la protección deben estar en el origen de cualquier decisión relativa a la gestión de personas. Sin duda, forman parte del proceso productivo y suponen el punto de partida a partir del cual definir los procedimientos internos o revisar los procesos implantados”.

-¿Se llega a ver en algunos casos la protección como un obstáculo?
-O. M. G. Si alguna empresa considera que pensar en términos de seguridad y salud de sus empleados es un obstáculo para el negocio, diría que tiene un serio problema. Por supuesto, pensar en estos términos implica generar cambios en la forma de ver las cosas, de llevar a cabo procesos, en cómo gestionar un equipo de trabajo, etc. y se debe ser consciente que la “resistencia al cambio” existe y se debe estar preparado para afrontar esto si no se quiere fracasar en la implantación de una verdadera cultura preventiva.
Asimismo, la respuesta de Carlos de la Iglesia, Director de Desarrollo Corporativo de Microsoft en España, es clara en este sentido: 
“La protección nunca debe ser contemplada como un obstáculo. Es evidente que se hace necesaria una comunicación interna clara y transparente que dé visibilidad a los beneficios asociados a una correcta gestión de la seguridad y la protección, con el fin de que todos los trabajadores sean conscientes del carácter estratégico de ésta y contribuyan a su cumplimiento.

-¿Desea añadir algo más?
-O. M. G. Una última aportación: no hablar tanto de “protección o seguridad”, sino más bien de Salud Laboral y Bienestar, conceptos que entrañan una visión global de lo que es prevención de riesgos laborales. 

© Manuel Domene Cintas. Periodista